Capítulo 37: ¿Otro?

21K 1.2K 46
                                    

*Derek*

Suspire cansado y mire con agotamiento a Brittany.

- Oye... Estoy cansado, tengo sueño, no es por ser irrespetuoso pero si sigues hablando mi cerebro va a explotar... - dije un tanto... Molesto.
- ¿Si quiera escuchaste algo de lo que acabo de decirte? - pregunto de manera irritable... Por lo menos para mi sino irritable.
- No, y se que no me interesa... Brittany, estoy siendo un poco insensible contigo, pero debes entender, que para eso tienes amigas, para contarles todo lo que quieras. - dije mientras sentía como mis ojos decaían.
- Tú eres mi novio, tú también tienes que escucharme. - reclamó. Rodé los ojos y me apoye en las taquillas para no caer dormido.
- Si vas a hacer una escena, mejor vamos a otro lugar que no sea el pasillo principal. - dije viendo a dos que tres estudiantes pasar por aquí... Eran aproximadamente las 6:15 y todos estaban probablemente haciendo deberes o tratando de distraerse con algo.
- ¿Acaso te avergüenzas de mi, Derek? - la mire con incredulidad. - Por que sí es así, déjame decirte que tenemos problemas en nuestra relación.
- Ves... A eso me refiero, sacas conclusiones que no van ni al caso. - dije un poco enfadado por el estúpido cambio de humor que ella tiene.
- ¿Porqué otra razón me pedirías que nos fuéramos a otro lugar no público?, si te estas cansando de mi solo dilo Derek para poder dejarte en paz. - pase mi mano por mi cara desesperado.

Iba a contestar, pero al sólo verlo de pie, ahí, la sangre empezó a hervirme como no se imaginan... Fruncí el celo e ignorando completamente a Brittany, me acerque y pude notar que sí era el idiota que besaba a Destiny en la bendita fiesta.

- ¿Se puede saber que haces aquí? - pregunte un tanto molesto por su repentina aparición.
- Buenas noches a ti también, Derek... Es un placer volver a ver tu fruncido ceño. - dijo sonriendo de manera arrogante... Idiota.
- Deja de hacerte el santo. ¿Qué diablos haces aquí, en Oxford? - dije completamente furioso por su 'estupidez' fingida.
- Vengo por mi cita, y veo que a ti también de ha ido excelente. - dijo dándole una mirada a Brittany, que la verdad, no me importo mucho.
- ¿Y tú quien eres? - preguntó Brittany al verlo ahí. Tenía esa sonrisa de niña hipnotizada viendo un labial... Ugh, todas estas mujeres me enferman.
- Me llamo Sam, cariño... Es un placer finalmente conocer a la incomparable Brittany. - esta sonrió halagada y coqueta. Rodé mis ojos...
- Bueno Sam... También me alegra conocerte. - dijo con esa vocecita estúpida que usa cada vez que coquetea. - ¿Buscas a alguien?...
- Espero a mi cita... No debe tardar en venir. - dijo sonriendo cínico. Algo trama la rata esta de alcantarilla... Y yo lo descubriré.
- Y se puede saber, ¿quien es la desafortunada en salir contigo? - pregunte de manera 'amable' y 'amigable', a lo que sonreí falsamente.
- Mira por ti mismo. - dijo señalando detrás de nosotros... Suspire con pesadez y mire hacia donde señalaba.

*Destiny*

Camine por el pasillo torpemente, y no es que nunca haya usado tacones, sino que el vestido tanto como los zapatos de tacón alto (y aguja, tengo que remarcar... Recen por mi para no morir por un par de zapatos) me hacían sentir totalmente incómoda y fuera de mi, ósea, no soy yo en estos momentos. Por alguna razón a Sam no se le ocurrió decirme que su padre era un señor con empresas en Londres, por lo que prácticamente eran millonarios y gasto menos de la mitad de su fortuna en cosas que según él, yo "necesitaría" esta noche, así que parezco una combinación de glamour y rebeldía al mismo tiempo... El vestido era corto, llegaba hasta los muslos, era rojo y strapless, se veía un poco 'pomposo' porque por debajo lleva cancán (algo que no fue decisión mía), mientras que encima de la tela de satén roja, llevaba una o dos capas de tul colocado un tanto fuera de lo normal, es decir, no coincidía con la tela de satén, se veía un poco más llamativo, y la parte de el pecho, tenía estilo de corsé, y estaba totalmente decorado con pedrería de color negra y en tamaños reducidos; mis zapatos, eran normales, de tacón alto ya que la mujer de la tienda decía que era demasiado baja (no le di propina), así que prácticamente me obligo a comprar estos zapatos, y un detalle que posiblemente olvide luego... Mi cabello regreso a ser de mi color natural, castaño. No duró mucho, pero estoy feliz de ser otra vez yo con mi cabello castaño, y esta vez estaba suelto con leves ondas que obtuve con ayuda de Mónica luego de que se diera unas enormes quemadas que le dejarán llagas en las manos por distraída... Iba buscando en mi celular (así es, la directora me lo dio, pero sólo por esta noche) el número de Sam para ver si ya había venido, si ya venía en camino o si aún no había salido de su casa, sin embargo me pareció oír cerca su voz y eleve mis ojos al frente. Deberían ver esta escena, es épica: la rubia esa me mira con unos ojos de lagartija que prácticamente me quieren tragar pero al mismo tiempo con sorpresa y si no me equivoco, la envidia tampoco falta... Por otro lado, Allen sólo se mantenía neutral con una expresión blanca que no sabría describir, era como sí estuviera pensando en varias cosas... Y por último Sam, quien me sonreía con complicidad y victoria, y fue ahí cuando capte todo, el muy hijo de su madre había logrado enfadar a estos dos con tal vez solo emitir una palabra, y por eso, lo considero un Dios prohibido que decidió ser homosexual para torturarme y hacerme la mujer más triste de la vida.

