Si estas conmigo

Otra Vez

Steven

-Deja de comportarte así -alejó mi mano de su abdomen

Solté una pequeña risita. Estaba algo borracho pero no demasiado como para cometer locuras. Solo aprovecho la situación.

-¿No te gusto? -la miré de cerca, demasiado cerca

-Ya no -respondió alejandome

-Tendré que esforzarme para gustarte de nuevo -le guiñe el ojo

Me levante sonriendo, me parecía divertido ver la expresión de Diann.

-Los niños ya están dormidos -comenté

En ese momento me empecé a desvestir. Me desabotonaba lentamente la camisa mirándola.
-¿Que-que haces? -preguntó nerviosa

-Me desvisto -reí

Al terminar de sacarme la camisa di un paso hacia ella e hize un ademán señalando mi pantalón.

-No te atrevas a sacarte el pantalón -seguía nerviosa

Posicioné mi mano en la correa y empecé a desabrocharla.

Ella se puso roja y cubrió su rostro.

Llamenme malo pero enserio me divertía verla sonrojada.

Me saqué la correa y cogí mi polo. Lo puse en una silla y me recosté en un mueble.

-Duerme bien -dije al ver a Diann con su rostro aún cubierto
Ella sacó su manos poco a poco, al ver que estaba recostado en otro sofá se relajó.

-¿Hace calor? -preguntó fastidiada

-Para mi si -me recosté sobre mis manos boca arriba para seguir conversando con ella

Ella no me respondió y también de recostó en su sofá dándome la espalda.

-Diann... -susurré

Seguí sin obtener respuesta. Genial al parecen la hize enojar como de costumbre.

-¿Era necesario hacer ese show? -preguntó luego de unos minutos

Por su voz pude notar que estaba enojada.

-¿Que show? -fingí no saber

-Esas acciones de doble sentido que hacías al desvestirse

-Para mi fue algo normal, simplemente me desvestí. A no ser que tu hayas pensado en que quería hacer otra cosa -reí

-Lo pensé, se puede esperar cualquier cosa de ti -dijo con un tono de desprecio

-Diann... Solo fue una broma, calmate

-Se vió mal

-Disculpame

-Cuando tenga oportunidad me vengaré -dijo casi riendo

-Esperaré esa venganza

Reímos al unísono.

Luego nos quedamos de nuevo en silencio.

-Descansa señorita -dije

-Tu también señorito -dijo casi inentendible presa del sueño

Quería abrazarla pero tenía que ganarme ese derecho nuevamente.