Capítulo 3

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-Responde, Asher.

-Eh...Acaba de salir de la ducha...Yo iba a decirle algo, pero recordé una cosa y me puse a llorar...Ella me abrazó y...Eso.

-¿Y qué ibas a decirle?

-Algo que no te incumbe.

-John, déjanos solas.-Pidió Cyn.

Él nos miró una última vez, para después salir por la puerta.

-¿Qué ibas a decirme?

-Eh...Lo olvidé.-Mentí, no podía con esto.

Rió.-Bueno, ¿necesitas algo más?

-N-no...Ya me voy.-Me acerqué a la puerta, y antes de poder abrirla ella me volteó, besó mi mejilla y sonrió inocente.

-Nos vemos el sábado.

Asentí y salí del cuarto a toda velocidad. ¿Qué me pasa? Es la esposa del mejor amigo de mi novio. Agh, que embrollo.

Cuando llegué a casa, seguía aturdida, cosa que Paul notó.

-¿Estás bien, Jane?

-Sí, estoy bien...

-¿Segura?

-Sí.

-Mmm, no te creo.

-Estoy bien, en serio.-Fui a la cocina por un vaso de agua. Sentí sus brazos rodearme.

-Puedes confiar en mí.-Susurró.

-Paul...En serio, estoy bien.-Forcé una sonrisa.

Suspiró.-Está bien, haré como que te creo. Oye, tus padres se fueron.

-¿A dónde? ¿Qué te dijeron?

-Que nos invitaban a su casa de campo el fin de semana, creo que a quedarnos ambos días. Ellos fueron ahí a preparar el lugar para cuando llegáramos.

-Me parece bien.-Sonreí.

Y así lo hicimos. El sábado partimos temprano a la casa de campo, alojada en Sussex. Mis padres nos recibieron con los brazos abiertos, lo cual nos alegró tanto a Paul como a mí. Hacía unos cuantos años que no iba a la casa de campo, no desde que Elizabeth...murió. Extrañaba jugar a las escondidas con ella cada vez que íbamos, aprovechando lo espacioso del lugar. Cuando comenzamos a salir, aprovechamos ese mismo tamaño para darnos amor sin ser descubiertas. Ah, como extraño esos días. Llenos de paz, amor y tranquilidad.

Caminamos por los largos pasillos, buscando la habitación que nos habían asignado. Observaba las paredes, llenas de fotos familiares, y alguna que otra nos mostraba a Elizabeth y yo con el paso de los años. Me detuve a ver una en especia. Se trataba de una imagen nuestra a los nueve años, aproximadamente. Estábamos abrazadas en un jardín, y usábamos trajes de baño. Yo sonreía a la cámara, mientras Liz besaba mi mejilla. Toqué suavemente la foto, como si de ese modo pudiera hacer regresar esos días. Obviamente, no fue así.

-Es una foto muy linda.-la voz de Paul detrás de mí me sobresaltó.- ¿Quién es la otra niña?

-Una...amiga de mi infancia.

-¿La sigues frecuentando? Me gustaría conocerla.-Sonrió.

Un inminente nudo en mi garganta se hizo presente.

-Murió a los diecisiete.-Murmuré.

Se quedó en silencio unos segundos.

-Oh, Jane...Lo lamento...

Would You Let Me Love You?Onde histórias criam vida. Descubra agora