Soy un dios en el mundo primitivo (BL)

104. 'Nadar' en la distancia

Qin Fei estaba sumergido en el río y originalmente planeó atacar furtivamente a la gran bestia con Xiao Aowu, pero los tres chicos pronto formaron un frente. En cambio, Qin Fei ordenó a la gran bestia y al pequeño Aowu, rociando chorros de agua a los machos que todavía observaban en la orilla. El chorro de agua de Xiao Aowu obviamente no es lo suficientemente impresionante. A lo sumo, es solo una pequeña pistola de agua, que no está presurizada y no puede mojar a la gente en la orilla. Sin embargo, todavía imitaba felizmente la apariencia de la gran bestia, rociando agua a todos de una manera decente.

La columna de agua rociada por la gran bestia era como un fuerte aguacero. Solo tomó unas cuantas veces, pero ninguno de los machos que estaban en la orilla permaneció seco. Pero en verano el agua del río estaba un poco cálida y los chorros de agua bajaban varias veces, lo que quitaba el calor del día y hacía que todos se sintieran más felices.

Qin Fei sonrió y fijó sus ojos en Sarei, quien de repente sintió que algo andaba mal. Efectivamente, Qin Fei le dio unas palmaditas a la gran bestia y lo señaló con el dedo. Antes de que Sarai pudiera esquivarlo, un aguacero lo cubrió de pies a cabeza. Sarai se secó el agua que le corría por la cara, dejó de esquivar y rápidamente corrió hacia Qin Fei en el agua. Cuando Qin Fei lo vio, rápidamente acarició a la gran bestia, tratando de hacer que disparara otra columna de agua. Inesperadamente, la gran bestia dejó escapar un largo rugido de alegría y dejó a Qin Fei atrás para nadar en aguas profundas. Qin Fei no tuvo más remedio que apretar los dientes y mirar a la gran bestia, que en realidad parpadeó astutamente. Qin Fei se sorprendió instantáneamente por fuera y tierno por dentro. ¿Podría ser que este tipo estuviera usando deliberadamente el "valor del odio" para conspirar contra él?

Sarai corrió hacia Qin Fei de inmediato, pero Qin Fei no tuvo más remedio que aferrarse a Xiao Aowu para resistir. Xiao Aowu estaba muy feliz de ayudar. Ladró un par de veces y dirigió un pequeño chorro de agua hacia Sarai. Desafortunadamente, su precisión estaba equivocada por mil millas y ni siquiera tocó las esquinas de la ropa de Sarai.

Sarai resopló y rápidamente llegó al área de aguas poco profundas. Qin Fei estaba tan asustada que se apresuró a ir al área de aguas profundas. Es una pena que Qin Fei también le haya enseñado a Sarai habilidades de natación, y obviamente tenía mucho talento. Alcanzó a Qin Fei en el agua en unos segundos. Qin Fei suspiró ante el error de cálculo. Efectivamente, el gato le enseñó al tigre que debía salvar su vida. Pero ya era demasiado tarde para arrepentirse, ya que ni siquiera había logrado dominar la habilidad de "trepar a un árbol".

Sa Lei se rió entre dientes, agarró a Qin Fei y se rascó las axilas. Qin Fei inmediatamente perdió el orgullo de ordenarle a la gran bestia que conspirara contra todos, y rápidamente se colgó de Sa Lei para suplicar piedad. Sarai le hacía cosquillas a Qin Fei de vez en cuando para que no pudiera resistirse, mientras lo arrastraba para nadar hasta un lugar con un árbol inclinado que sobresalía.

El árbol inclinado casi crecía sobre el agua. La gran bestia había estado dando vueltas aquí por un tiempo, y Sarai concluyó que no habría peligro allí. Lo que más lo satisfizo fue que era suficiente para aislar los ojos de todos en la orilla. Incluso si entraran al agua, no verían nada a menos que nadaran más cerca. Sarai tampoco creía que un tipo que necesitaba ser golpeado fuera tan ciego como para interrumpir a una pareja que jugaba en el agua. Por supuesto, Mocha era un caso especial, pero si ese niño se atrevía a hacer cosas malas, definitivamente le diría que bebiera hasta saciarse antes de regresar.

Después de tomar una decisión, Sarei tomó a Qin Fei como rehén y se escondió detrás de un árbol inclinado. El agua debajo del árbol no era poco profunda. Qin Fei todavía estaría en peligro de asfixiarse con el agua si no se colgaba de Sarei. Al contrario, debido a la altura de Sarai, puede pisarlo sin remar. Además, con la espalda apoyada contra el árbol inclinado, no tenía preocupaciones de caerse.