11.Una estrategia definitiva

368 53 12
                                    

-¡Eres un genio, Casandra! -exclamó mientras encajaba la llave en la cerradura.

-Amm... sí, es decir... no -aquello era confuso- ¿qué?

-¡El caballo de Troya! -dijo el Doctor. Parecía que fuera a estallar de euforia.

-¿Qué pasa con el? -pregunté. Me estaba perdiendo.

Ambos entramos en la Tardis. El Doctor arrojó su gabardina sobre una especie de perchero, si se le puede llamar así (pues era más bien una columna que sujetaba el techo y que se dividía en dos dejando un hueco en el cuál la gabardina había sido tirada).

-El caballo de Troya es la estrategia perfecta -comenzó a explicar al tiempo que pulsaba algunos botones en la consola- la que hizo caer Troya y de las más conocidas en la historia de este planeta. Es un punto fijo en el universo, tiene un exorbitante poder temporal y...

-¿Y...? -le insté a continuar. A veces hacía eso con las frases: las dejaba en el aire, sin acabar... me pregunto si lo hacía porque su mente se iba a otros pensamientos o bien porque esperaba que la persona que estaba escuchando preguntara por el final de la frase, interesándose. En mi opinión tiraba por lo segundo. Egocéntrico.

-Y -prosiguió- que si podemos usar la misma estrategia contra los alienígenas grises, convirtiendo artificialmente el hecho de nuestro plan en un acontecimiento gemelo al suceso del caballo de Troya, la matriz del tiempo creará un circuito cerrado en base a la reacción, creando una respuesta idéntica a la del primer y original acontecimiento.

Aquello no parecía tener ni pies ni cabeza, o al menos para mí, pero si el Doctor creía que funcionaría, ¿qué mejor plan teníamos? Intentaría enterarme un poco de la explicación, porque me había sonado todo a chino.

-Amm... -comencé.

-¿Acabo de decir una sarta de palabras que para ti no han tenido ningún sentido? -adivinó.

Supuse que sus otros acompañantes se habrían quedado con la misma cara de estupefacción que yo.

-Más o menos -contesté.

-De acuerdo -dijo mientras giraba una pantalla acoplada a la consola, repleta de números y signos extraños- empezaré por lo básico, los acontecimientos gemelos.

-¿Qué son? ¿Cómo pueden ser dos hechos iguales? -pregunté intrigada.

-Shh, ahora te lo explico -replicó con una sonrisa- imagina un hecho pasado, en este caso la estrategia de la guerra de Troya. Ahora imagina que por una serie de circunstancias naturales el suceso se vuelve a repetir.

-Sí, de acuerdo, lo entiendo -asentí.

-En caso de que dos acontecimientos se repitan, las leyes decretadas por la Proclamación de las Sombras dictan que la matriz por defecto creará una respuesta idéntica en recuerdo al primer hecho.

-Bien. Entonces, ¿son dos acontecimientos gemelos dos hechos que se repiten en el tiempo de la misma forma y tienen respuestas idénticas? 

-Sí -aclaró- pero lo que tu llamas ''de la misma forma'' en realidad ocurre por la creación de una misma estructura.

-¿Como los bebés gemelos? -sugerí.

-Sí, vale, algo así -sonrió- un ejemplo un poco raro pero es la misma base.

-De acuerdo. ¿Qué pasa con los acontecimientos gemelos entonces?

-Si el caballo de Troya aseguró la victoria de la guerra...

-¿Un suceso igual asegurará nuestra victoria?

-Aprendes rápido -me alagó haciendo una exagerada reverencia.

Mis días en la tardisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora