Capítulo 24.- Noche con las chicas

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Mérida

Era sábado por la mañana para mi fortuna no tenía clases, no sé cómo puede haber personas que vallan a la escuela en sábado, me desvié del tema, me levanté de la cama y fui al baño, para darme una larga ducha, era justa y necesaria, las sesiones de entrenamiento con Hiccup eran algo agotadoras, además estaba nerviosa, debido a que Flynn nos dijo a Anna y a mí que hoy verían nuestros avances con los nuevos miembros. Estaba disfrutando de mi baño con agua caliente cuando mi teléfono comenzó a sonar, de mala gana salí de la regadera y contesté sin fijarme en quien era

- ¿Bueno? – dije un poco molesta

- Mer, soy Els- dijo ella tranquila

- ¡Ah, hola prima! - dije cambiando mi tono de voz - ¿Qué sucede? – se me hacía raro que me llamara

- ¡Mérida, soy una idiota! - dijo ella alterada

- ¿Por qué dices eso? - me altere un poco

- Es qué pasó algo ayer en la noche fui a casa de Pincel, y en un arranque de celos la cacheteé porque me estaba quitando a Jack- comenzó a llorar

-Espérame poquito- le dije, cerré la regadera y me envolví en una toalla –Ahora si dime ¿Qué hiciste qué? – le grité

Rápidamente me contó que ella pensaba que Jack y Rapunzel eran Jackunzel, pero me explico que la misma Rapunzel le había dicho que no había nada entre ellos, solo que le corría la culpa de que había golpeado a su mejor amiga

- ¡Cálmate Els, primero! ¿ya le pediste disculpas a Pincel? – le dije tranquilamente

- Sí, en ese mismo rato- dijo ella y fue moderando su tono de voz

- Muy bien, y lo que debes hacer acerca de Jack, primero ordena tus sentimientos, y descifra que es lo que sientes por él, si realmente te gusta, o va más allá o simplemente no quieres verlo ni en calcomanía – dije y sentí como el frío se apoderaba de mi cuerpo, a pesar de estar envuelta en una toalla

-Gracias Mer, no sé qué haría sin ti prima – dijo ella ya más calmada

-Yo tampoco sé qué haría sin ti Els, pero en este momento te juro que me dará un resfriado por tu culpa- dije justo antes de estornudar

- ¿Resfriado? - dijo ella desconcertada

-Sí, me estaba bañando cuando llamaste- dije y estornudé

-Lo siento Méri, te veo más tarde – me dijo y colgó

Después de esa tan extraña llamada regrese a la regadera, una vez que termine de darme mi baño, salí a mi cuarto para vestirme, mientras revisaba mis cajones de ropa interior pude ver que tenía una bolsa de regalo, la abrí y estaba ese coordinado negro con cintas rosas que me había regalado él, no sé porque aún no me había deshecho de ese conjunto, pero era demasiado lindo así que decidí ponérmelo.

Me miraba en el espejo y tocaron a mi puerta, por la manera que tocaron pensé que era mamá así que dije que entraran

- ¡Merlina tu mamá me dejo pasar! - dijo él, la persona que menos quería ver

- ¡AHHHH! - gritamos ambos

- ¡¿Qué estás haciendo aquí?!- dije alterada y solo me cubrí con una almohada que encontré

-Lo-lo siento Mérida, tu mamá me dejo pasar, veía para ver si teníamos una última sesión de práctica antes de-de – decía el estúpido de Hiccup nervioso, y vi como su cara se ponía de todos los colores

-Haddock, me alegra que al fin te aprendieras mi nombre, pero ¿puedes voltearte? - dije y alcé las manos, provocando que se cayera la maldita almohada

Carrera por un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora