Hyo se dispuso a comenzar un día más esa mañana, aún cuando no estaba segura de querer hacerlo. Se lavó los dientes y preparó avena y huevos cocidos. Su casa estaba fría y sola: como supuso que sería después de la boda, pero tristemente no de la manera en que había pensado.
Entró a la habitación de Taeyong, intentando no hacer ruido para evitar disgustarlo. Respiró en completo silencio, observándolo dormir profundamente hecho bolita, con más cobijas de la cuenta cubriéndolo y se recostó a su lado con todo el cuidado del mundo, abrazándolo con ternura por la espalda.
Haría cualquier cosa para que lo primero que su hijo hiciera al despertarse no fuera llorar, pero en esos días que habían pasado era lo primero que Taeyong hacía cuando abría los ojos y se resignaba a existir.
– Shhh... – la mujer le besó el cabello, abrazándolo fuerte al notar su espalda empezar a temblar. – Es un día muy lindo, está algo lluvioso y fresco mi amor. No llores precioso. ¡Hoy es navidad!
El castaño sollozó, acariciando su almohada. Jihyo lo abrazó más fuerte, besando su hombro.
– Te preparé avena con chispas de chocolate. Y huevitos cocidos ¿Les ponemos sal? Podemos ponerlo en una tostada.
– N-no quiero. N-no tengo hambre.
– Tienes qué comer. Ayer sólo comiste un plato de sopita.
Yong se giró hacia ella, frotando sus hinchados ojos mientras intentaba luchar para no cerrarlos de nuevo y volver a dormirse.
– Mami...
– ¿Si bebé?
– ¿Tenemos aguacate? Quiero ponerle aguacate a mi pan tostado. Y comerlo con huevito y sal. ¿Si? Si no hay puedo ir a comprar. Enserio.
Hyo casi suspira de alivio, pues por primera vez desde ese horrible día su hijo le estaba pidiendo comida.
– Si mi amor. Tenemos aguacate, sabes que aquí hay cualquier cosa para ti. Vamos.
La mujer esperó al castaño en la cocina, partiendo el aguacate en dos mientras Taeyong llevaba los huevos y la avena a la mesa. El día estaba nublado, lo cual fue bueno ya que por la ausencia de luz en su hogar Yong no pensó demasiado en el vacío de las paredes sin los cuadros de Jaehyun y él juntos o de Jae en general.
Todos sus momentos juntos se habían transformado en dolor y amargura. Si obligarse a no pensar en los recuerdos de su luna de miel lo dejaba sin aliento, los recuerdos de Jaehyun y él de pequeños simplemente lo destruían y lo hacían querer ponerse de rodillas y suplicarle a quién fuera no haberlo conocido nunca. Incluso si eso significaba soportar solo su vida junto a Yuri, lo aceptaría con gusto con tal de no sentirse como ahora.
Hyo y él se sonrieron sin alegría antes de comenzar a comer en silencio.
– Bubu.
– ¿Si?
– ¿Quieres que vaya al hospital? Para hablar con tu jefe y buscar un arreglo.
La mujer detestaba tener que recordarle eso ahora, pero ya casi se terminaban sus días libres y ese trabajo era muy importante para Taeyong. No podían retrasar más el asunto.
El castaño tomó lo que quedaba del aguacate, poniéndole sal antes de chuparlo, intentando disimular las lágrimas que picaban sus ojos.
– ¿Qué le dirías? ¿Crees que pudiera tener unos días más?
– Pensaba llevar tus papeles y recetas de medicamentos. Explicarle la situación.
Yong se quedó callado, dándole un sorbo a su té de manzana. Nunca había usado la carta de su pésima salud mental y no lo haría ahora, no porque tuviera algo de malo o lo avergonzara, sino porque no creía que fuera justo que él tuviera que excusarse cuando no había hecho nada mal. Menos exhibir algo tan íntimo como eran sus antecedentes ante el jefe y que después todo el hospital lo supiera.

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Angel Baby - Jaeyong
FanfictionJaeyong chiquitos ( y después mayores 🍑🌹) Fluff Angst Maltrato #1 jaeyong - 24 julio 2024 #1 jaehyun - 05 enero 2025 🧸🫧