6. UN PEQUEÑO VIAJE

43 6 14
                                    

Las chicas se miraron entre si, no sabiendo muy que hacer a continuación. Las puertas doradas se habían cerrado tan misteriosamente como se habían abierto, para luego desaparecer sin dejar ningún rastro de su imponente presencia.

Entonces, al verse las unas a las otras, se dieron cuenta de que algunos cambios más se habían producido en el vestuario de cada una sin que se hubieran dado cuenta de cuando sucedió. A Lana le había aparecido una capa verde-hoja sobre los hombros que le colgaba justo hasta la mitad de los muslos, junto con un petate color marrón-piedra con cosas dentro, lo cual se podía apreciar por su peso. Sonja también llevaba una capa, más larga que la de Lana y de color gris, y una bolsa bandolera marrón igual de llena que llevaba cruzada sobre el pecho por debajo de esta; y Ariette llevaba en sus manos un atillo, echo con un pañuelo, con sus propias pertenencias dentro, y otro pañuelo anudado sobre sus hombros para protegerlos del aire, recordando a una viejecita de cara aniñada, piensan las otras dos con una risita contenida y a punto de escapárseles. Al final, Lana debe girarse de espaldas a ella para disimular mientras Sonja lanza un suspiro para relajarse.

-Qué práctico que aparecieran estos accesorios extras, así ya estamos a punto para comenzar la aventura.- ironizó Sonja para también disimular, comprobando con el tacto el contenido de su bolsa. Ellas la querían lo suficiente como para no querer incomodarla.

Ariette, por suerte, no se dio cuenta de nada. En vez de eso parecía algo perdida.

-¿Qué debemos hacer ahora? ¿...Hemos de ir hacia el castillo? - preguntó la hada con claras dudas. Como no andaba acostumbrada a este tipo de juegos...

-Supongo que sí. - dijo Lana pateando una piedrecilla y luego estirándose, ahora ya más calmada. Acto seguido empezó a caminar en esa dirección, dando por hecho que las otras también lo harían, pero de pronto, un brillo suspendido en el aire a unos pocos pasos delante de ella, la detuvo.

Las tres se reunieron cerca del brillo, el cual poco a poco se desvaneció dando paso a la forma de un pergamino enrollado que emanaba una luz dorada a su alrededor. Lana se acercó a él y lo cogió sin ningún miedo, dando por hecho que esa cosa estaba ahí por ellas. Desenrollándolo, se acercó lentamente a las otras mientras lo leía.

-Son instrucciones.- dijo cuando terminó de leerlo, ofreciéndoselo a Sonja, y esta lo tomó para leerlo en voz alta.

-"Bienvenidas, aventureras, a Castle Wars World. Para iniciar vuestra aventura debéis dirigiros al castillo y ofreceros para servir a su causa como reclutas de su ejército. ¡Qué disfrutéis de la experiencia!"

Cuando terminó, le dio la vuelta buscando que el pergamino dijera algo más, pero no encontró nada.

-Ala, que simplón... Para eso no hacia falta tanta pompa, es de lógica que vamos a eso, ¿no?- dijo enrollándolo de nuevo y guardándolo. -Bueno, pues vamos allá. ¡Qué emocionante, ya estamos aquííiii...!- canturreó con una gran sonrisa mientras las tres se ponían de nuevo en movimiento camino del castillo.

Era obvio que estaba muy emocionada de estar en el juego, igual que ella misma, pensó Lana. Pero había algo extraño: notaba un pequeño cambio en su amiga, y es que estaba como más "yang" que de costumbre, más socarrona y juerguista. No es que ella no fuera ya un poco así, pero ahora era más exagerada.

En su misma persona también ha notado algunas diferencias desde que es "Lana", como que su carácter está más contenido y su lado frío más acentuado. No ha dejado de ser ella misma por eso, pero no puede evitar sentirse de ese modo más calculador, dando paso a ideas más claras y punzantes.

Lana entonces pensó en Ariette y en como la estaría afectando a ella el juego. Ella había venido un poco obligada, cosa que a Lana la preocupaba un poco.

CASTLE WARSTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang