Si estas conmigo

Días... - 3 (FIN)

Diann

-Deberías ir, no te hace nada bien estar aquí -Zoe insistía

Ella había venido temprano para llevarme hoy a la universidad.

-Ya dije que no, no iré hasta que las cosas se olviden

-¿Y qué? ¿Pasarás tu vida encerrada en tu habitación? Te volverás loca

Habían pasado diez días desde la pelea y en los últimos cinco días había dejado de asistir, ya que verlo se me hacía difícil. Sí, soy cobarde, soy una tonta chica cobarde.

-Él quiere hablar contigo

-Yo no quiero

A decir verdad si quería pero me daba vergüenza.

-Se que lo extrañas. Vamos ahora, si no llamaré a Margot

-No la llames, no quiero que se preocupe -le quité su celular -iré

-De acuerdo -dijo entusiasmada

Me cambié lo más rápido que pude, me lavé la cara y salimos.

-Pareces un zombie con esas ojeras, debiste maquillarte un poco

-Yo me siento cómoda así -me encogí de hombros

Llegamos temprano, sin nada que hacer nos sentamos en las bamquitas de afuera. Zoe no paraba de enviar mensajes desde su celular.

-¿Con quien hablas?

-Con Nicolás -respondió -iré a comprar café, espérame aquí

Se fue apresuradamente.

Estuve ahí esperando por unos minutos, estaba aburrida y hacía demasiado frío afuera. Los mejor sería entrar.

Me levanté al mismo tiempo en que alguien se sentó a mi lado.

-¿A donde vas? -preguntó

-¿Huh?

Lo miré por unos segundos, no sabía que hacer ahora. Se me hacía vergonzoso hablar con él.

-Me pareció que te levantaste apenas vine, ¿es así?

-No, yo iba a entrar ya que hace frío aquí

-Ponte esto y hablemos -se sacó su casaca

Me rodeó con sus brazos con el fin de ponerme la prenda y se quedó en esa posición unos segundos más. Dió un pequeño suspiro y se apartó.

-¿Por qué no has venido estos días? ¿Te encontrabas mal?

Tu sabes la respuesta, tonto.

-Steven, tu sabes el porqué

-No quiero pensar que es por eso, es muy infantil

Sus ojos no apartaban su mirada de mi, me sentía vulnerable, pero creo que era una sensación buena.

-Yo... empecé odiar ir al lugar donde inició todo. Te veía y eso era lo único que podía hacer, no soportaba tal idea -él sonrió -y ahora estás aquí pero no te siento cerca a mí, siento un distanc...

Me besó dulcemente los labios.

-¿Me sientes cerca ahora? -dijo con una media sonrisa

-Steven -murmuré

-Disculpa, no debí alejarme de ti. No sabes cuanto te extrañé -me abrazó

Era yo la que debía disculparme por actuar de manera inmadura. Sin embargo el esta aquí. Abrazándome. Queriéndome.

-Te quiero -dijimos al unísono

Nos miramos y reímos.

-Prométeme que estarás conmigo -me acurruqué en él

-Prometido

Sus palabras me daban seguridad, por más que ahora sean inciertas estar con él por el momento me hacía feliz. No cambiaría por nada esto, aunque pasaran mil años mi amor por él seguiría.

Díez años después...

-Jimmy, deja de molestar a tu hermana

-Mamá -se quejó -ella me está quitando mía juguetes

-Niara solo quiere jugar contigo -los separé

-Quiero jugar con mi hermanito -camino tambaleándose hacia él

-Yo no quiero jugar contigo

-¡Jimmy! no seas egoísta -lo junté con su hermana

-No -gritó

Empujó a Niara haciéndola caer al suelo. Ella empezó a llorar descontroladamente.

-Niños -suspiré cansada

Jimmy se fue a un rincón de la sala con sus juguetes.

-¡Jimmy ven aquí! -ordené

-¡Quiero a mi papá!

-A él no le gustará lo que le hiciste a tu hermana, se molestará contigo

-¡Papá! -sollozó

La puerta se abrió. Steven entró rápidamente, seguro al escuchar todo el ruido ocasionado por los gritos.
Margot y Jhonny observaba curiosos.

-¿Que pasó? -Steven se acercó a Jimmy

-Niara me está fastidiando

-Vamos amigo, ella es muy pequeña para eso. Asume tus acciones -le dió unas palmaditas

-Yo no hize nada -gritó

Cargué a Niara y me senté con ella en el sofá.

-Pa-pá -pronunció al verlo

La solté y se fue como pudo hacia su padre.

-Princesita -la abrazó con un brazo, mientras con el otro sostenía a Jimmy

Este se puso celoso al parecer y abrazó también a su padre.

-Ustedes tienen tanto que aprender -dijo Margot

-Ayúdanos en el proceso -rogué riendo

Margot me dedicó una sonrisa de aliento, me gustaría poder algún día ser como ella. Crecer pero aún tener esa luz que alegra, que guía a los demás de buena manera.

-Serán una bonita familia

Ya no eramos unos niños, habíamos crecido y teníamos dos hijos, Jimmy y Niara, con cinco y dos años.

Por fin, tenía una bonita familia. Todo lo que me faltaba hace años lo tengo ahora.

Él conmigo, yo con él, los niños con nosotros.

Soy feliz.