Capítulo 11

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COSAS QUE PARECEN TENER SENTIDO


Dan.

—Daniel... estoy en el primer piso—estaba desesperado por encontrar a Fred antes de que cometiera una locura, pero parecía que se había arrepentido en el último momento, ¿si no porque razón llamarme?

—¿Fred?—baje lentamente las escaleras, podía escuchar perfectamente el ruido de mis zapatos, pero también los de Fred, el se estaba moviendo. Algo se movió en la cocina, gire rápidamente para ver de lo que se trataba pero no era nada. —Fred, ¿donde estas?—

—Ayúdame!—gritaba, no era capaz de saber de donde provenía su voz, estaba yo en el centro de la sala girando hacía todos lados tratando de reconocer el lugar de donde me hablaba.

—¿Ayudarte a qué? ¡No hagas nada!—le gritaba asustado, respiraba cada vez más rápido, mis latidos eran cada vez más fuertes, sentía que la casa se oscurecía por cada latido que mi corazón diera.

—Lo siento..—decía, ¡pero no explicaba nada! Esta vez no le respondí, y el tampoco volvió a decir nada—Lo siento por lo que yo haga—me susurro al oído, encogí mis dedos del miedo y como pude gire mi cabeza...


—¡Daniel!—me desperté exaltado. Joe me estaba pegando cachetadas como loco.

—¡¿Que demonios te pasa?!—me senté rápidamente en el sillón y bloquee sus manos para que dejara de golpearme.

—¿A mi? Dios, tú estabas silbando dormido, algo que ni siquiera se que se puede hacer!—lo mire confundido—Tengo que llevarte a una carpa de circo, maldito chico fenómeno.—le lance una mirada de desagrado.

—Callate—después de mi lucha con Joe, me di cuenta que Camille no estaba—Joe, ¿y Camille?—

—Yo que sé, acabo de despertarme. Debé estar en el baño.—

—Claro. ¿Y a que horas se supone que llega la mamá de ella?—le pregunté. El miro su reloj.

—Oh demonios—se levanto del sillón mirando su reloj—son las seis con veinticinco minutos. ¡Tenemos que ir al colegio!

—¿Qué? ¡¿No era fin de semana?!—le grite.

—Dan, antier fue lunes. Hoy es tu segundo día de clases.

—Segundo día y ya salí a dormir con amigos. Wow, debo ser más popular de lo que creí—dije en un tono divertido, Joe me miro riéndose y me pego en el hombro.

—O tal vez somos las personas más no-populares que existen en el colegió, y tenemos conexión.—

—Si, claro. Iré a bañarme y cambiarme para irnos.—tome una toalla y mi ropa. Camine hacía el baño y me di cuenta que no había nadie, pero si nadie estaba en el baño.. ¿donde diablos esta Camille?—Joe, Joe.. Camille no esta en el baño..—el se acerco y miramos juntos el inodoro, una hermosa imagen para contemplar.

—¿En su cuarto?—abrió la puerta y no había nadie.—En el de su mam...—abrió la puerta antes de que terminara la frase y tampoco estaba ahí.

—¿Que tal en ese otro cuarto?—le señale la habitación de la que nos había contado antes. El abrió la puerta, y sí, Camille estaba ahí, acostada en el frio y sucio piso.

—¡Camille!—gritamos ambos al unisono. La chica comenzó a moverse pues estaba despertando.

—Dan..Daniel..—me golpeo el brazo mientras trataba de ayudar a levantar a Camille. Lo mire y me señalo con sus ojos las paredes y el techo. Habían cosas escritas, figuras pintadas, un circulo gigante con una d...

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