𝔹𝕣𝕠𝕜𝕖𝕟 𝔹𝕒𝕝𝕒𝕟𝕔𝕖

Chapter 88

Uzi destelló en el cielo sobre los escombros que alguna vez fueron conocidos como la torre y gritó cuando comenzó a caer, la visión del cielo se alejó rápidamente de ella. Sintió que Beau se aferraba a ella y lo miró con sorpresa, sin darse cuenta de que lo llevaba consigo. ¡Estaba apretado contra ella y necesitaba volar ahora!

Para al menos salvarlo.

Extendió sus nuevas alas tanto como pudo y comenzó a aletear. Era extraño y aterrador ver cómo su cuerpo movía sus extremidades, algo que nunca había hecho antes, pero pudo enderezarse justo antes de tocar el suelo y volar en una ráfaga de aire. Soltó un jadeo y sostuvo a Beau contra su pecho y siguió aleteando hasta que "aterrizó" en un tejado, estrellándose ligeramente, pero mantuvo al niño cubierto y alejado del daño mientras ella se tambaleaba hacia un lado.

Ella siseó al rasparse levemente la piel, pero detuvo a Beau, desenredando sus alas y brazos que se habían enroscado a su alrededor.

''¿Beau?'' susurró Uzi, estremeciéndose por el extraño sonido de su voz. Similar a los personajes demonizados del anime.

El chico la miró lentamente y la miró fijamente, luciendo un poco asustado y confundido por la teletransportación y el choque. "¿Sissy?" La llamó y ella asintió, nerviosismo y preocupación en todo su rostro. Beau extendió la mano y presionó sus manos sobre su cuello. Trazó sobre sus enredaderas en su cuello, deteniéndose para mirar su rostro antes de abrazarla. Enterró su cara en su cuello antes de retroceder, mirándola con los ojos muy abiertos y el ceño fruncido con preocupación.

''¿Sissy está herida?'' preguntó, estirando la mano para trazar las enredaderas que bajaban por sus ojos. Uzi lloró por su preocupación y lentamente se incorporó para sentarse, colocando a la niña en su regazo. 

''Un poco.'' Ella sorbió y le sonrió, aplastando sus mejillas. 

''¿Sissy da miedo?'' le preguntó y Beau se puso de pie para tocarle la cara con curiosidad, sobre todo su boca y orejas alargadas. Él tampoco sabe qué está mirando cuando ve la sombra de su hermana.

Es como si estuviera enojada y apuñalara, pero asustada y acurrucada. La sombra parece parcialmente podrida, pero no crece sin control como antes. Su aura púrpura es pequeña, pero lentamente se vuelve más brillante. Parpadeó y pudo ver el rostro de su hermana nuevamente. Sus ojos eran de iris negro y morado con colmillos que sobresalían de su boca y mejillas, debido a que su boca podía abrirse hasta sus oídos, como una serpiente. Las enredaderas que crecían de sus ojos y su boca parecían llegar a sus orejas, que eran esponjosas y gomosas apuntando hacia arriba.

''Sissy se ve rara, pero no da miedo. ¡Sissy nunca asusta a Beau!'' dijo alegremente y ella tragó saliva, su alivio y felicidad se derramaron en oleadas cuando vio lo único bueno que alguna vez surgió de la relación de su padre y Alice. Las enredaderas en su cuerpo se detuvieron, ya no crecieron ni se movieron más. Abrazó al niño y Beau rió suavemente, abrazándola de vuelta. 

''Te amo, Sissy'' dijo Beau contra su mejilla y Uzi asintió, empujando su monstruosa mano hacia su cabello. 

''Yo también te amo.'' Ella lo abrazó y se apartó para rozarle la cara con sus garras. Fue cuidadosa y mantuvo las uñas alejadas de él. Respiró hondo y se puso de pie, levantando a Beau después de que ella estuvo sobre sus dos... ¿pies?

Uzi miró a su alrededor y vio el sol brillando sobre sus cabezas, antes de volver a mirar la goma de la torre del reloj, cuya esfera todavía milagrosamente era visible entre los escombros, carbonizada y agrietada.

Ella estaba de nuevo en el lugar donde todo empezó.

Uzi apretó los puños mientras los recuerdos de la tienda pasaban por su mente. Estaba perdida, molesta, triste, pero después de todo, se sentía sola. El rostro de N apareció en su mente mientras se veía culpable por las palabras de Frank y eso la lastimó más que sus palabras. Aunque se sentía horrible, cuando vio el rostro de N antes de teletransportarse, no quería nada más que correr hacia él. Sentir que pertenecía a algún lugar, incluso con palabras punzantes en su mente que le decían que no era así.