VI

2K 145 34
                                    


Como todo un buen espectador, el doctor, había disfrutado del espectáculo que E05 le había brindado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Como todo un buen espectador, el doctor, había disfrutado del espectáculo que E05 le había brindado. Se abstuvo de aplaudir hacia la pantalla, así que solo sonrío, como un niño pequeño y se dirigió hacia donde se encontraba el ya fallecido experimento. En su quinto intento, había conseguido casi lo mismo, sin embargo, con los dos últimos, sus anotaciones se hicieron más extensas y su disfrute mucho más placentero.

Las situaciones que se les anteponía a sus invitados, habían sido más interesantes. Se podrían considerar situaciones más reales para los individuos en todos los ámbitos. Y no está demás recalcar el hecho de que los "fallecimientos" también; en su mayoría desangrado. Claro estaba que el simple hecho de tener que limpiar la sangre no era trabajo de agrado hacia el doctor, sin embargo, valía la pena.

—Muy bien, ¿qué tenemos aquí?, agh, que asco. —El Dr. Roosevelt se alejó con cara de desagrado del lugar donde se encontraba E05. Se acercó hacia la camilla y le tapó la cabeza con la sábana como pudo. —No se veía tan mal desde la pantalla. Será mejor que te lleve a la morgue y te limpie un poco—. Y así lo hizo.

Aguantándose las ganas de vomitar, limpiaba con un líquido que ayudaría a cicatrizar la abertura de E05. No demoró mucho pues deseaba dejar de verlo lo más pronto posible.

Cuando terminó, lo marcó antes de dejarlo junto a los demás.

—Es hora de continuar, espero que está vez sea igual de interesante que el anterior, — dijo hablando solo y activando la cámara de E06.

»En un inmensa oscuridad te encuentras, y te aturdes sin saber por qué. Aun así no te mueves, y te quedas estático en tu lugar esperando a que algo suceda con paciencia. Escuchas pasos, estruendos, una luz se prende y se apaga a lo lejos. No ha pasado mucho tiempo, tal vez cinco minutos desde que estabas en completa soledad.

»Los pasos son lentos y seguros, sin embargo, es como si estuvieran escogiendo el camino y dudaran por donde van. No sabes si asustarte por quién se pudiera estar acercando o simplemente tener la esperanza de que sea ayuda para tu desdichada situación. Así que tratas de pararte, pero algo te lo impide, por lo que te quedas en el suelo.

»Recuerdas la luz que solía prenderse. Ya no lo ha hecho.

»Sientes algo de miedo, pero se va cuando la luz vuelve a prenderse una vez más. Es extraño que aunque sea tan intensa, no ilumine nada.

»Estruendos, y un vidrio romperse. Esto es lo siguiente que escuchas después de que la luz se volvió a apagar. Sientes las manos sudorosas, los oídos taponados, y una debilidad tan intensa que no te permite respirar con normalidad. ¿Será a causa de alguna droga? Pero no lo piensas demasiado y esperas a que aquella desesperante sensación se vaya disipando.

»De repente, sin que te des cuenta, quedas inconsciente.

»Al despertar, abres los ojos de par en par, de forma automática; los cierras al instante, pues la luz te ciega. ¿Qué ha sucedido? La intensidad luminosa no disminuye hasta después de unos minutos, que asemejan a una eternidad. Vuelves a abrir los ojos, ahora algo más despacio. No ves nada, solo blanco, y es desesperante.

Experimento FOBIA ©Where stories live. Discover now