Ashton

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-¿a que debo el reclamo?-

Niall no era mi novio, claramente, pero, Jude no tenía ningún derecho de utilizar ese tono.

Su rostro se contrajo en una mueca de una persona que ciertamente estaba disgustada. Iba a hablar, cuando pareció pensarse mejor las cosas, y todas sus facciones se suavizar al punto de dar un tanto de lastima.

-por nada, solo que...-

-¿solo que que?-

-nada- dio una sonrisa triste, -llegué a pensar en invitarte a salir, pero que idiota fui, era más que lógico que siendo tu tan linda, tendrías novio...-

oh, Jude.

-Jude, no tengo novio. Él era mi mejor amigo, bien podría ser mi hermano-

los ojos de Jude recobraron su color claro natural, y una gran sonrisa se extendió por su rostro. De un momento a otro, pareció caer en la cuenta de que casi se me había declarado hace unos cuantos segundos, ya que su mirada se empezó a centrar en un pequeño lunar que tenía en la mano izquierda. Traté de romper la tensión.

-bueno, ¿que tal si vamos a trabajar en el texto en mi habitación? ¿a las 5 estaría bien?-

Él subió rapidamente la mirada, y me sonrío.

-me encantaría-

seguimos caminando y hablando de trivialidades. Volvía a decirlo, Jude me caía muy bien.

A la cuarta hora tenía la clase mas innecesaria de todas. Culinaria. Por favor, siempre pensaría que es clase era una clara estupidez, ¿cuantos van a estudiar para chef?

...

Exacto. Además de ser una clase obligatoria, los malditos implementos eran costosos como el infierno. Esto era una completa estupidez. Por lo menos solo eran los viernes, ya mañana sería sábado, y estaría con Niall. Las cosas iban a mejorar.

Con todos los utensilios y estupideces requeridas para esa clase, crucé la puerta, y llegué hasta el único puesto que estaba libre: diagonal al maestro. Pobre inútil, si acaso ganaría el mínimo, absolutamente nada más. Era alto, aunque estaba volteado.

Dejé todas las cosas encima de la mesa, y esperé a ver quien sería el pobre desgraciado que nos daría esa clase. Moví mi rostro en todas las direcciones tratando de ver algún rostro conocido. Vi varios, de otras clases, pero ninguno que me interesara.

Suspiré.

-bueno, comencemos-

dijo el maestro. En el tablero había escrita la receta de un Crème brulèe, que horror.
El maestro se volteó.

No podía ser.

Mis ojos se abrieron de un sopetón, y mi aliento se cortó de manera instantánea.

Miré al chico, sí, porque era bastante joven, que tenía delante. Sus ojos eran grandes, y cafés, pero de un café muy peculiar, ya que eran lo suficientemente claros como para parecer verdes. En su rostro había una dulce sonrisa que expresaba seguridad, era alto, su nariz era recta, y su cabello estaba desorganizado, aunque se veía bien. Su nariz era igual a la mía, o bien, eso solía decir mi mamá.

Los labios de Ashton se movían, pero realmente yo no escuchaba nada. Mis ojos peligraban con derramarse. Era imposible. Me negaba a pensar que tenía a mi hermano en frente.

-¿quedó claro? lo haremos con pasos, síganme a mí-

no me había determinado. Ashton le dio un repason al salón, con una sonrisa en el rostro, pero cuando llegó a mí, esa sonrisa desapareció. me había reconocido, obviamente.

-¿Selena?-

su rostro expresaba sorpresa, pero no satisfacción. Estaba mucho más grande: había crecido mucho en esos dos años.

Se acercó a mí, y me agarró fuertemente la mano, levantándome del puesto y sacándome del salón.

-¿que haces aqui?-

Su voz era fría, y sin una pizca de alegría.

Mis ojos estaban con lagrimas contenidas.

-hola, para ti también-

Él se pasó la palma de la mano por el rostro.

-hola, Selena-, su voz expresaba aburrimiento y cansancio.

-Ash...-

lo abracé, y una estupida lagrima salió de mi ojo; Lo comencé a golpear fuertemente.

-eres un idiota, me tenías tan malditamente preocupada...te odio, te odio-

Comencé a gritar como una loca. ¿que se creía?

-Sel, por favor calmate, si haces un escándalo me pueden despedir-

no le hice caso, lo odiaba: me había abandonado.

-mierda- susurró.

Me tapó la boca con la palma de su mano, y me cargó. Yo seguía forcejeando. Los brazos de Ashton me apretaban a él. De un momento a otro, vi como me metía al baño de hombres. ¿de hombres? por Dios, ¡Ash!

Apenas entramos al baño, vi la espalda de un chico.

-afuera- dijo Ashton con su voz de imponente; solía hacerla siempre que quería que yo le hiciera favores.

El chico que estaba ahí, abrió grande los ojos, terminó de hacer lo suyo, se cerró el cierre de los pantalones, y salió del baño corriendo.

-pobre chico..-

-soy su maestro, debe hacerme caso-

Ashton ya me había soltado.

-ahora, vamos a hablar- dijo.

Kiss & Tell (Harry Styles y Selena Gomez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora