Capítulo 9. Parte 1.

2.2K 89 3
                                    

Capítulo 9. Parte 1.


— ¡Miller! —se escuchó por todos los pasillos, si no mal recordaba, esa era la voz de Violet cuando estaba resfriada.

— ¡Hudson! —exclame en su odio.

—Diablos, Anadla, no tienes idea de lo mucho que te extrañe —gesticula con una sonrisa de los mil demonios.

Sonrió al verla, y me abraza nuevamente. No es por alarmar, pero al abrazarla de nuevo la sentí más delgada que antes, no es que quiera decir que no lo era, porque siempre había sido delgada, pero ahora, podía sentir sus huesos de una manera que daba escalofríos.

—Todo y con detalle, maldita.

—Sí, idiota, todo y con detalle —y reímos las dos a carcajadas. Dios, la extrañe mucho.



—Según lo que me contaste: Georg Listing te encontró en la biblioteca leyendo ese libro de siempre, el cual ya deberías de cambiar ¿eh? —ríe burlona mente, sabía que odiaba ese tipo de comentarios—, después te invitó a salir, fueron a comer, a tomar un café, fueron juntos a un picnic en la playa, y se te declaró; tiempo después, te llevo a comprar ropa y te beso por primera vez, y justamente ayer después de hablar con tu mejor amiga, ósea yo, entró por tu ventana y te regalo ese hermoso collar de media luna que traes puesto en este momento. Voy bien, ¿verdad? —preguntó chistosamente.

—Siempre supe que puedes resumir todas nuestras conversaciones en unos minutos; y sí, mejor que nadie. Resumiste mi vida con él de casi 2 meses, es increíble.

—Ya, ya, deja de reírte. Y dime, ¿qué le vas a regalar? —sonríe maliciosamente, si no fuera mi mejor amiga, juro que le aventaría mi capuchino en estos momentos.

—No lo sé; él dijo anoche "1 de los 4 presentes que tengo para ti", ¿sería una mala novia si no le regalo nada?

—No, no lo serías, pero sería algo muy injusto que no le regalaras nada en su primer mes de novios, así que... ¿vamos a una sex shop?

Nunca pensé que mis ojos pudieran tener ese tamaño, Violet ríe a carcajadas del simple hecho de pensarme a mí en un "baby doll", o no sé, cualquier tipo de vestimenta sexual; además, me prometí que sería virgen, pura y casta hasta el matrimonio, y que nadie abusaría de mí, no señor.


"Pero sabes que todo va a cambiar después de eso, ¿verdad?" resonó en mi cabeza aquella frase. ¿Qué diablos...?



Before to me. #SB1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora