Capítulo 22

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NO TENGO NI LA MENOR ÍDEA

1

   Cuando las cosas parecían ir mal, terminaron peores. Y es que Daniel no podía entender la razón por la que ella, precisamente ella, había tenido que irse. Todo alrededor de él se sumergió en un inmenso mar de oscuridad cuando escuchó esas palabras salir por su boca. "Dan, yo te amo".
   Para todos los demás había sido mucho más fácil pues la oscuridad que emanaba la habitación también los alcanzó, a unos más que otros y de distintas maneras para cada quien.

   Dan abrió los ojos después de un par de minutos para darse cuenta que nada había cambiado y que seguía en la misma posición que antes, todo le resultaba borroso y las luces en el techo lo aturdían intensamente.

   —¡Ayuda!— exclamó una sudorosa y aterrada Camille, volviendo a intentar lo que ya todos en esa habitación habían intentado, pero solo lograban lo mismo; lastimarse las muñecas.

   —¿Dan? ¿Amigo? — Daniel volteo hacía John, mirándolo aturdido y con las pupilas temblorosas. John sintió la mirada pesada de Camille a su lado qué le gritaba con la pura expresión de su rostro que lo dejara en paz y él solo asintió, agachando la cabeza después.

   Por otra parte, Joe tenía clavado sus ojos en el último delgado hilo de sangre salir por la boca de la novia de Daniel, goteando sobre su pecho y siguiendo su camino hasta el piso. —M-mierda—expresó al darse cuenta de lo jodida que estaba la situación, tirando de su cabeza hacía atrás y cerrando los ojos.

Todos suspiraban cuando las luces de la habitación se apagaron. "Apagando luces..." se escuchó a través de algunas bocinas que estaban insertadas en las paredes y en el techo. "Iniciando plan de evacuación..."

   —¿Qué? ¿Qué? — Camille movía con más furia sus brazos cuando escucho a esa mujer robótica hablar.

    —¡Basta! Te vas a lastimar, Cami — John gritó al percibir el movimiento y forcejeo que la chica estaba haciendo.

   Por supuesto que se detuvo, todos lo hicieron cuando respiraron de nueva cuenta el gas que anteriormente habían ingerido. De un momento a otro, la oscuridad en la que se encontraba Dan se hizo presente de forma más evidente.





2

   Sarah salió de su habitación arrastrando los pies después del terrible sueño que había tenido y la razón por la que no pudo conciliar el sueño de nueva cuenta. A tientas encontró el interruptor de la luz del pasillo y con su mano cubrió la luz que la encandiló. Bajó las escaleras con tal lentitud que ella misma se sorprendió, y de la misma manera llegó hasta la cocina y sacó la leche del refrigerador, prendiéndose de la botella para beber.

   Se sentó en una de los bancos de la cocina sosteniendo aún el cartón de leche sintiéndose muy nerviosa— Baa, baa, black sheep, have you any wool? — empezó a cantar en voz baja esa irritante canción que su madre solía cantarle cuando era apenas una niñas —Yes sir, yes sir, three bags full! —sonrío más de la cuenta —One for the master —ladeó el cartón y dejó caer una gota de leche al suelo —One for the dame — volvió a hacer lo mismo justo al lado de la otra gota —And one for the little boy...—la tercera gota se le fue de las manos y terminó derramando un poco —Mierda —guardó el cartón de leche y fue por el trapeador para secar el desastre que había hecho.

  Una vez terminó de limpiar, tomo su celular e intento llamar a Julie.

  No contestó.

  Nunca lo iba a hacer.



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⏰ Last updated: Dec 18, 2017 ⏰

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