Yes daddy. ©

Chapter IX

El sol se puso en el ocaso, la chica estaba amarrada y encadenada tal y como Ethan la había dejado. Sus piernas dolían, se sentía mareada y sucia. Comenzó a llorar, jamás había valorado tanto su libertad como en ese momento, pensaba demasiadas cosas que llegó a un limite donde preferiría estar sin vida a seguir encerrada. Y quien sabe hasta cuando se mantendría ahí.

Escuchó un sonido por la puerta principal, bolsas de compras resonaban en su sensible oído.

—¿Ethan? —Nadie contestó.

Por alguna estúpida razón se sentía más segura con Ethan.
Nuevamente volvió a escuchar algo, esta vez eran pasos, lentos pero seguros. Los pasos se vieron interrumpidos por una voz masculina, la cual reconoció automáticamente. Ethan.

—Volví.

El silencio se apoderó de la pieza.

—Me están buscando.

Esta vez se alarmó, pero no dijo nada.
Quería largarse de ahí, ¿a ella qué le importaba? Tal vez mucho, puesto que Ethan iba a tomar cartas en el asunto. Era más que obvio, se irían de ahí y todo empeoraría.

—Déjame ir y te prometo no decir nada. —dejó salir por primera vez la chica.

Casi con un suspiro y con la voz quebrada le respondió.

—Lo que tenga que hacer, verás; no sé si las camaras de seguridad nos vieron. Y si lo hicieron es más que obvio que sea el principal y único sospechoso. Acabo de huir, mi esposa piensa que estoy en un viaje de la compañía. No queda mucho tiempo y créeme que no pienso desperdiciarlo.

—Entrégame y hago que te dejen en paz. —Le volvió a insistir.

Ethan se rió como si le hubiese contado un mal chiste. Le quitó la venda de los ojos.

—Escúchame, nos alejaremos de aquí. No quiero que intentes escapar, porque al primer alboroto que hagas, te juro, en serio, te juro que no tendré compasión por ti.

Unas bolsas se asomaban por sus pies. Hannah alcanzaba a ver algo de ropa.

—¿Qué es eso? —preguntó tratando de tranquilizar el ambiente.

—Son algunas cosas para que te vistas. Necesitas darte un baño. —Puso las bolsas a un lado— ¿O quieres que yo lo haga por ti?

—Estoy bien, supongo, puedo ducharme sola. Pero necesito que... —apuntó sus ojos en dirección a su cuerpo— ya sabes, me quites esto de encima.

Después de que Hannah se duchó y contuvo las ganas de escaparse, Ethan le dio comida. La chica tenía mucha hambre, siempre que se sentía nerviosa o ansiosa, comía algo.
Se dio cuenta que Ethan se veía muy distante, era cortante con sus respuestas y no le prestaba mucha atención a lo que ella decía.

Cuando estaba todo listo se subieron al carro de Ethan, no era el mismo que había visto la primera vez, éste tenía las ventanas polarizadas pero mantenía la elegancia.
En el camino, Hannah se durmió. Ethan se detuvo un momento para admirarla. Sentía algo de compasión hacia ella, pero él se excusaba con que era algo normal. Ambos tenían cierto odio hacia el otro, y cuanto menos contacto tuvieran, sería mejor.

Ethan se paró en una estación de servicio para poner combustible. Hannah se despertó, volteó a su alrededor; se dio cuenta que había un señor adentro de un mini súper, contempló la idea de pedir ayuda pero la rechazó automáticamente cuando volteó a ver las marcas de sus piernas.

Ethan entró al carro y suspiró pesadamente.

—¿A dónde quieres ir? —Se volvió a ella.

—A mi casa.

La miró como si la quisiera apuñalar, pero solo se puso sus lentes negros y arrancó el carro. 
Sería un largo viaje. 

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Perdón chicas😢 estaba de vacaciones y no pude escribirles. Aquí está el capítulo, intentare escribir cada semana, las amo❤️

Voten, comenten y compartan, me ayudan muchísimo con eso😭💕