Capítulo 4.- ¿Puedes dejar de hacer eso?

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Jack

10:50 a.m., la mañana corría como siempre, en los pasillos había mucho movimiento, y más durante el cambio de clase, ese barullo era un poco frustrante y aburrido para mí, debido a que mi padre controlaba cada aspecto de mi vida, incluyendo mis amistades, mis amigos están en una universidad cuyas colegiaturas son un poco más accesibles, pero como sus padres trabajan o trabajaron con mi padre, para él son los adecuados para ser mis amigos.

11:00 a.m. los pasillos se volvieron a vaciar, yo me encontraba ya en el salón, mi clase Derecho Penal I, la maestra había llegado y estaba a punto de cerrar la puerta, cuando de repente apareció ella; la misma chica que en la mañana me había sonreído, o quería creer que aquella sonrisa había sido para mí, se me hizo raro que estuviera en esa clase, pero bueno, considerando que la maestra, la primera semana no se había presentado, oficialmente aquella era la primera clase

- ¿Puedo pasar? – dijo ella muy agitada, la maestra le dio el pase y después de que ella entró. Llevaba un pantalón de mezclilla, una playera blanca de cuello "V", con una chamarra de cuero negra sobrepuesta en sus hombros, Converse negras, con el cabello recogido en una coleta alta, rápidamente se sentó en el único lugar disponible, detrás de mí, claro exceptuando a mi lado, nadie se quería sentar junto con "el señor perfección" de la carrera.

La maestra comenzó por explicarnos el motivo de su ausencia, y pronto comenzó con la clase, realmente no íbamos atrasados, debido a que las primeras clases siempre son introductorias. 45 minutos habían pasado, cuando la maestra tuvo que salir, debido a que la llamaban en el departamento, así que nos quedamos solos. Dibujaba en la esquina de la hoja de mi libreta, cuando mi tortura comenzó; la chica que estaba sentada detrás de mí, no escogió otro momento para comenzar a mascar chicle, bueno hubiera sido que solo lo mascará, pero no, hacía bombas con el chicle, y cada que tronaba hacía ¡Pop!

Los minutos pasaban y la maestra no regresaba, y esa niña seguía mascando y haciendo ¡pop! Y ya me estaba colmando la paciencia y crispando los nervios, me daba la impresión que lo hacía a propósito, no soportaba que hiciera más ese ruido infernal, me fastidiaba porque en todo el salón era el único sonido que se escuchaba, inhale profundamente y exhale, trate de tranquilizarme y me giré a verla.

-Oye – dije tratando de llamar su atención dado que tenía los audífonos puestos, moví la mano frente a ella, y me miraba algo molesta, se quitó los audífonos y trono por última vez el chicle

- ¿Qué es lo que quieres? – preguntó molesta mientras se quitaba uno de los audífonos, su actitud me sorprendió bastante

- ¿Te importa? – le respondí tajante, mientras ella volvía a repetir el proceso de hacer una bomba de chicle para después hacerla explotar

- ¿Qué? – respondió con desenfado

- Lo que estás haciendo, deja de estar haciendo bombas del chicle y después lo hace explotar, ¡es un ruido infernal! – exclamé

- ¿Por qué? – seguía con su jueguito de hacerse la tonta

- Porque tienes ya mucho tiempo haciéndolo, porque me fastidia, y porque es una falta de respeto a todos los que estamos en el aula – traté de calmar mi tono de voz y no ser grosero

- ¡Uy, que carácter! – exclamó ella con sarcasmo – está bien, dejaré de hacerlo solo porque lo pediste con "amabilidad" – hizo con los dedos el signo de comillas. Se levantó de su pupitre y fue a tirar el chicle al cesto de basura. Pude observar que la chamarra que llevaba sobre los hombros, en la parte de la espalda tenía un logo que decía "Riders". Cuando giró para regresar me sonrió de manera maliciosa y se dirigió a su asiento; mi alma al fin descansaba después de ese molesto ruido, pero mi tranquilidad no duro lo suficiente, en menos de un parpadeo ya había cambiado sus cosas a la silla que estaba a un lado de mi asiento.

- ¿A caso dije algo que pensarás que podías cambiarte de sitio? – pregunté con fastidio

- Lo siento, pero pensarás que soy una mal educada o que no tengo modales, sobre todo tú – hizo una pausa y me miró de arriba abajo – que es claro que te sobran. Mi nombre es Elsa, tercer semestre – me tendió la mano

- Jackson Frost Overland – dije tomándole la mano y saludándola, no esperaba que esa fuera su reacción.

- ¿Jackson? ¿Qué clase de nombre es ese? – preguntó confundida

- Un nombre propio, no le encuentro lógica a tu comentario – respondí tajante para dar por zanjada la conversación, giré la cara para ya no hablar con ella

Por el rabillo del ojo vi como dejaba escapar un suspiro por mi actitud, tal vez no esperaba mi reacción, y puedo asegurar que estaba por contestarme, pero en ese momento regresó al aula la maestra, negándole a la señorita Elsa su oportunidad de continuar nuestra conversación, si es que eso fue una conversación.

Durante la clase observaba de reojo a Elsa, y ella a diferencia de las demás mujeres que asistían a la universidad, no encajaba con "el estilo" de ellas, no me malinterpreten, pero mis compañeras siempre trataban de estar al último grito de la moda, y podían darse el lujo, digo si tenían el dinero suficiente para pagar las colegiaturas de la escuela, fácilmente su presupuesto les daba para comprar en las mejores tiendas, o incluso ropa de algún diseñador de renombre, pero Elsa no, ella era más casual, o al menos con estas primeras impresiones me daba la impresión que ese era su estilo, un poco más "rockero", pero bueno no puedo juzgarla, pero si es así creo que su personalidad sarcástica e irónica le viene como un guante, lo que me sorprendió es que mostraba bastante interés a la clase, esa actitud no encajaba con su apariencia, daba la impresión de que solo estudiaba para complacer a sus padres.

Dejé de darle importancia a la chica de cabello platinado e imité su ejemplo, poner atención a la clase y tomar las notas que creía que eran necesarias; la clase continuó con su rumbo, y cuando menos acordé, ya era la 1:00 p.m. y las clases habían terminado, para mi sorpresa en cuanto la maestra se retiró Elsa tomo sus cosas y salió disparada del salón, no podía permitir que se fuera sin concluir mi conversación con ella, así que por primera vez, abandone el aula en cuanto salió el maestro para darle encuentro y hablar con ella

Carrera por un amorWhere stories live. Discover now