¡Él destrozó mis sueños! [M.C]

0.5

MADISON POV.

Me dirigí al centro de la institución y verifique que mi ropa causara una buena impresión para el primer día de clases. No era que me importara, pero, no hay que ir por la vida haciendo el mínimo esfuerzo cuando se podía dar el máximo.

Mis ojos visualizaron una oficina en el cual destacaba la oración "Atención al estudiante" y pude darme cuenta que era ahí justo donde debía entrar a pedir mis horarios y lo que se me otorgaba para el servicio becario. Toqué la puerta con firmeza y una voz diciendo "Pase" fue la que calmo el vaso para poner un pie dentro de ahí.

Miré atentamente el espacio y me encontré con la misma señora de ojos negros a la cual le había preguntado por el piso en el que me encontraba. Rogaba internamente por que se hubiera olvidado de eso y me tratara con profesionalismo. Me alzo una ceja y me puse nerviosa ante tal mirada, ya estaba preparada para lo que tenía que decirle.

- ¿Te volviste a perder en otro piso, querida? - preguntó con un tono burlón y poco profesional de lo que había pensado.

Tal vez lo que pensaba acerca de que me había olvidado había quedado en vano. Decidí pasar desapercibida su pregunta y viéndola a la cara.

- No. - le dije mirándola fijamente - venía por mis horarios de estudios e información de mi servicio.

Su rostro mostró una esperada sorpresa, que al mismo tiempo desapareció con la velocidad de un pestañeo. Me sentí confundida por que sentía que ella sabía algo de mi, algo que yo desconocía.

- Uh, claro. - dijo cambiando su tono de voz a uno más tranquilo - Dime tu nombre para buscarte en el sistema.

La observé como se sentaba en una silla que tenía colocación frente a una computadora y una carpeta de archivos. Me regresó la mirada y recordé la orden que me había dado.

- Madison. - solté - Madison Kidman.

Asistió mientras buscaba datos en su ordenador. Esperé unos minutos mientras me preocupaba por mi primera clase, no quería ser la última en llegar, no ser el centro de atención era parte de mi personalidad y no pensaba cambiar.

- ¿Crees que puedes burlarte de mi, niña? - escuché su voz con un toque de enojo que hizo que volteara a verla con confusión - Pero, ¿Qué te pasa?

No tenía idea de que iba esta mujer, pero no quería averiguarlo.

- ¿De que me habla? - pregunté con confusión.

Río fuerte y parte de mi cuerpo se estremeció ante tal sonido provocado de su garganta. Pareciera que le habían dicho el mejor chiste de su vida, y quería compartirlo con alguien pero la burla le ganaba.

- ¿Ahora no sabes? - interrogó - Mira, no estoy para tus bromas.

Estaba empezando a caerme mal su carácter, desconocía quien era ella y por que me trataba con ese tono. No tenía idea a que se refería, que era lo que buscaba o por que me hablaba como sí tuviéramos meses hablándonos.

- No estoy bromeando. Vine por mis horarios. - contesté a su pregunta con enojo.

En sus facciones se observaba el coraje que emanaba con salir de su cuerpo. Y luché por no tirarme a reír. Su cara era una mala broma gastada, y pedía a gritos que le contestará de una manera cruel y despiadada.

- Ya saliste. Tu ya saliste de estudiar aquí. Ya te graduaste. ¿De qué vas, niña? - atacó con una voz que pudo darme demasiado miedo si no hubiera puesto atención a una frase que había mencionado.

El tiempo pareció congelarse cuando ella dijo "Ya te graduaste" . Ella tenía que estar de broma, y una muy buena. Y no era momento.

- No. - ataqué - este es mi primer día como estudiante y esta haciendo perder mi tiempo. - solté con un ligero toque de enojo y confusión.