Capítulo 2.- La velocidad es mi vida

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En otro punto de la zona alta de la ciudad, específicamente en la mansión de la familia Rider Fitzherbert, se encontraban tres hermanos

Flynn Rider Fitzherbert, el mayor, era alto, atlético, cabello corto oscuro, tez bronceada, ojos color miel, tenía una barba la cual le daba un aspecto bastante atractivo, su nariz no era ni muy grande ni muy pequeña, digamos que era normal y tenía unos labios sumamente sensuales, tenía 24 años

Elsa Rider Fitzherbert, la segunda, alta, delgada con sus curvas definidas, cabello largo de color rubio platinado, piel blanca tanto como la nieve, ojos azules tan profundos como el mar, facciones delicadas dignas de ella, tenía 21 años

Anna Rider Fitzherbert, la menor y última, era de estatura baja, era de piel blanca, no tanto como Elsa, una rara mezcla de tez entre la de Flynn y Elsa, con los ojos azules casi tirando a grises, pelirroja, presumía de tener buen cuerpo nariz pequeña y respingada y los labios carnosos, tenía 18 años

Elsa

¿Les ha pasado que sus hermanos discuten todo el día por el mismo tema, y parece que la conversación no tiene fin? Pues esa era la situación que estaba viviendo en ese momento.

Mi hermana Anna, llevaba literal ya 3 días insistiéndole a mi hermano Flynn que la integrara a la banda, y aquel día desde que llegamos de la universidad, los dos habían ido a dar a mi cuarto, mientras yo estaba sentada en el escritorio tratando de ignorarlos, Anna seguía con lo mismo

- ¿Entonces...? - dijo Anna nerviosa mirándonos a ambos – ¿me dejarás correr esta noche? – preguntó suplicante, poniéndole a Flynn cara tierna

- ¿A caso no hablo claro?, ¡No Anna, ya te he dicho que no, es la tercera vez el día de hoy que te lo digo, no vas a correr, llevas ya varios días con lo mismo! – exclamó molesto, Flynn rara vez se enojaba, pero cuando lo hacía, había que rezarle al ser en el que creyeras, porque era cosa de dar miedo.

- ¡Pero, no es justo! Elsa lleva años compitiendo y nunca le has dicho nada – gritó Anna

- ¡Suficiente Anna, tu tienes 18 años, y Elsa tiene 21! – gritó Flynn, sobándose el puente de la nariz

- ¡Pero empezó a correr a mi edad! – reclamó Anna y la verdad ya me habían colmado la paciencia

- Anna, ya fue suficiente, llevas días con el mismo tema, y la verdad ¡ya me cansaron!, es cierto, comencé a correr a los 18, pero la primera carrera no fue hasta que cumplí 19- dije con desgano, interviniendo en la pelea

- Faltan pocos días para mi cumpleaños, y no le veo sentido pertenecer a la banda sino se me permite competir – sollozó

Flynn dio dos vueltas a lo largo del cuarto, solo me miraba a mí y luego a Anna

-Ann, necesito hablar con Elsa, déjanos solos – murmuró dándole la espalda

De mala manera, se levantó de la cama, no sin antes hacerme señas de súplica para tratar de convencer a nuestro hermano, solo negué con la cabeza y después abandonó el cuarto.

- ¿Qué piensas? – rompió el silencio Flynn una vez que se cerró la puerta

- ¿Honestamente? En este momento estoy fastidiada de su pelea que ya llevaba días, pero – tomé aire para lo que le iba decir - Flynn, déjala correr, es lo que quiere, y ambos sabemos que no te va a dejar de fastidiar hasta que lo consiga.

- ¡Es una niña aún! - gritó mi hermano

- ¡Desde que tiene 15 años nos ve correr a todos! ¿Nunca pensaste en que esto iba a suceder? – grité también

Carrera por un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora