Capítulo 10. Parte 3.

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Capítulo 10. Parte 3. Are you afraid?


Georg estaba en el escenario de la casa de Rose acompañado con un vaso rojo que, supongo, que es una bebida de la cual nunca jamás en mi vida me atrevería a probar. Sí, así soy yo; tocó el micrófono levemente y sonrió.


—Su atención por favor —empezó y todos inmediatamente le prestaron atención. Más de la que alguna vez alguien me podría haber dado. Bueno, porque, nadie jamás en mi vida me ha hablado—; bueno, quiero darles las gracias a todos por venir el día de hoy a acompañar a Rose en su cumpleaños, que por cierto, felicidades, otra vez, a pesar del poco tiempo que llevamos juntos, eres como una hermana más para mí —una sonrisa se asomó por sus labios y sus ojos se posaron en mí, nunca me había sentido tan intimidada como lo había estado en estos momentos —hay una persona que creo que necesitan conocer; es una chica súper linda, tímida en sus entonces, con una cabello hermoso y los ojos más brillantes que alguna vez haya visto —¡wow! Afortunada la chica de la cual estaba hablando Georg, debe estar muy hermosa. Nunca podría compararme con ella en millones de años.


—Su nombre es Anadla Miller. Mi novia —mi mundo se detuvo por exactamente todo lo que me resta de vida. No podía creerlo, juro que ni en un millón de años luz o infinitamente. Georg acaba de anunciar nuestro noviazgo y no tenía problema alguno; todos en ese momento me observaron atentamente, como si las maravillas que haya dicho Georg fueran ciertas —cariño, ven, sube conmigo —vi extender su mano y sentí mi cuerpo como era empujado por personas para que subiera. Sí en éste caso se tomara en cuenta la frase "¿te comió la lengua el gato, pequeña?", juro por todos los dioses griegos y romanos que Georg había cortado todas mis cuerdas vocales y me estallara el cerebro ahora mismo. Dios, me sentí en el cielo del infierno propio. ¿Eso podía ser realidad?



Los baños de la casa de Rose estaban en la parte de arriba, pero eso se veía tan raro... bueno, lo decía porque de un momento a otro todos subían como si vendieran las primeras ediciones de William Shakespeare, en serio, todo era tan raro.


—Sí, yo también pienso que se ve raro que todos estén arriba —dice Georg llegando con un vaso de refresco para mí —es como un buen lugar para tener sexo, ¿no lo crees? —lo observo por el rabillo del ojo y sonríe. Bendita fiesta de noche, gracias por no dejar permitir ver mi rubor de a cada rato. ¡Infinitas gracias!


Lo más raro y estúpido de la situación, era que no me avergonzaba del todo, al contrario: quería seguir este juego. —De hecho, para pasarla roda la noche con un buen polvo rápido.

—Podríamos ir ahora mismo —die acercándose a mí mientras depositaba cálidos besos en mi cuello, haciendo que mi cuerpo reaccionara inmediatamente ante sus caricias y tacto.

—Georg...aquí no —suelto un gemido y él sonríe, para haber sido pequeños besos, siento la calentura al mil por todas mis venas y me aparto de él—, es tarde, me tengo que ir.

—Vamos, te llevo —me jala del brazo mientras pasamos en la multitud de jóvenes, y que justo en ese momento, todos empezaron a juntarse más y más, por lo cual Georg tuvo que tomarme de las caderas para caminar más rápido ambos al mismo paso... pero no era solamente eso, ¡lo había hecho a propósito! Mi cuerpo era nuevo ante esto, por lo consiguiente se estremeció y un pequeño espasmo recorrió todo éste, y él al parecer lo sintió, puedo jurar por lo mucho que lo amo que está sonriendo.


Maldito cabrón.


|Holaaaa! Espero les haya gustado el capítulo 10. Este es el final de la novela, nos vemos.


Jaja, no es cierto. Las quiero, gracias por todo. Sobre todo a mis mejores amigas.


Cambio y fuera: Ileana.


Before to me. #SB1Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu