Capítulo 15

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Lauren POV.

Le pedí a Camila que me abrazara porque necesitaba sentirla, necesitaba sentir esa estúpida sensación de que todo está bien cuando la tengo cerca. Después de haberle contado lo que pienso sobre el amor me sentía vulnerable. No quise contarle todo porque nunca se lo conté a nadie y no me sentía preparada. Al tenerla tan cerca no me pude contener y la besé. Un beso necesitado, incluso mejor que el que nos dimos una semana atrás. Dulce, calmado, sin prisas pero con ganas de recorrer cualquier espacio de su boca .Me aferré a su cintura con todo el cuidado del mundo, como si pensara que al abrazarla un poquito más fuerte iba a hacer que se rompiera. Ella rodeó mi cuello como lo había hecho la primera vez y como la primera vez a mí se me erizó la piel. Con una mano le empecé a acariciar la mejilla y cuando el aire me hizo falta me separé de ella lentamente. Seguía acariciándole la mejilla y le dí un último y casto beso en los labios, después me separé por completo. 

- Lo.. lo siento, yo.. yo no... - Yo estaba nerviosa porque a pesar del beso y el rato que pasamos, los recuerdos de mi madre sufriendo seguían cruzando mi mente y yo no quería algo así para mí. Camila me miraba con ternura y yo no podía mirarla a los ojos porque si lo hacía estaba perdida. 

- Hey, está bien. No hiciste nada malo, no hicimos nada malo. 

- Lo hicimos todo mal, yo no... - No sabía muy bien como decirlo porque en mi interior yo sabía que no quería decir esto, pero una enorme barrera de miedo me separaba de ella. - No puedo hacer esto, lo siento... - Me dí la vuelta para dirigirme otra vez a mi coche pero ella me agarró del brazo haciendo que volteara para mirarla. Tenía los ojos llenos de lágrimas dispuestas a salir en cualquier momento.

- Sólo... sólo no te vayas y me dejes otra vez sola, por favor. - Su voz sonaba entrecortada y alguna lágrima ya estaba recorriendo su mejilla. Yo no podía decirle nada, sentí como si me quedara sin voz y evitaba mirarla a los ojos. - ¿Puedes solo darme un beso en la mejilla y despedirnos normal? como si todo esto no hubiera pasado. No me quiero ir con esta sensación. - Hice lo que me pidió sin decirle nada. Me acerqué a ella y le di un suave beso en la mejilla que duró más tiempo del esperado, un beso en el cual pude notar sus lágrimas saladas y en ese momento no lo pude evitar y también empezaron a descender lágrimas por mis mejillas. Después de eso la miré por última vez en esa noche viendo como desaparecía detrás de la puerta de su portal. 

Pasaron los días y yo volví a mi rutina de salir todas las noches, de vez en cuando iba a clase pero me separé de mis amigas para evitar cualquier contacto con Camila. No quería ni podía verla. Me emborrachaba todas las noches como era de costumbre. Lo único que cambió fue que no me acostaba con ninguna chica, cada vez que encontraba a la perfecta para pasar la noche cuando me besaba no podía seguir, algo me lo impedía. Los besos de esas chicas no eran los de ella, no eran sus labios ni su sabor, no eran Camila y eso hacía que perdiera todo el interés por ellas. Empezó a ser costumbre volver a casa sola y borracha. Alexa dejó de darme el coñazo y se limito a dejarme vivir mi vida como quisiera. Sólo una noche que me vio llegar a casa borracha me dijo que era un caso perdido. A veces salía con Vero pero ella acaba siempre con un tía y yo me tenía que hacer cargo de su amiga intentando sacármela de encima porque por muy guapas que fueran las amigas de las conquistas de Vero yo no estaba interesada en ninguna. Acabe por dejar de salir por las noches y centrarme más en mis estudios. Nunca los había dejado tan de lado, por muy rebelde que fuera siempre fui una chica inteligente así que volví a ir todos los días a la universidad y me puse al día con todas las materias. Algunas veces me encontraba con Camila por el campus pero nunca nos dijimos nada. Desde que dejé de salir y me empecé a centrar más me reconcilié con Alexa y las cosas iban mejor en casa gracias a eso. Una noche vino Vero a cenar y les conté lo que pasó con Camila, ellas me dijeron que perdiera el miedo e intentará algo pero no era tan fácil. Me uní otra vez a todas las chicas. Solía juntarme con ellas cuando Camila no estaba y supongo que ella hacía lo mismo cuando no estaba yo. Sabía que algún día tendría que volver a hablarle, no íbamos a estar toda la vida así, teniendo las mismas amigas sería bastante complicado pero por el momento estaba bien. Hoy Alexa se había ido a cenar con las chicas pero Vero decidió venir a casa para no dejarme sola. Como siempre cuando timbró se le olvido de quitar el dedo del timbre. 

- ¡¡VERÓNICA!! ¡YA VOY! ¿¡POR QUÉ NO PUEDES TIMBRAR COMO LAS PERSONAS NORMALES!? - Definitivamente tenía que quitarle el timbre a esta casa. 

- Hola, amiga. Yo también te quiero. - Me dio un beso en la mejilla y entro en casa para sentarse en el sofá. Rodé los ojos y me fui a sentar con ella. 

- ¿Que quieres para cenar?

- Podíamos pedir una pizza, me apetece mucho pizza hoy. - Como a mí no me desagradaba la idea de cenar pizza acabamos pidiéndola. Cenamos en el salón como un par de gordas rodeadas de comida. 

Después de la cena recogimos todas las sobras y nos volvimos a tirar en el sofá. No había mucho que hacer, estuvimos como dos horas hablando de tonterías y viendo una película infumable que echaban en la tele. Cuando la película acabo nos quedamos sin mucho más que decir y estuvimos un rato en silencio viendo cualquier cosa que ponían en la televisión. 

- Oye, ¿por qué no salimos a dar una vuelta? es viernes, somos jóvenes, no tenemos nada que hacer.

- No me apetece. - Realmente perdí cualquier ganas de salir por ahí por la noche. Ya había bebido y salido por ahí más de lo que me imaginé en toda mi vida y ahora sentía que necesitaba cambiar y hacer las cosas bien. 

- Venga, Lauren. Hace mucho que ya no sales, recordemos viejos tiempos. 

- Sal tú si quieres, Verónica. Yo ya te dije que no me apetece. 

- Cambiaste, Jauregui. Tú antes nunca decías que no a una salida. 

- ¿Eh? no digas estupideces, Vero. No cambié solo que siento que ya salí demasiado. Necesito un poco de descanso. 

- La Lauren que yo conozco no descansa. Sale, se emborracha y se lía con la tía más buena de la discoteca. 

- Esa Lauren esta dejando de existir. Ya no me gusta liarme con cualquier chica, no me satisface.

- ¿Camila no? la loquita es la razón de porque te volviste tan buenecita ahora y por eso rechazas a todas las tías que se te acercan. - A Vero nunca le costó sumar dos más dos, ella sabía que parte de mi cambio se debía a Camila. 

- Cada vez que intentaba liarme con una tía veía que no era ella y se me quitaban las ganas. 

- No te entiendo, amiga. Si tanto te gusta ¿por qué no vas a por ella? 

- Antes por miedo. Ahora por miedo y porque no tiene sentido, seguro que ya me odia o se olvido de mí y encontró a alguien mejor. 

- ¿Miedo a qué? 

- A sufrir. 

- ¿Y lo que llevas haciendo todas estas semanas como se llama? Porque déjame decirte una cosa, amiga, pero llevas semanas con cara de ajo y yendo por la vida como un zombi. Hace semanas que no te veo sonreír ni reír como lo hacías antes, desde que Camila entró en tu vida y tu decidiste apartarla de ella estás así. Yo creo que ya estás sufriendo y ni cuenta te das. ¿No será mejor sufrir por algo que intentaste que sufrir por no hacer nada?.Es mejor arrepentirse de las cosas que hiciste que de las cosas que no hiciste porque lo que no hiciste te quema por dentro y no se va con nada. Haz algo antes de que sea demasiado tarde, amiga. 

- Wow. ¿Desde cuando te volviste tan sabía y consejera?

- No seas tonta y ve a por tu chica. 

Luego de la conversación con Vero la llamaron un par de amigas de su universidad y se fue con ellas a una fiesta. Me tiré en el sofá a seguir cambiando canales como una tonta pero no podía dejar de pensar en lo que Vero me había dicho. Ella tenia razón, por mis miedos y mis estúpidas ganas de no querer sufrir que vengo sufriendo semanas. Camila cambió mi mundo y me cambió a mí. Cambió mi forma de pensar y ver las cosas. Ella me dijo que el amor te hacía feliz, era hora de comprobar eso. Yo quería ser feliz, feliz con ella. 





Cuando menos te lo esperas (camren fanfic).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora