16. EL SUEÑO

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"Lana se movia por un frondoso y húmedo bosque siguiendo el hilo de un riachuelo corriente arriba.

No sabía porqué lo hacía, pero sabía que debía hacerlo. Su instinto la guiaba con una fuerza inquebrantable.

De pronto llegó a una zona algo más clara de vegetación, aunque la luz continuaba siendo mortecina. En ella habían las ruïnas de un viejo templo. Alguna de sus partes aún conservaban las paredes y el techo, y hacia allí se dirigió ella.

Cada vez su instinto era más fuerte, guiándola al interior de lo que quedaba del edificio. Ella sabía que buscaba algo y, cuando lo vió, supo que ese algo era alguien.

Balan la miró con alivio, por fin se habían encontrado.

Entonces oyó su voz, a pesar de que sus labios no se movían y dibujaban una sonrisa.

>> Tú eres mi otra mitad, sin ti no estoy completo. En mi desespero te llamé, y tú has venido. Completémonos, seamos el uno del otro; debemos completar el ritual para cerrar el círculo y que por fin seamos uno.

Mientras dice esto, él va quitándose la poca ropa que lleva. Ella lo entiende, quiere que hagan el amor.

Ella va por sacarse también la ropa cuando aparece del exterior la figura de una mujer de la cual no puede ver ningún rasgo excepto que es morena y que la mira con severidad y desprecio por lo que va a hacer.

Terriblemente asustada, Lana se marcha corriendo de allí alejándose de las ruïnas a pesar de que Balan la llama, inexplicablemente sin poderla seguir, como si no pudiera salir de allí."

Lana se despierta de golpe toda sudada. La luz del sol de la mañana le da de lleno en la cara y la deslumbra.

Unos golpes en su puerta de comunicación interna la alertan. Debe de ser Sonja. Con los ojos aún entrecerrados abre esa puerta.

- Buenos dias tengo que hablar contigo... - dice Sonja de carrerilla entrando y sentándose en una de las sillas de la mesa.

- Síigh...vaaleermf. - dice Lana aún somnolienta.

Ese sueño sigue persiguiéndola, sobretodo la sensación de no haber hecho bién huyendo. Y las palabras del Balan del sueño retornaban una y otra vez a su cabeza. "Vaya, creo que tengo resaca...."

- Me he tomado la libertad de pedir que nos trajeran el desayuno, así podemos charlar más tranquilamente. - la informa Sonja.

Lana sonríe.

- ¿Charlar...? - le pregunta con ironía mal disimulada para chincharla. - ¿Y de qué quieres charlar?

Sonja la mira con cara de susto antes de contestar.

- No recuerdo nada después de que nos trajeran la cerveza. ¿Hice alguna tontería? Si es así, dime que estabas allí para controlarme... - le acaba implorando. - ¿Sabes lo que me pasó...?

Lana no puede más. A pesar de haber puesto todo su esfuerzo en mantenerse seria, la risa se le acaba escapando. Intenta no carcajearse tapándose la boca con las manos.

- ¡Pero qué diablos...? - se enfada Sonja. - ¡Si os pasasteis un pelo conmigo os voy a...!

- No, no, cálmate... Tranquila, te lo contaré todo desde el principio.

Sonja vuelve a sentarse y escucha a Lana, que le cuenta solo la parte donde Sonja es la protagonista.

- Maldita sea... ¿Zarak, dices que se llama? Me gusta, le queda bién ese nombre... Tengo que conocerlo para darle las gracias, ¿no te parece? Supongo que me ayudarás... - le dice con suspicacia.

CASTLE WARSWhere stories live. Discover now