YUGEN {BNHA X OC} |Corrección|

Capítulo 14: Lo que significas para mí.

— ¿Más de cien años? — inquirio sorprendido. — ¿Cómo?

— Cuándo se me eligió para elegir a la persona que encarnaria en mí, hace 150 años. Ésa fué la primera vez que te ví. No tenías ésta apariencia, ni forma. Es más, aún no eras una persona. — sonaba bastante melancólico y cálido, cómo si el recuerdo fuera suficiente para alegrarlo completamente. — Estaba en éste lugar. Y todo estaba lleno de esferas de colores. Debía elegir solamente una de ellas, la que más conexión demostrara conmigo. Caminé casi dos horas. Todas las esferas eran brillantes, y grandes. Del tamaño de mi cabeza, tal vez. Pero había una sóla, perdida entre medio de todas las otras, que no era cómo las demás. Era pequeña, del tamaño de mís manos o incluso un poco más. Brillaba, pero no tanto cómo las demás, era débil. Sentí pena por ella. Era cómo ser un enano en un mundo de gigantes. No encajaba, Pero no en el mal sentido de la palabra. No encajar está bien. Y justamente por no encajar entre todas las demás y ser diferente, fué que la elegí.

Yuzuru sintió el pecho cálido y sonrió.

— ¿Era yo?

— Eras tú. — asintió. — Te sostuve, y brillaste con fuerza. Con más fuerza que todas las demás. Te elegí por algo, Yuzuru. Porque tú eras especial a mis ojos. Sigues siendo especial. Incluso si tú no lo ves, yo si lo hago. Estoy aquí junto a tí todo el tiempo, te he visto crecer por años. Nunca has estado sólo, ni nunca lo estarás. Si te sientes triste, tal vez pensar que eras la esfera más bonita de entre miles de ellas, te haga sentir mejor.

El pelimorado soltó una risilla.

— Por lejos, ésta es la historia de concepción más interesante que he escuchado. — admitió. — Grácias, Zinon.

— No hay de qué. — suspiró. — Me alegra poder estar contigo y contarte estás cosas. Siempre quise decirte ésto. Quiero que sepas que mereces ésto y más. Merecías buenos padres y una vida normal con tu hermano, amigos, estabilidad. Todo lo que te imagines. Merecías éso y más. Tienes que ser conciente de ello. No quiero que vuelvas a dudar sobre éso.

Yuzuru sonrió sutilmente.

— Lo entiendo, en serio. Gracias por todo, Zinon. Yo... cuándo dije que no podía acostumbrarme a tí, mentí. Justo ahora, siento que me aburriría mucho si no estuvieras conmigo.

•••

Desde la noche anterior no podía dejar de pensar en su relación con Zinon. Lo cercano que se sentía a él sin razón aparente, lo mucho que se entendían mutuamente, el cariño inexplicable que le tenía.

Podía sentir en carne propia lo mucho que Zinon lo quería. No hacia falta que se lo dijera, podía sentirlo en sus palabras.

Por un momento, se había imaginado a Zinon cómo una persona un poco más mayor. Mirándolo con calidez y cariño, preocupándose por él, actuando cómo si fuera su padre.

Y la simple imagen en su mente lo había echo lo suficientemente feliz cómo para dejarle una sonrisa implantada en el rostro por horas.

Pero al mismo tiempo, no quería éso. Verse a sí mismo deseando algo que nunca había tenido antes le resultaba amargo y frustrante.

Su padre casi nunca era de ésa manera con él. Lo único parecido al afecto que recibía de su parte era una mirada simple en silencio y su mano apoyada en su cabeza, nada más.

Pero Zinon era diferente. El era expresivo, directo y honesto. Incluso sin saberlo, le decía siempre lo que quería escuchar. Era lo que por mucho tiempo había anhelado recibir de parte de su padre.

No podía negar que inevitablemente, él también lo quería. Era un afecto profundo, proveniente del lazo entre ambos. No sé imaginaba a si mismo sin Zinon en su mente ahora que lo había conocido, y ésa dependencia le generaba pánico.