XXVIII. Secreto

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Taeyong acomodó a sus dos aves sobre la cama de Jaehyun y luego se acurrucó a su lado para acariciarlos, haciendo un pucherito al ver lo bonitos que eran.

– Los amo mucho goidos. A ti también Fei. Aunque tú no me quieles mucho y a veces me picas fueite yo sí te amo. Los voy a extlañai hoy enselio.

Fer lo miró de reojo y Nanamak se acomodó graciosamente panza arriba, dejando que Taeyong le hiciera muchos mimitos y hasta hundiera su pequeña nariz en su plumaje.

– Vámonos mi bebé. Ya te hice tu comidita para el recreo.

Jihyo le sonrió, llevando la pesada lonchera de Patricio Estrella del niño en la mano.

– Pelo hoy no tendlé lecleo. Selá salida. Además ya me diste de desayunai huevito con salchicha.

– Pero tienes que comer aún así. Te hice muchos waffles para que le convides a Taeil. Con fruta, chocolate y chispitas. 

– Muchas glacias mami enselio. ¿Me hiciste agüita de flutas natulales?

– Por supuesto que sí mi amor porque ya sé que te encanta. Pero ya vámonos nene o llegaremos tarde.

– Ya voy mami. Es que no quielo dejai a mis goidos. 

– Ellos tampoco quieren dejarte a ti. – Nanamak se levantó y se acercó a Taeyong para acurrucarse en el hueco de su cuello. El niño chilló de emoción y le dió un besito en el piquito. 

– Mila como me ama Nanamak enselio. 

– Todos te amamos mucho mi Bubito. Mucho mucho mucho.

El niño se rió mientras Hyo lo sometía a besitos sobre la cama, haciéndole muchas cosquillas.

Si era totalmente honesta no se sentía cómoda dejando que Taeyong fuera a esa dichosa excursión sólo con sus compañeros y por ello, había logrado que Jae también acompañara al pequeño. Después de todo no era el único kindergardiano que iría acompañado y a su hijo no le molestaba ir para cuidar de Tae.

– ¿Ya nos vamos?

Jaehyun los miró desde la puerta, ya cambiado con un pants y sosteniendo su propia lonchera, pues Taeyong había sido muy claro en qué se juntaría con Taeil y no con él. Ya era un niñito mayor o al menos eso buscaba aparentar fuera de casa.

– Ya mi cielo. Taeyongie vamos.

Jihyo y Jaehyun tomaron a Taeyong de las manos. El clima era tan agradable y estaban a buena hora como para ir al kinder a pie. 

– Taeyongie, tu hermano va a estar cuidándote. Te va a agarrar de la mano y va a revisar que no te alejes.

– ¡Pelo pelo pelo! Aaaai. Pelo ya soy mayoi.

– A los niños mayores no les da vergüenza que su hermano los tome de la mano.

– Taeil ilá solito al paseo escolait.

– Pero es porque él no tiene hermanito que lo acompañe. 

– Pelo dile a Jaehyun que no me dé muchos besitos enselio. O me va a dai mucha veiguencia.

– Jae. Ya oíste a tu hermano mi cielo. No tantos besitos.

– Y tampoco que me vaya a apletai o moidei la panza y diga que se la va a comei. Eso también me dalía veiguencia.

– Ni quién quiera besar al bubu. La boca le huele a chokomilk. – se defendió el niño mayor. – Y huele a babita del cuello.

– ¡Oye! Qué gloselo.

La multitud de kindergardianos acompañados por sus padres no los sorprendió demasiado, después de todo era su viaje de clausura y en el caso de Taeyong, el próximo ciclo sería su último como alumno de preescolar. Algunos pequeños se aferraban como garrapatas a sus progenitores mientras sollozaban, arrepentidos de ir al dichoso viaje en lugar de quedarse en casa a recibir mimos. Otros eran acicalados por sus papis, quienes les acomodaban las coletitas, chonguitos y copetes y quitaban la babita de sus pequeños rostros. Y otros como Taeil y Taeyong estaban muy entusiasmados por su aventura.

Angel Baby - Jaeyong Where stories live. Discover now