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Mi corazón late con fuerza cuando me uno a Ha-ri, Gyeong, Faye y Kazuha en la procesión nupcial de Ji-ah por el impresionante jardín dela abuela Gina Su

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Mi corazón late con fuerza cuando me uno a
Ha-ri, Gyeong, Faye y Kazuha en la procesión nupcial de Ji-ah por el impresionante jardín de
la abuela Gina Su. Ji-ah insistió en celebrar la boda en medio del laberinto de la abuela Gina Su, sin duda en un intento de hacer enojar a Seokjin, pero no hay ni una pizca de molestia en su rostro.
Tampoco lo hay en ninguno de los rostros de sus cuatro hermanos, de pie junto a él.

Él levanta la vista y sonríe cortésmente cuando entramos, su mirada serena se vuelve algo nerviosa. Seokjin cambia su peso de un pie al otro y se acomoda las mangas, y observo cómo uno de sus hermanos se inclina para susurrarle algo al oído. Mis ojos se abren con sorpresa cuando reconozco al hombre. Es el alcalde Kim, el alcalde de nuestra ciudad. Seokjin ignora lo que sea que le esté diciendo su hermano y se endereza mientras todos tomamos nuestros lugares.

Mis ojos encuentran los de Taehyung, y él me sonríe dulcemente desde la primera fila. Apenas puedo quitarle los ojos de encima cuando
Ji-ah entra del brazo de la abuela Gina Su.
Ella luce impresionante y Seokjin inhala audiblemente. Sus hermanos se ríen y yo no puedo evitar sonreír.

La abuela Gina Su coloca con cuidado la mano de Ji-ah en la de Seokjin  y luego le quita suavemente el cabello de la cara, las dos intercambian miradas emocionales.

―Te amo ―le dice la abuela Gina Su.

Ji-ah respira entrecortadamente y cierra los ojos por un momento.

―Yo te amo más ―responde ella, con voz suave y adolorida.

Endereza la columna mientras se gira hacia Seokjin, sus emociones se desvanecen, dejando nada más que resentimiento e irritación en sus ojos color esmeralda. Él simplemente se ríe y se inclina, para nada intimidado por la forma en que ella lo mira.

―Guarda esas garras, gatita ―le dice.
—No querrás dañar accidentalmente tu nuevo juguete, ¿verdad?

Ella pone los ojos en blanco y se inclina, respondiendo algo que no puedo oír. Lo que sea que diga hace reír a Seokjin, y no puedo evitar sonreír también, mi mirada regresa a Tae mientras comienza la ceremonia de la boda.

Nuestros ojos permanecen fijos y no puedo concentrarme en nada más que en Tae. La forma en que me mira... me vuelve locas las mariposas en el estómago. Cuando descubrí que él orquestó la forma en que nos conocimos, en el fondo me asusté. Me preocupaba encontrarme en un matrimonio controlador, como lo estuvo mamá, pero no me atrevía a expresar mi preocupación, sabiendo que mis papás cancelarían la boda y condenarían a la empresa si tuviera la más mínima duda. Aposté, rezando para que al menos una pequeña parte de lo que me mostró la noche que nos conocimos fuera real, y creo que pude haber ganado esa apuesta. Sé que el matrimonio nunca será perfecto, pero lo que buscaba no era la perfección. Solo quería casarme con un hombre que tratara de darme todo cada día, y Tae realmente lo hace. Puedo decir que no es fácil para él, pero aún así lo hace.

LA PROMETIDA SECRETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora