Playa

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La playa estaba atestada de adolescentes con poca o ninguna ropa.
Esta era probablamente la tercera o cuarta fiesta a la que asistía en mi vida como adolescente.

¿Alcohol? ¿Trasnochar? ¿Música ruidosa? No iba conmigo.

Tenía suficientes experiencias traumáticas tratando de meter a mi alcoholizado padre al auto, como para si quiera pensar en tomarme un cóctel, yo.

Niall me agarró la mano.

-¿puedo preguntar porque te animaste a venir?-

Él me conocía demasiado bien...

-no sé. Quería ver el ambiente del nuevo instituto-

Subí los hombros. La verdad no tenia ni idea que hacía aquí.
Él no preguntó más y comenzamos a caminar por la playa.

La verdad es que hacía frío, por más que no fuera el terrible clima glacial que normalmente frecuentaba la ciudad.

A nuestra derecha había una fogata, cerca del bar, donde habían varios chicos bailando música electrónica.
Zedd, para ser más específica.

-vamos a la fogata...está haciendo frío-

Dije, arrepintiéndome, casi de inmediato, de mi elección de vestimenta.

Niall asintió y caminamos en dirección a las llamas azuladas (causa de la sal marina), que prometían calmar los escalofríos recorriendo mi espalda.

A medida que nos acercábamos más a la fogata, la música iba aumentando su volumen.

Me abracé el cuerpo, tratando de retener calor, mientras subía los ojos. Niall me golpeó un poco el hombro, contra el suyo.

-vamos, Selena, ¡anímate! Tú fuiste la que quería venir a esta fiesta...además, conoces esta canción-

Sonreí de lado. ¡Claro que la conocía! Pero eso no significaba que me gustara destrozar mis tímpanos al escucharla.

-tienes razón...hice mal en haber venido-

-nada de eso-

Dijo Niall, reprochándome. Sus dedos se entrelazaron con los míos, mientras comenzaba a saltar, moviendo sus manos (y por consiguiente una de las mías) en el aire. Me reí. ¡Parecía un loco!

-¿qué haces?-

Pregunté, aún riendo.

-dejando que la música me lleve-

Subí los ojos, pero, por primera vez, le hice caso. Traté de escuchar los diferentes tonos de la canción mientras que comenzaba a saltar un poco y a dejar que mi cadera se moviera al son de la música. Era más divertido de lo que me habría imaginado. Comencé a reír, mientras le soltaba la mano a Horan y comenzaba a moverlas por mi cuenta.

La canción terminó y rápidamente siguió otra, igual de buena a la anterior. Seguí saltando y dejando que mis manos se guiaran por la música, sin siquiera darme cuenta cuantas habían pasado.

Tenía la garganta seca y estaba convencida de que mi cabello era un desastre, pero la verdad no me importaba. ¡La estaba pasando genial!

-voy por agua-

Le grité a Niall, tratando de hacerme escuchar por encima de la música. Él me sonrió, dándome a entender que me había escuchado.

Caminé fuera del acogedor calor de la fogata, hacia el bar (una caseta alumbrada con luces de Neón azules).

El barman era un joven de más de 20 años con una sonrisa digna de ser fotografiada, ojos y cabello oscuro, con un arete negro en una de sus orejas.

-me das un agua, por favor-

Dije, en cuanto estuve lo suficientemente cerca como para que me pudiera escuchar.

-solo tragos, hermosa-

Fruncí el ceño.

-¿una gaseosa?-

Él negó con la cabeza.

-¿nada?-

-nada-

Me confirmó, haciendo una especie de puchero.

Mierda, estaba muerta de la sed.

-mm, está bien. Gracias-

-espera-

Me dijo, antes de que diera media vuelta para irme.

-¿dime?-

Pregunté, confundida.

Él sonrió y acercó su mano a mi rostro, dejando que sus dedos pusieran un mechón de mi cabello tras mi oreja.

-así está mejor-

Dijo, mientras mis mejillas comenzaban a arder. ¡Debía tener el cabello hecho un desastre! Me reí incómodamente y me alejé de ahí, en busca de un baño.

Un anuncio un tanto chueco, me mostró que estaban a la derecha del bar. La arena me hacía caminar más lento, pero el baño no estaba tan lejos.

Era una puerta madera carcomida por la sal en algunos extremos, un tanto entreabierta, la cual cerraba el único baño que había.

Dentro, se escuchaban unos ruidos un tanto extraños, los cuales por poco no sobresalen, debido a la música sonando cerca a la fogata. Fruncí el ceño, tratando de ver qué demonios estaba pasando, solo para encontrarme con una sonrisa un tanto conocida.

Styles estaba en el baño, con los pantalones en el piso, una chica en sus piernas y la sonrisa en todo su rostro.
Abrí los ojos como platos en cuanto comprendí que estaba viendo, justo a tiempo para observar a Styles mirándome, y juntando su dedo índice con los labios, silenciando cualquier pensamiento que se ocurriera.

Mis mejillas ardían, mientras daba media vuelta hacia el bar. ¿Qué acababa de ver? Un escalofrío de disgusto me recorrió la espalda.

Qué desagradable. En este momento haría lo que fuera con tal de borrar esa imagen de mis ojos.

El barman seguía en el mismo lugar en que lo había visto hace uno cuantos minutos. Me agarré el cabello en una colega antes de hablar.

-¿me repites qué clase de cócteles tienes?-

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Lo siento por ser tan poco constante.
¡Feliz año!

Seguiré la historia, prometo que sí.

Kiss & Tell (Harry Styles y Selena Gomez)Where stories live. Discover now