Capítulo 5

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Nota: Gracias por comentar en el anterior capítulo MelekOwl, IamHappyKawaii, DulcePiyoyo12, MargieAlbornoz, ErickVargas295, OtraShipperMas, rubelangel-es-amor, LarryStylinson131369 (Sigue "No control" PLS D:), 7w7crazy_forever, DirkeT, ChioVoid & andrealoverubelangel<3
¡¡Las adoro a toditas!! y si hay chicos que estén leyendo... ¡¡A toditos también!! Sin mas charlas, les dejo el capitulo :3

[Tarde] [Siete de Abril] [02:12 p.m.]

Después de dos días, al tercer día Rubius llegó a mi casa, me trajo un recuerdo de la playa en la que fue con su novia y también pizza. Faltó a clases el Lunes por eso...

—...Entonces trepé, me sostuve bien fuerte, el agua puede ser resbaladiza a veces, pues ni siquiera... —me estaba contando sobre cómo la pasó en la playa. No le tomaba mucha atención, nada mejor dicho, sólo observaba su rostro levemente quemado y su piel levemente bronceada, rojo en las mejillas y de seguro en sus hombros, aún así no perdió ese toque en su tez alba que amo, y su suavidad...— ¿Mm? ¿Qué pasa? —dijo al notar que sostuve su brazo.

—Eres muy suave —lo miré, intentando sonreír, pero no pude, como siempre.

—Sí, siempre me lo dices —sonrió—.Tú también eres suave, creo —tocó mi brazo al igual.

—Adoro tu piel —capté su esmeralda mirada en mis azabaches iris, me hipnotizaban, no podía despegarme.

—G-Gracias... Em... Bueno, ¿vamos a comer ya?, la pizza se enfría —apartó mi mano, casi temblando, como si estuviera... Asqueado.

—Vale.

Observé cómo se levantaba a tomar la pizza que estaba encima de mi escritorio. Rodé los ojos hasta él, pues estaba paralizado, mirando mis cosas con atención, me tensé un poco, ¿no había dejado semen en el escritorio o cerca, verdad?, además si era así, no importaba, Rubius obviamente no sabía lo que yo hacía en aquella silla a su costado, como ensuciaba su nombre con mis palabras, con mis actos, no, él no lo sabía, y nunca lo iba a hacer, porque no permitiría que me odiara.

[Noche] [Siete de Abril] [09:36 p.m.]

—Me debo ir... —se acercó a la puerta mientras me echaba una mirada.

—¿No quieres quedarte conmigo esta noche? —por alguna razón yo...

—N-No... Tus padres...

—Mis padres se fueron a Miami ayer.

Quería dormir con él, hace dos días que no lo veía, fue una tortura tenerlo lejos y más aún sabiendo con quién estaba, ¿qué hicieron en esa playa?, ¿se besaron?, ¿se tocaron? ¿tuvieron sexo?, simplemente no podía tolerarlo, me negaba, no, jamás, Rubius jamás... Porque él parece ser inocente, nunca he hablado con él sobre porno, en su habitación no hay rastros de revistas de mujeres semi-desnudas, en su ordenador no hay fotos eróticas, en su historial mucho menos referencias, jamás ha mirado descaradamente el trasero o tetas de alguna chica por la calle o en cualquier parte, nunca me ha dicho que esa o tal chica le parece buena o cachonda, simplemente el sexo no era algo que a él le atraía, o vale, tal vez no le conozca tanto, tal vez sea un pervertido, pero... Me cuesta, su dulce rostro de niño bueno no me deja pensarlo, me parece imposible.

—Entonces, déjame pedirle permiso a mis padres, ¿vale? —sacó su móvil—. Hola, ¿mamá?, ¿puedo quedarme esta noche a dormir donde Mangel?.... —hizo una pausa— Mm, vale, gracias.

—¿Qué dijo?

—Que sí —sonrió.

—¿Quieres comer?, no has cenado.

—No, estoy empachado con la pizza.

—No importa, me gusta cocinar, y tampoco he comido nada.

—¿Y la pizza? —sonrió.

—No me llena.

—.... —sólo me quedó mirando. Como si me preguntara algo, su rostro indicaba cuestionamiento.

—¿Qué? —dije.

—Nada...

[...]

Después de comer, ambos subimos a mi habitación otra vez.

El ambiente estaba tenso, ¿qué era?, ¿por qué Rubius estaba nervioso?, no había nada por qué temer. No le había echo nada, es mas, intentaba no mirarlo ni no tocarlo demasiado.

—Rub-

—Mangel —me interrumpió—, yo... —me dio la espalda— Creo que me siento incómodo con todo esto.

—Específica —me senté al borde de la cama, mirando hacia el suelo.

—Vale... —hizo una gran pausa— Últimamente he tenido ideas, por el cómo te comportas conmigo. Siempre me tocas.... Y me dices cosas... Y me miras como si... Ya sabes...

Abrí los ojos como platos, de seguro palidecí, estaba aterrado, mi corazón empezada a molestarme, latía demasiado fuerte, empecé a sudar por la frente, cerré los ojos con fuerza y respiré hondo. ¿Rubius sabía que me gusta?, ¿o simplemente se lo temía?, era mejor... Arreglar las cosas.

—No es lo que piensas. No me gustas —joder, yo estaba mintiendo.

—¿E-En serio?

—Sí, tranquilo —joder, joder, joder... ¿Cómo decirle que me gusta?, ¿cómo saber si no se alejará de mi por eso?...

Caminó hasta mi, alcé la cabeza para observarlo. No dijo nada, sólo se sentó a mi lado echando un suspiro.

—¿Lo hacemos? —me sonrió. Por un segundo malinterpreté todo, pero era mejor saber de qué iba.

—¿Qué cosa?

—Lo de vestirme de chica...

—Ah, cierto. ¿Tienes la peluca y la ropa?

—¡Todito! —exclamó casi revotando en la cama.

Parecía emocionado, ¿acaso le gustaba la idea de vestirse de tía?, bueno, no me debo de quejar, a mi me encantaba la idea.

—Vale, mañana lo hacemos —dije seco, mientras me tiraba en la cama y Rubius me acompañaba a la vez. Me giré hasta él apoyando mi cabeza sobre mi mano y el codo sobre el colchón, cerró los ojos lentamente sin despegar su vista de mi, con una leve sonrisa, que poco a poco fue tomando seriedad, tomando total serenidad.

Con cuidado retiré los finos cabellos castaños que cubrían parte de su hermoso rostro, con delicadeza, como si de una frágil rosa se tratara, es que bueno, era una rosa, tan hermosa y frágil flor, la mas hermosa de toda la pradera... Me tenía enamorado como un idiota.

Malos pensamientos #1. ➝RubelangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora