Ladrón de galletas ; 02

D o c e

Lucas llegó a su casa con su madre y su padre, totalmente feliz y desbordando alegría por su dada de alta.

Esa clínica le ponía los pelos de punta, y más las personas que iban a visitarlo. No era que les diera miedo, tenía miedo de no poder actuar como actuaria Lucas, no los recordaba, temía dañarles de alguna forma.

Ya estaba progresando, sabía su nombre y algunos de sus gustos, reconocía a sus papás y familiares, aunque no completamente... pero le faltaban algunas personas.

Cruzó su habitación y se tumbó con alivio en su cama, ¡Como la extrañaba!

Luego se cambió y tomo un baño, cuando salió siguió explorando su habitación.

Algo que le pareció extraño y lo tomó por sorpresa fue la pared. En realidad en las cuatro paredes de su habitación estaban notas, y fotos.

Fotos de aquella chica molesta que lo venía a visitar. Cuando salió de su cuarto quiso decirle algo, pero esperó al otro día, se disculparía y verían la película juntos, pero ella nunca vino.

Las notas que habían eran muy divertidas firmadas como Oreo, se tomó el tiempo de leerla una por una. Y aunque no estaban en orden, lo entendió perfectamente.

Su corazón dio un vuelco, y empezaban a llegarle leves susurros, risas, canciones, un puente... Pero luego todo se tornó muy confuso. Tomo cada una de esas notas y las trató de volver en una especie de plano del tiempo.

Las iba organizando por como creía que era la historia.

Definitivamente causaban algo en él, solo que no sabía que era.

Cuando tuvo todas las cartas organizadas en el piso, solo se acostó en ellas. ¿Qué eran? ¿Recordaría algo?

¿Por qué tenía fotos de esa chica?

¿Era especial para él?

Solo había una explicación, salió rápidamente de su casa y fue a buscarla.