Capítulo 18

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Narra Lali.

Lo mío con Mariano era un secreto a voces. Todos hablaban de que pronto íbamos a blanquear la relación, tan obvia, que existía entre nosotros. Ya lo sabía todo el mundo de las puertas para adentro pero el afuera lo sospechaba y mucha gente quería que sea verdad aunque mucha otra deseaba que no.
La realidad era que estaba feliz. Me sentía muy bien después de mucho tiempo de pasarlo mal y Marian era un gran tipo.
- Voy a hablar con Rial -me dijo cuando me llamó al celu.
- ¿Ya?
- Si, no quiero que las cosas sigan así.
- ¿Seguro?
- Ya hablé con mi familia y con Juliana. Esta todo bien. Mis hijos saben que estoy con vos, son chiquitos pero lo entienden.
- No puedo creer que hagas todo esto por mi... -solté una risita.
- Porque te quiero mi amor. Nos vemos después.
- Te quiero.
- Te quiero -colgó.
Me preparé para grabar con Jime y le conté que Marian contaría todo.
- Da la cara por los dos, es un hombre de los pies a la cabeza -dijo ella y me abrazo.
- Espero que ahora que se va a saber se calme todo un poquito más. No quiero estar escondiendome como si hiciera algo malo.
- La prensa va a estar media pesada, son LA PAREJA del año querida -sonrió.

Narra Peter.

Mariano habló con Rial sobre su relación con Lali "Hace menos de un mes que estamos saliendo" contó y se me encogió el estómago. Esperaba enterarme por ella pero ni eso hizo por mi. Más allá de que ya lo sabía esperaba que ella me lo contara. Apagué la radio y me vestí para seguir grabando La Leona. Íbamos a terminar de grabar en pocas semanas y el estreno estaba previsto para enero.
Al terminar de grabar fui al galpón, se venían las últimas funciones de Equus. Dejé el celular apagado. No quería saber nada de nadie.
En el escenario vi entre el público a Brenda y al terminar la función salté directo para agarrarla y darle un beso.
- Que lindo que estés acá - sonreí.
- Te quería ver y vine para quedarme. Acepté el papel.
- Creí que no querías saber nada de mi.
- Entiendo lo de Martina, me molestó en ese momento pero confío en vos.
- ¿En serio?
- En serio -me besó.
- Hoy te invito a cenar a casa y hablamos de esto que hay entre nosotros -le di un pico- Quiero que salga bien.
- Yo también -me besó.

Narra Lali.

Peter no me contestaba el teléfono. Seguro que estaba enojado porque se enteró de que lo mío con Mariano es posta. Quería verlo. Quería explicarle que pasaba... Me negaba a volver a estar sin hablar con él. Cada vez que nos dejábamos de hablar sentía un gran vacío en el pecho y tenía la necesidad de saber que pasaba en su vida o por su cabeza.
Me fui hasta el galpón, su compañera José me vio y me ayudó a entrar al camarin sin que nadie me vea.
- Te re agradezco -le dije y me senté.
- No sé que onda con Peter pero tené cuidado porque está feliz.
- ¿Y ese ataque? No me conocés.
- Por lo que habla de vos te conozco bastante.
- No te debo explicaciones.
- Lo sé y tampoco las quiero pero acaba de salir a la luz tu relación con Mariano y vos estás acá esperando a Peter. Algo no va bien ¿No crees? -sonrió y se fue.
- Quien se cree que es esta mina... -suspiré- Seguro que es una de las gatitas de Peter.
A los pocos minutos la puerta se abrió, entraron Brenda y Peter comiéndose la boca. No sabía dónde meterme. Me escondi rápido detrás de las cosas de vestuario y me agache esperando a que se alejaran de la puerta para huir de ahí. Me quería matar.
- Te extrañaba tanto -le decía él mientras la tocaba toda y la agarraba del culo.
- Yo también -le contestó y lo rodeó con sus piernas mientras él la llevaba hacia la mesa y la sentaba.
Podía escapar de ahí, la puerta estaba cerca. Avancé sin levantarme del suelo, con mucho cuidado de no hacer ruido pero me era inevitable no mirar aquella escena.
- Que buena que estás -le dijo mientras le besaba el cuello.
Ya me estaban dando náuseas, me levanté y abrí la puerta pero en ese momento escuché mi nombre.
- Lali -dijo Peter y me detuve en seco.
- ¿Me acabás de llamar Lali? -le preguntó Brenda enojada y yo me di la vuelta.
- No, está ahí -le contestó Peter que me había visto desde el espejo y ella lo apartó.
- Hola -saludé- ¿Cómo estas Brenda? -sonrei nerviosa.
- Podría estar mejor -contestó y se bajó de la mesa.
- ¿Qué haces acá? -me preguntó él confuso.
- Eh.... esto... quería invitarte a el musical de Esperanza Mia. Bueno, a los dos -mentí y sabía que Peter no me creía pero no sabía que decir.
- ¿Y las entradas? -preguntó Brenda.
- Tienen que estar acá -dije mientras revolvia mi bolso para ver si tenía algunas.
- Mejor me voy -dijo molesta.
- Ey bonita -le dijo Pit y la agarró del brazo- No pasa nada.
- Si que pasa. Te veo después, cuando soluciones todos los problemas con tus exs novias -dijo mirándome y salió.
- Genial cumbia ninja por cierto -le dije cuando asomé la cabeza hacia afuera pero ella ni se giró.
Volví a meter la cabeza dentro y Peter estaba sentado de brazos cruzados.
- Perdón por interrumpir tu polvo -dije con ironía.
- ¿Qué haces acá?
- Ya te dije.
- Mentí mejor.
- Vine a eso.
- Viniste a darme explicaciones ¿no?
- No te debo explicaciones de nada.
- ¿Queres saber porque viniste acá a darme explicaciones? -se puso en pie y se fue acercando a mi mientras yo retrocedia- Vos no estás enamorada de él, en el fondo de tu corazón seguís enamorada de mi y eso te jode -terminé apoyada en la pared- Seguro que te morias de celos al ver cómo besaba y tocaba a Brenda.
- Ya te gustaría -dije haciéndome la dura mientras él se acercaba a mi boca.
- Te morís por un beso mío -sonrió y no podía despegar la mirada de sus labios.
- Antes muerta.
- Es muy feo mentir Mariana -acarició mi mejilla.
- Sos un creído -lo empuje.
- Y vos te moris porque este creído te haga el amor contra la pared -dijo seriamente y cerré los ojos.
Sentía su respiración muy cerca, en mi cuello. Estaba, totalmente, entregada cuando se alejó y se empezó a reír.
- ¿De que te reis, imbécil? -abrí los ojos y me puse seria.
- De la cara de deseo que tenías -sonrió- Pero no koalita, esta vez no te voy a dar lo que estás buscando -se puso serio.
- ¡Sos un estúpido! -agarré mi bolso y salí enojada.
- ¡Pero te vas con las ganas de este estúpido! -gritó desde la puerta.
Lo odiaba por hacerme dudar y por jugar conmigo. Entre nosotros hay una gran atracción, desde siempre, algo que es imposible controlar cuando estamos cerca el uno del otro. Siempre tengo que luchar con todas mis fuerzas para no chaparlo cada vez que me lo cruzo y sé que a él le pasa igual conmigo.
- Hola gordo -le dije a Marian cuando me atendió el celular.
- Hola pitu -había agarrado la maldita costumbre de decirme pitu o putifina- ¿Todo bien?
- Estaría mejor si te tuviera un ratito para mi esta noche. Después de mi concierto -me subí al auto- Me muero de ganas de estar con vos.
- Ni bien termines voy para tu casa. Prepárate que te hago de todo, bomba.

Narra Peter.

Tenía ganas de jugar con ella como ella lo había hecho conmigo pero enseguida Brenda volvió a mi cabeza.
- No podes hacerle esto -me dije mirándome al espejo- Sé un hombre y no un pendejo. No tenés que jugar más con Lali.
Era fácil decirme eso una y otra vez, pero es difícil cumplir cuando la veo. Tenemos una conexión increíble y resistirme a ella me resulta imposible.
Hicimos una función más y me fui a casa. Después de darme una ducha y ponerme cómodo, me puse a cocinar y le mandé una selfie a Bren con delantal y todo.

Peter: Me está quedando todo muy rico.
Brenda: ¿Para quien cocinas? ¿Martina o Lali?
Peter: Para vos, que sos la única que me importa. Dale, veni y hablemos.
Brenda: No sé.
Peter: Dame una oportunidad.
Brenda: ¿Qué hay de postre?
Peter: Yo soy el postre, obvio.
Brenda: Está bien, en un rato estoy ahí Lanzani. No me falles.
Peter: Estará todo perfecto.

Llamé a Natalie mientras seguía cocinando, tenía que aclarar las cosas con ella antes de dar el paso con Brenda.
- ¿Pero le vas a pedir que sea tú novia? -preguntó confusa.
- No, pero que estemos en algo más serio y que veamos si funciona. Ella sólo conmigo y yo sólo con ella.
- Ella seguro que puede pero vos... lo dudo -rió.
- Voy a poder mientras no vengas a tentarme -reí.
- Yo seguro que no te tiento y respeto tú decisión. Pero sabés que no soy el problema, acá es Lali a la que cada vez que ves te la querés comer -me recordó como sino hubiera pensado en eso.
- Lo sé pero la voy a volver a evitar. No pasa nada.
- A ver cuánto te dura eso de evitarla.
- No seas mala Natalie.
- No soy mala pero es que nunca podés pasar de ella. Siempre está presente en tu cabeza.
- Las cosas van a cambiar -sonó el timbre- Ahí vino Bren, mañana hablamos gorda. Te quiero.
- Y yo a vos -colgó.
Abrí la puerta y estaba impresionante. Sonrió y entró.
- Traje un vinito -lo puso encima de la mesa.
- Enseguida lo abro -me acerqué y la besé pero no pude parar.
- ¿No íbamos a cenar? -sonrió.
- Primero te como a vos -le mordi el labio y la lleve a la habitación.

Narra Lali

Estábamos con Marian tirados en la cama, abrazados. Mientras él me acariciaba el pelo y me hablaba de una película que había visto con sus hijos, yo pensaba en lo que había pasado con Peter. Tenía que empezar a evitarlo para no caer en sus redes. No podía seguir con este juego porque los dos íbamos a acabar muy mal.
- ¿Me estas escuchando?
- Si, perdón. Estoy un poco cansada -lo miré y me dio un beso.
- Yo también y me tengo que ir -se levantó y se empezó a vestir- Tengo que pasar a buscar a los chicos.
- Nos vemos mañana entonces, yo me doy un baño y voy directa a dormir. No doy más -se acercó y me besó.
- Buenas noches amor. No te levantes, ya cierro yo -nos despedimos y se fue.

Lali: Hay que cortar con este juego que tenemos.
Peter: Pienso igual. Es mejor evitarnos.
Lali: Si, mucho mejor. Estoy con Mariano y quiero hacer las cosas bien.
Peter: Y yo con Brenda. Vamos más en serio ahora.
Lali: ¿Sólo vas a estar con ella? Difícil de creer.
Peter: Sólo voy a estar con ella. La elijo hoy, en este momento de mi vida. No quiero seguir con nuestra histeria.
Lali: Lo mismo digo. Yo lo elijo a él. Se terminó el juego.
Peter: Adiós.
Lali: Adios.

No te digo adiós ||Laliter||Kde žijí příběhy. Začni objevovat