Diann
Había pasado una semana desde que habíamos salido del hospital, mi ambiente era muy agradable. Steven y yo habíamos decidido vivir juntos en un pequeño apartamento.
En cuanto a los demás, no sabía mucho de ellos. La mayoría se encontraba estudiando para el examen de graduación.
-¿Quieres café? -preguntó Steven
-Tu café siempre sale desabrido
Reí. El hizo una mueca rara.
-¿No te gusta? Tienes mal gusto
-Si lo sé, por eso estoy contigo
-Ahora resulta que estar conmigo es de mal gusto -sonrió -eso no me dijiste ayer -guiñó el ojo
-Cállate -le tiré un trapo
Preparó su café y se sentó en el mueble de la sala. Habíamos pasado la mayoría del día estudiando, ahora ya eran como las diez de la noche, normalmente deberíamos dormir pero se me dió por ver una película y obligué a Steven a acompañarme.
-Ven aquí -hize un espacio junto a mi acomodando los cojines
-Cambias de opinión constantemente -me miró tontamente -la vez pasada dijiste que querías ver la película cómodamente y me botaste, ahora me quieres junto a ti, deberi...
Me levanté rápidamente y lo jalé hacia mi.
-Chica loca -rió entre dientes
-Idiota sin cerebro
-Loca enamorada
-Loco desmemoriado
-Estúpid...
Corté nuevamente sus palabras, esta vez abalanzándome sobre él.
-¿Que ibas a decir? -lo miré a las ojos desafiante
Estaba encima de él, el parecía estar algo incómodo.
-Te gusta estar encima mio -habló con una voz terriblemente seductora
-O a ti te gusta estar debajo mio
Me besó toscamente en los labios y luego empezó a bajar lentamente hasta plantarme pequeños besos en el cuello.
-Steven... -pronuncié ahogadamente
Él continuó haciendo lo suyo, pasó su tacto por debajo de mi polo y empezó a subir hasta el broche de mi sujetador.
No quería hacer eso, no ahora. Me alejé sin embargo el ya había logrado desabrocharlo, pero el ignoró eso y me apegó a él nuevamente. Me aleje más, sentándome rápidamente.
Por mi movimiento brusco Steven reaccionó al instante mirándome atentamente.
-Disculpa -dije tímida
-Por dios Diann, estas totalmente sonrojada -veía una expresión alegre en su rostro
-Es tu culpa -puse mis palmas junto a mía pómulos para cubrirlos
Se preguntarán porque paré el momento, en primer lugar no me sentía lista para eso. Y en segundo lugar, aun soy pura.
Sí. Una chica de dieciocho años que aún es pura, ¿raro?. Pues no lo es para mí, es decir, se que llegará ese momento algún día pero prefiero aplazarlo mientras me sea posible. Siempre he sido desconfiada conmigo misma y pasar a ese nivel es demasiado para mi.
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Si estas conmigo
RomanceDiann es una chica de 18 años que tiene una vida muy sola, sus padres son unos empresarios que no pasan tiempo con ella pues viajan constantemente. Pero tiene buenos amigos, así que para ella su vida es singularmente feliz. Un día un chico nuevo vi...