Capítulo 22

3.6K 171 14
                                    

Narra Peter.

Mis vacaciones se habian terminado y ahora estaba en Mar Del Plata, ya que pronto empezábamos temporada de Equus y mientras habían comenzado las grabaciones de 30 días juntos. Así que estábamos con Inés, Nico, Cande, la China y Rufi en un departamento al lado de donde grababamos.
Mis escenas espezaban algo más tarde, así que tenia el departamento para mi sólo. Necesitaba algo de paz. Puse la tele mientras me preparaba algo para desayunar y enseguida escuche hablar de Lali y su show en el festival Jesús María. Hace días que sólo hablaban de eso.

Peter: ¿Cómo estas? No hagas caso a todos los boludos que te bardean. La rompiste.
Lali: Gracias Pit ¿Que tal por Mardel?
Peter: Genial. Bueno, me voy a grabar. Besos.
Lali: Besos.

Llegué el camarin e Inés estaba ahí. Me sonrió y se acercó para darme un beso.
- Te fuiste sin despedirte esta mañana -le reclame con una sonrisa.
- No te quería despertar, era temprano -me dio otro beso.
-Estas muy linda -la miré de arriba abajo y le hice dar una vuetita.
- ¿Vos decís?
- Yo te daba.
- ¿Mucho? -sonrió pícara.
- Y sin parar -le dije bajito y me acerqué para darle otro beso pero más pasional.
Pocos días después de conocerla ya habíamos empezado algo. Era una mujer centrada, con las ideas claras pero yo sólo quería sexo y se lo había dejado claro. Mi corazón estaba en otro lado, desde hace años que estaba con Lali y resulta difícil pasar página de ella cuando la veo cada poco tiempo. Brenda ya había salido lastimada por culpa de eso y no quería lastimar a nadie más.
Grabamos varias escenas. La química y la confianza entre la China y yo hacía que todo surja de forma muy linda. Nos reiamos muchisimo grabando juntos y todo salía perfecto.

Narra Lali.

Mariano estaba en Mar del Plata con su familia y yo había viajado para dar un show el fin de semana.
Cuando llegué a la habitación de hotel que habíamos reservado para los dos, me abrazo como si llevara un minuto sin verme, a pesar de que pasó una semana. Me envolvió entre sus brazos y respiró mi olor. Me dijo que le gusta mi shampoo. Besó mi pelo, mi cuello y llegó a mis labios. Me besa con ternura y enseguida comienza a respirar agitado. Noto que me desea, por la forma con la que empieza a acariciar mi cuerpo y por cómo sus labios están, salvajemente, pegados a los míos. Sin dejar de besarme, me lleva hasta la cama y me tira en ella. Me mira a los ojos mientras se quita la camiseta y al terminar devora mi cuello. Empiezo a sentir calor y ya sigo el ritmo de sus besos. A pesar de que cuando llegué no quería estar así. Quería hablar un rato, quería que se interese por mi y que me pregunte si estoy bien. Pero siempre termina volviendome loca. Siempre me calienta y termino entre sus sábanas. Disfrutando de sus besos y de sus caricias.
Cuando terminamos me mira a los ojos, acaricia mi mejilla y me da un beso en la frente.
- Te extrañaba - susurra.
- ¿Cómo estas? - pregunto con una sonrisa.
- Cansado, preciosa ¿Dormimos? - y sin esperar mi respuesta se da la vuelta y se queda dormido casi al momento.
Yo suspiro, miro al techo y pienso en cuanto tiempo más podré estar así. Pienso en si eso es todo lo que puede ofrecerme, un rato de buen sexo y nada más.
Lo quiero pero no lo amo y sé que me quiere, pero tampoco me ama. Tal vez es eso lo que nos falta, amor. Amor para conseguir que esta relación vaya a algun sitio. Que no sea sólo vernos y acostarnos. Ya no siento que eso sea suficiente y quiero amar. Quiero sentir amor de verdad. Quiero volver a experimentar ese sentimiento. Ese amor que solo sentí y siento por Peter.
Quiero volver a ser feliz y a no cuestionarme cada vez que me dejo caer en su cama.
Lo miro, esta tan dulce cuando duerme. Le doy un beso en la frente y me levanto para recoger mis cosas.
- ¿A donde vas? - pregunta de repente y bosteza.
- A pedir otra habitación.
- ¿Por?
- Es que no te amo.
- ¿De que estas hablando? -enciende la luz- ¿Estas bien?
- No. No estoy bien y me hubiera gustado que me preguntes si estoy bien al llegar. O ayer, o antes de ayer o tal vez hace una semana. No ahora, que decidí irme.
- Volvé a la cama. No seas tontita -se sienta.
- Sería tontita si me quedara con vos un minuto más -contesté y agarré mi bolso para irme y no volver.
Caminé hacia la entrada conteniendo la respiración, al llegar suelto el aire y apoyo mis brazos en una mesa, dejando caer el bolso a un lado. Empecé a llorar y me dejé caer al suelo al ver que no había nadie al rededor. Las lágrimas no paran de salir de mi y ya me siento sin aire. Otra vez la maldita ansiedad.
Después de tranquilizarme, llamo a Candela. Ellos estaban en un apartamento y necesito quedarme con ella, pedir otra habitación sería llamar mucho la atención y es lo que menos necesito. Cande no contesta.
Llamo a un taxi y vuelvo a intentar comunicarme con Candela.
El taxi llega, agarra mis cosas y entro mientras las pone en el maletero. Miro por el espejito y veo que Mariano se está acercando así que le pido que arranque rapido. Marco el número de la China, pero ella tampoco atiende así que decido llamar a Nicolás, pero directamente me da apagado. Mi última opción, aunque la que más deseaba, era llamar a Peter.

Narra Peter.

Lali llegó al poco tiempo con muy mala cara.
- Perdón.... -me miró con los ojitos llorosos- Pero necesitaba salir de ahí.
- No pasa nada -agarre sus cosas y la lleve hacia la habitación de Cande- No hagas mucho ruido, que esta Rufi durmiendo.
- ¿Y los demás? -pregunté nuestras lo seguía.
- Salieron de fiesta, hoy me tocó quedarme a mi para cuidar a la chiquitita -la miré y sonrei- ¿Cenaste?
- No, la verdad es que ni cené, ni me duché... nada.
- Pasa al baño tranquila, esta ahí al fondo. Yo voy a hacer la cena.
Lali se fue a bañar y yo me puse a hacer arroz con salsa y queso. Cuando salió sólo llevaba una camiseta grande, que me resultaba muy familiar, tenía el pelo mojado y una carita de cansada terrible.
- ¿Esa es mi camiseta? -le pregunté cuando la miré mejor.
- Era tuya -se sentó y sonrió- Pero me la dejaste una vez en Cariló y me la quedé.
- ¡Pero sino te gusta The Kooks! -reí
- ¡Me encantan desde que me los hiciste escuchar! -me recordó.
- Es verdad -sonreí.
- ¿Cómo van las grabaciones?
- Genial ¿Y tus shows?
- Genial.
- ¿Cómo está tú familia?
- Muy bien ¿La tuya?
- Igual. Ah vi La Leona, estas re caño y una actuación de diez.
- Te agradezco -sonreí y le alcance un plato.
- ¿Qué tal con Inés? -preguntó casi sin respirar. Sabía que quería llegar a esa pregunta.
- Lali... -reí- No tenemos que hablar de estas cosas.
- Quiero saber.
- ¿Por?
- Porque me interesa.
- Hablemos de vos ¿Qué te pasó que viniste acá?
- Dejé a Mariano -dijo mirándome a los ojos.
- ¿Lo dejaste? -tragué saliva.
- Estoy en eso... a ver, me fui y creo que tiene claro que se terminó pero supongo que le debo una charla adulta. Aunque sí, se terminó.
- No lo dejes
- ¿Por?
- Estoy con Inés.
- Lo sé, pero lo voy a dejar por mi no por vos.
- Esta bien.
- Pero me gustaría que volvamos a tener contacto.
- No puedo.
- ¿Por?
- Si te veo no puedo resistirme a vos .
- No te resistas -me dijo y se acercó.
Por un momento sentí ganas de besarla pero la frene antes de que se acercara a mis labios.
- No lo hagas -me aleje- Sería un error.
- ¿Un error?
- Vos hiciste tu vida mucho tiempo déjame hacer la mía.
- Estoy acá donde siempre quisiste que esté ¡Sos un histérico! -se enojó y se sentó otra vez
- Pensá lo que quieras -me senté y la ignore
- A vos te duele tanto como a mi estar separados ¿Por qué no podemos estar juntos si es así? -me miró a los ojos y yo empecé a comer.
- Porque estamos a destiempo Lali. Siempre. Cuando vos estás dispuesta a dejarlo todo, yo quiero hacer mi vida. Cuando yo me la paso llorando por vos, vos sos feliz. Es así siempre La. Estamos destinados a estar en diferentes frecuencias.
- Es una tontería.
- Es la verdad.
Seguí comiendo y evite mirarla. Ella se puso a mirar su celular y yo hice lo mismo.

Narra Lali.

Tenía un montón de mensajes de Mariano pero sólo decidí dejarle uno a Cande para que sepa que estaba en el departamento.
- ¿Una noche más? -le pregunté a Pit y dejó de mirar su celular- Sólo esta noche.
- No puedo Lali -sonrió nervioso y me acerqué muy despacio a él.
- Lo estás deseando tanto como yo -le agarré la mano y la puse alrededor de mi cintura.
Nuestros labios estaban muy cerca. Sentía su respiración entre cortada y sus ojos me miraban fijo.
- Estas hermosa -me dijo mordiendose el labio y escuchamos el ruido de la puerta abriéndose.
Peter me alejo con rapidez de él cuando las voces de los chicos empezaron a escucharse cerca.
Entraron en la cocina y me miraron extrañados.
- ¿Culo? -dijo la China.
- ¿Qué haces acá, gorda? -me preguntó Cande y me vino a dar un abrazo.
- Hola linda -me saludó Nico.
- Hola Inés, encantada -me presenté y la saludé.
- Hola -dijo ella y enseguida se puso al lado de Peter.
- Perdón por la invasión chicos, necesitaba algo de paz -les explique.
- Agarra esa ensalada y vamos a la habitación, así nos contas -dijo la China y me agarró del brazo.
- ¡Buenas noches! -saludé y vi como Inés le daba un pico a Peter pero él me miraba a mi.
Me metieron en la habitación y se sentaron esperando que hable.
- Lo mío con Mariano se terminó, bueno, se está terminando. Quiero a Peter y lo siento, si vos Euge, sos del Team Inés, pero voy a luchar por él.
- Pase lo que pase, siempre seré del Team Lali -sonrió y nos dimos un abrazo.
- Vos y Peter son el uno para el otro, todo va a salir bien -me dijo Cande.
- Espero que si. Esta vez haré todo lo posible para no perderle.

No te digo adiós ||Laliter||Where stories live. Discover now