Chapter III

42K 1.6K 182
                                    

Era ilícito, lo sabía y ya se lo había repetido tantas veces  que empezaba a afectarle poco.

Se hundió en sus pensamientos, no era lo correcto pero tenía que hacerlo. Siendo sinceros no le veía nada en especial, era una total estupidez.

Volvió a ir, proyectó su encuentro donde mismo, pasadas las 12 AM ubicó el escenario. Entró al local y vio a la joven leyendo un libro.

—¿Otra vez? —Comentó ella suspirando con gracia.

—¿Por qué? ¿Tengo que pagar alguna membresía por venir?

—Solo por el tiempo que te regalo al ayudarte.

—Me voy a llevar un cuento para mis hijos.

Escogió los libros y se dio prisa a irse, no quería alarmar a Hannah, solo quería demostrarle que estaba interesado en ella. 

—Al parecer eres un buen padre.

—Trato de serlo, la vida da miles de vueltas, mañana puedo no estar con ellos.

La chica arrugó su nariz en modo de desaprobación y le entregó el libro.

Al otro día fue lo mismo, llegó y se sentó en unas bancas de la entrada del centro comercial. Empezaba a sentirse mal, en realidad no se consideraba un depravado; solo era el instinto. 

Se sumió en sus pensamientos mientras respiraba pesadamente, tirando una moneda imaginaria al aire, Hannah sería victima de sus problemas. Nunca se imaginó en una situación, hasta ese día.

Ethan era un hombre responsable, pero se interesaba en las apuestas, alguna vez estuvo cerca de perder toda su fortuna, otras veces estuvo cerca de duplicarla; y en otra está a punto de cometer una estupidez.

Después de hacerse tonto poco menos de media hora, le llamó a su amigo, dudó en preguntarle sobre el tema, pero después de tanto preámbulo le insinuó su plan. Recibió una fuerte carcajada de respuesta, bromearon pero al final concluyeron que no era buena idea llevarse a alguien por la fuerza.

No sabía para qué pedía alguna sugerencia, el objetivo ya estaba casi terminado, solo faltaba llevarlo a la practica. Se encaminó a la librería con una sonrisa en el rostro, su reloj advirtió que la jornada de la chica ya casi concluía.

Tocó la puerta del negocio que ya decía en letras fluorescentes CERRADO. 

Hannah se asomó por la puerta de cristal que los separaba, saludó con la mano y se aproximó para abrirle.

—¿A tu hijo no le pareció el libro?

Se rieron y Ethan apretó los labios como síntoma de nerviosismo, volteó a todos lados y declaró que solo venía a invitarla a cenar.

—En realidad, vine a ver si existe alguna forma de que tu vayas a cenar conmigo. 

—No lo creo.

—No lo crees, pero si hay alguna forma. ¡Vamos! Hoy sales temprano.

—No estoy cambiada, quiero decir. —Se excusó e hizo pucheros. El hombre se puso tenso.

—¿Me acompañas o me voy solo, derrotado y triste?

—Está bien, pero no me apetece ir a un restaurante, vamos a mi departamento y prepararé algo.

—Yo te invité, así que yo prepararé la cena en el mío.

Después de rogarle, aceptó. Parecía todo más fácil de lo que se había imaginado, solo tenía que llevársela sin levantar ni una sospecha.

__________________________________

¡Hola! Perdón por no haber actualizado pero prefiero escribir cuando tenga inspiración y ya saben, aún así creo que este capítulo es demasiado corto ¿La razón? Bueno, es porque pienso dividir la historia en: comienzo, trama y final. 
Así que el capitulo que sigue es el principio de la trama. Besos, cuídense y voten. 😏

Yes daddy. ©Where stories live. Discover now