- Justo ahora te iba a enviar un mensaje para ver si ya habías llegado. - dije ignorando por completo a los otros dos mientras que me acercaba a Sam. - ¿Acabas de llegar?
- Si... Sólo salude a Brittany y a Derek, ¿cierto? - pregunto mientras me tomaba de la cintura y me acercaba a él de manera visible.
- Si... Cierto. - dijo Brittany mientras me fulminaba con la mirada. Le dedique una sonrisa falsa y luego me centre en Sam.
- ¿Vamos Sam? - este asintió y miro a los otros mientras seguía sonriendo.
- Un gusto volver a verte, Derek... Brittany, fue un placer conocerte. - dijo tomando mi mano y entrelazandola con la de él.
- Si, si... Me dejas hablar un momento con tú pareja, Sam. - preguntó Allen mientras veía para otro lado.
- Por mi no hay problema. - dijo Sam de manera amable. Tan lindo e ingenuo que es mi querido Sam...
- Pero por mi si. - dije mientras trataba de Jara discretamente a Sam para irnos. - Se nos hace tarde, ¿no crees Sam?.
- La cena empieza hast... - metí mi uña en su mano y se quejó en voz baja y cuando lo miré fulminante entendió. - Claro, vamos tarde.
- Prometo que sólo será un momento. - dijo mientras me tomaba de la otra mano y me jalaba inesperadamente mientras que yo trataba de no caerme por su fuerza.

Por cierto... Esta un poco más fuerte que antes, ¿hará pesas?... ¿Pero que clase de pregunta es esa?...

- ¿Qué haces Destiny? - pregunto cuando estábamos unos metros a distancia de Sam y la bruja que trata de matarme con la mirada.
- Aquí, siendo jalada por un burro arriero y tú, ¿qué haces Allen? - dije soltándome de su agarre y viendo que me había quedado rojo.
- No te hagas la graciosa que no se te da para nada. - dijo frunciendo el ceño. - ¿Porqué diablos estas saliendo con el intento de galán?
- Si mal no recuerdo yo nunca te reclame el porque salías con un tirano-saurio Rex. - dije mientras sonreía de manera fingida.
- Estas saliendo con un desconocido. - dijo mientras lo señalaba con la mirada. - ¿Te das cuenta de eso?, te puede hasta matar.
- Óyeme... Si no sabes, mejor ni hables, ya que Sam y yo llevamos comunicándonos desde hace aproximadamente dos meses y medio y puedo asegurarte que no tiene nada de peligroso. - dije mientras me cruzaba de brazos.
- ¿Cómo diablos te puedes comunicar con alguien sin un celular o computadora? - preguntó imitando mi acto con los brazos. Copión.
- Tengo mis maneras, y además, no se porque cada vez que me ves con alguien del sexo opuesto te me acercas y me reclamas de una manera tan descarada que hasta el mismísimo diablo detesta. - dije mientras enarcaba una ceja.
- Eso no es verdad. Últimamente no has estado con alguien del sexo opuesto, has estado con la rara esa que tiene el cabello de un Pony de programas para niños de cinco años. - lo miré con sorpresa.
- ¿Qué tiene que haga amigas?, hasta ahora es la única persona que me entiende a la perfección y la única que me ayuda a no sentirme aburrida. - me defendí.
- Rechazaste a mi hermana por esa copia de un caballo mágico volador. - escupió cada palabra con odio... Y fue ahí donde la gota derramo el vaso.
- Tú hermana se alejó de mi, y no me interesa tu opinión, de hecho no me interesas tú, tú hermana o tu estúpido intento de robo-novia que me tiene harta de tanta fulminación. - reclame viendo como la lagartija esa me seguía viendo. - Creo que no te basto con la maldita apuesta sino que ahora te la pasas molestándome cada vez que se te pega la regalada gana.
- Ya hablamos lo de la apuesta... - dijo entre dientes.
- Tú hablaste lo de la apuesta, yo simplemente escuche como otro idiota me decía como se había burlado de mi. Estoy cansada de ti y de tus estúpidas cosas... - dije prácticamente como el segundo libro de Los Juegos del Hambre, en Llamas.
- ¿Otro?...

*Derek*

¿Dijo otro, cierto?... ¿A qué se refiere con otro?.

- ¿A qué te refieres con otro, Destiny? - pregunté con curiosidad acercándome más a ella sin pensarlo, fue automáticamente.
- No tengo tiempo para hablar contigo... Se me hace tarde. - dijo mientras que disimulaba perfectamente su nerviosismo.
- ¿A qué te refieres con otro, Destiny? - repetí con la voz más dura y con cierta molestia por falta de... Mejor no digo nada.
- Adiós, Derek. - dijo mientras trataba de irse, sin embargo, la tomé de la muñeca y la atraje de manera fuerte provocando que su pecho y el mío chocarán y quedáramos a milímetros de distancia...

Siendo sincero, esto no me molesta en lo absoluto, y por lo que veo, a ella tampoco.

*Internado*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora