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Capítulo cuarenta: Tipo de Relación.
Los bolsos en el suelo, ese momento parecía que sus cuerpos lo habían estado esperando por mucho tiempo. Esa conexión que no tenían con nadie más, esa facilidad de crear un ambiente que los envuelva exclusivamente a ellos dos, era algo nuevo, algo mágico, algo especial. Ese aire caliente que salía de sus bocas, mientras sus manos se deslizaban por el cuerpo del contrario, desprendiendo un calor y un aroma especial, que los hacía salir de la realidad, con el que perdían la razón y solo podían pensar en el otro.
—Ah...— pudo oír ese gemido que retumbó por la sala, sintiendo su cuerpo tenso por unos segundos, sus manos aferrándose con fuerza a la tela del sofá, con su pantalón por los tobillos.
Eso había sido suficiente como para encenderlo y hacerlo perder toda su resistencia, haciéndolo gemir más y más, con cada golpe en su interior, logrando sacarle lo que tanto deseaba oir.
—¡Huf, Ferran!
¿Por qué era tan excitante oírlo decir su nombre? Se deleitaba con su curveada figura únicamente para él, puesto en cuatro solo para él, puesto en cualquier pose solo para él. Sonrió, sintiendo el sudor deslizarse por su cuerpo ardiente, pero eso no lo paraba a seguir dándole donde más le gustaba.
"Ferran...
Ferran...
Ferran...
Ferran...
Ferran, yo..."
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Abrió los ojos lentamente, llevando una de sus manos a su frente. Su cuerpo estaba agotado, ni siquiera pensó en levantarse de la cama hasta que intentó acomodarse, notando que a su lado dormía Pedri, en un sueño profundo, sin ropa. Se sentó en la cama, mirándolo de pies a cabeza, su cuerpo lleno de marcas. A pesar de su susto al olvidar que él estaba ahí, no hizo ningún ruído. Optó por levantarse de la cama en silencio, tomando ropa de su armario.
Bajó las escaleras y en el camino a la cocina pudo ver donde había quedado toda su ropa, gran parte en la sala. Decidió arreglarlo luego, primero tomó un vaso con agua y le dió un gran trago, quitándose de encima la gran sed que tenía, además de sentir la garganta seca.
Luego se sirvió un poco de jugo y se puso a preparar el desayuno.
Poco a poco los momentos volvían a su cabeza, recordando con pena lo que había sucedido el día anterior. ¿Cuántas horas habían estado ahí? Ni siquiera quería pensarlo bien. Todo eso lo llevó a recordar la razón por la que estaban en su casa, y es que debían hablar y aclarar lo que había sucedido. Pedri pensó en hablarlo en los vestidores, pero algo en él no le pareció correcto, o es que tenía miedo de salir herido y que el resto de sus compañeros los vieran pelear, o hasta llorando.
¿Cómo se supone que debía empezar esa conversación? ¿Cómo debía mirarlo? ¿Debía fingir que la noche anterior no había pasado nada? ¿Cómo lo haría?, si solo con mirarlo de cerca vería todas sus marcas.
No iba a negarlo, era la primera vez que se dejaba llevar por las emociones, por su instinto, la primera vez que había perdido la razón con el aroma de alguien.
Jamás pensó que sería con Pedri, aunque se alegraba que fuera con él y no con otra persona. Aunque no sabía si le había gustado, o había querido realmente, esperaba que no despertara con ganas de golpearlo e irse.

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El Amor De Mi Vida | Ferran Torres x Pedri
Fanfiction"Si se supone que cuando te enamoras, no lo eliges tú, entonces no he elegido enamorarme de un joven diablo..." • Historia finalizada. • Prohibida la copia. Esta es historia es mía. [Comenzada: 06/09/2023] [Finalizada: 26/02/25]