Cuando menos te lo esperas (camren fanfic).

Capítulo 50

Lauren POV.

Nos despertamos y después de una buena ducha y vestirnos fuimos a la cocina a desayunar. Yo iba detrás de Camila rodeando su cintura con mis brazos y dejando mis manos reposar en su barriga y mi cabeza en su hombro y Camila tenía sus manos entrelazas con las mías y entre risas y algunos besos que le daba en el cuello entramos en la cocina. 

Dinah estaba de espaldas a nosotras haciendo tortitas y cuando nos escuchó se giró y nos regaló una mirada de odio. 

- No voy a preguntar el porqué de tanta felicidad porque ya lo escuché toda la noche, os odio. Sois insaciables, pensé que no pararíais nunca. Hay algunas que sí que queremos dormir pero no podemos porque su mejor amiga no para de gritar como una loca al otro lado del pasillo. - Camila me soltó y se cubrió la cara con las manos muerta de la vergüenza. 

- ¿Fue para tanto? - Preguntó en un tono de voz bajo sin destaparse la cara. Dinah la miró arqueando una ceja y luego dirigió su mirada a mí. 

- Debes de ser un puto animal en la cama porque esos gritos no eran normales. Me dio hasta curiosidad de como sería con una mujer. 

- ¡Dinah! - Le gritó Camila empujándola suavemente. 

- Es mil veces mejor. - Le contesté. 

- Si es contigo me lo creo.

- ¡Dinah! - Volvió a gritarle Camila, esta vez dándole en el brazo. 

- ¿Qué? yo también quiero gritar así, Sam nunca me hizo gritar así. 

- No todo se reduce en metértela y los tíos se piensan que sí. Hay un montón de cosas más. - Dije.

- Quiero probar ese montón de cosas. - Me reí y apoyé mi mano en su hombro. 

- A las tías no nos hace falta una polla para hacer disfrutar a otra y lo hacemos mucho mejor. 

- Ahora quiero ser lesbiana. 

- Vale, mejor cambiemos de tema, este se está volviendo muy raro. - Sugirió Camila.

- Hablemos de lo relajada que se te ve esta mañana o del psicólogo que me tendréis que pagar por el trauma que me quedó por culpa de tus gritos. 

- Dinah... - Camila le echó una mirada de advertencia.

- Vale me iré a duchar pero quiero que me contéis como lo hacen dos tías. 

- Prueba con una, mejor la práctica que la teoría. - Le dije.

- Probaría si no estuviera tan enamorada del tonto de mi novio. - Y con eso salió de la cocina. Me senté en un taburete y agarré a Camila por la cintura sentándola en mi regazo y dándole un beso en los labios. 

- Me muero de la vergüenza. - Escondió su cara en mi cuello y soltó un leve suspiro. Me reí y le acaricié la espalda. 

- Eres muy escandalosa cuando lo hacemos, mi amor. 

- Es tu culpa por hacerlo tan bien. 

- Mm... Gracias, supongo. - Me dio un beso en la mejilla y se levantó para hacer el desayuno.

Después de desayunar con Camila volví a mi casa. No había nadie o eso creía porque no se escuchaba ningún ruido. Alexa llevaba unas semanas un poco rara, apenas estaba en casa y si lo estaba no salia de su habitación. No me preocupo mucho, ya me lo contaría cuando decidiera que es el momento. 

Entre en mi habitación y vi a Vero y a Alexa haciéndolo en mi cama, les pedí perdón y cerré la puerta de golpe. ¿Perdón? ¿Vero tirándose a Alexa? ¿había visto bien? ¿y en mi cama?. Después de unos segundos procesando lo que vi, volví a abrir la puerta.