37. DUDAS.

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Sonja y Balan miran expectantes a Lana por lo que acaba de decir.

- ¿Quien dices que nos espera? - dice Sonja.

- ¿Quien es ese mago? - pregunta Balan.

- No lo sé. Es la primera vez que lo veo. - dice Lana con un encogimiento de hombros.

Los tres deciden salir de la maleza por curiosidad de saber quien es el misterioso mago y ver cómo a acabado la situación entre los soldados y las hadas. Volviendo sobre sus pasos, pasan por el pequeño claro de las ruinas, donde Balan se da cuenta de que las pantallas aún están activas.

- Un momento. Debo cerrar las pantallas, o podrían detectarlas otros empleados de "Castle Wars" y meterme en un buen lío. - dice Balan dirigiéndose hacia ellas.

- ¿Qué hacías con ellas? - pregunta Lana mientras lo observa.

- Trataba de encontrar a Ariette, pero... como siempre desde que estoy atrapado aquí, no he tenido mucho éxito en mis pesquisas.

- Entonces, si ni con tus trucos podemos localizarla, ¿cómo haremos para encontrarla? - se lamenta Sonja.

- Deberíamos esperar a ver qué nos dice mi compañero. - dice Balan rascándose la cabeza. - ...Aunque empiezo a pensar que se la ha tragado la tierra: no hay rastro de ella. Con algo de mala suerte podría haber habido una filtración y que se hallara en otra parte del sistema, como por ejemplo en otro juego. Entonces no podríamos hacer nada desde aquí; todo quedaría en manos de Raúl.

- ¿Quién es Raúl? - pregunta de nuevo Lana.

- Su compañero de trabajo. - contesta Sonja por él. - Oye, ¿y cuando te va a decir algo ese tal Raúl?

- No creo que tarde mucho en ponerse en contacto. Supongo que en cinco o diez minutos habrá averiguado algo. - dice Balan. - Entonces decidiremos cual será nuestro próximo paso.

- ¡Que bien! Entonces debe estar a punto de llamarte. -exclama Sonja.

- No, no lo entiendes.- le aclara Balan. - Hablo de minutos reales; aquí en el juego eso representan unas cuantas horas, como entre seis y doce, durante las cuales no podremos hacer gran cosa, pues ya hemos hecho todo lo que se podía hacer.

- ¡Válgame diós! ¿Tanto vamos a tener que esperar? - clama Sonja desesperada como la buena mujer de acción que es.

A continuación emprenden de nuevo el camino de vuelta a la comunidad de las hadas.

Saliendo al claro, encuentran a las hadas arremolinadas alrededor de una alta figura con la ropa oficial de un mago de alto rango. En una de sus manos lleva un báculo dorado con una piedra azul oscuro incrustada en lo alto; sus ropas también son de estos dos colores. A la vez también su cabello es azul oscuro y los adornos que lleva en un mechón del pelo son dorados. Se trata de un hombre de apariencia joven, bello como la mayoría de hombres en ese juego que más bien parece el paraíso de las mujeres, y dueño de una fascinante sonrisa.

De la guardia real no hay ni rastro.

Cuando se acercan al tumulto, el mago los percibe y automáticamente se gira hacia ellos.

- ¡Balan, cuanto tiempo! - le sonríe.

Es obvio que se conocen, aunque Balan no da muestras de tanto entusiasmo.

- Numa... Gracias por intervenir. ¿De visita? - lo saluda con familiaridad en un agarre de manos.

- Como cada semana. ¿No me vas a presentar a tus amigas? - dice mirándolas fijamente sin dejar de sonreír en ningún momento.

CASTLE WARSWhere stories live. Discover now