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Madison POV.

¿Qué mierda había pasado? Estaba completamente en shock, no sabía que hacer, no sabía que demonios ocurría. ¿En una noche pasaron cuatro años? ¿Cuándo? Y, ¿por qué yo solo sentía que no los había vivido?

No te enamores de él.

¿Quien era él? ¿Cómo se supone que te enamoras de alguien que no sabes que existe? Intentaba pensar pero, ¿En qué? Un mensaje llegó rápidamente en a mi móvil.

5 Seconds Of Summer se presenta próximamente en la ciudad. Los horarios así como el lugar específico se publican a las ocho de la noche.

¿Quienes eran 5 Seconds Of Summer? Y, ¿por qué recibía esas notificaciones? Mis gustos eran más tipo Jonh Mayer. Y quizá algunos artistas que cantarán romanticismo y un poco de rock.

Pero eso sí, no era fan de bandas pop que creían ser intento de rock. Jamás. No es que supiera que 5 Seconds Of Summer era de ese género si no que, bastaba con ver el cartel. Aunque no lo vi con gran importancia, ya que ellos, no eran parte de mi problema.

Guarde el móvil sin prestar atención en aquel anuncio. No me interesaban. Quería resolver mi problema cuanto antes y un simple cartel de un concierto no me iba a ayudar a hacerlo.

Me calme un poco y mire a todos lados en busca de algo de ayuda. Tal vez estaba loca, pero tal vez lo que me pasaba sí era una locura. A lo lejos, en tres cuadras visualice a la señora con la que estuve minutos antes discutiendo después de arruinar mi vida. Sin pensarlo dos veces la seguí corriendo de una manera que no sabía que podía. Iba en la segunda cuadra cuando ella me noto y comenzó a correr también, pero, ¿por qué?

-¡Espere! - grité desesperada- solo necesito respuestas.

Ella miro hacia atrás mientras avanzaba más rápido y yo era pésima en la gimnasia y oh claro, ya me estaba cansando.

Quizá era la desesperación, quizá era otra cosa más, pero en unos segundos más ya la había tomado del hombro haciendo que detuviera su paso y dándome un merecido suspiro de alivio.

-¿Qué quieres, niña? -preguntó.

Quería decirle que era una amargada y que no era una niña pero estaba segura que, eso causaría que me ignorara y no me dijera nada acerca de lo que necesitaba saber.

-Respuestas.

Ella río. Mirándome burlonamente.

-No las tengo, no se de qué me hablas.

Por supuesto que lo sabía. Yo sabía que ella conocía lo que me pasaba.

-Por favor -rogué- yo solo necesito saber que es lo que pasa, despierto y ya nada es como el día anterior y usted mencionó a alguien y es la única que puede ayudarme yo solo no se qué hacer.

Me miro unos segundos antes de asentir con la cabeza. Supongo que la cara de asustada me salió por que así me sentía. No podía ignorar cuatro años de vida de un día para otro, ¿verdad?

-Mereces saber -mencionó- pero no te daré el paquete completo, ni la información completa por que no sé todo, yo también desperté con algo raro y estaba tu nombre así que supuse que lo que era se refería a ti.

Asentí confundida, ¿qué pasaba?

-¿Dónde hablamos? -pregunté débilmente.

Ella ladeo la cabeza antes de responder:

-Acompáñame a un lugar.

Caminamos a pasos largos. La mantenía cerca de vista, ya que sentía que podría escapar en cualquier instante. El clima comenzaba a cambiar. Apresuramos el paso sin saberlo. Dimos vuelta a una calle y justo cuando estábamos a punto de cruzar la calle un autobús con el mismo anuncio de mi celular paso a una velocidad lenta, dejando que admiráramos el cartel que tenía estampado.

5 Seconds Of Summer.

Pues, parecen ser bastante populares. Cruzamos la calle después de eso, mientras seguimos todo derecho. Una pequeña cafetería se daba a conocer y cuando iba a preguntar sí era ahí donde íbamos a entrar cambio de dirección atrás del estacionamiento de esta.

-¿Vamos en una buena dirección? -pregunté desconfiada.

-Solo avanza.

Nos dimos paso a una gran cantidad de árboles, parecía un lugar abandonado y al quedarme parada la señora me tomo del brazo. Y justo cuando estaba a punto de gritar la vi, una bonita casa color crema con diseños color marrón. Bastante antigua a mi parecer, se veía frente a nosotras.

-Bienvenida a mi casa. -dijo para después introducir una llave abriendo la puerta. -Pasa.

Me lo pensé varias veces antes de hacerlo, ella pareció darse cuenta de mi desconfianza ya que estaba a punto de cerrar la puerta en mi cara pero antes de eso, ya me encontraba adentro.

-Creí que no entrarías. -dijo con un tono serio.

Encogí los hombros.

-Mi curiosidad es grande.

Sin pedir permiso me senté en una silla de la mesa central y fue cuando pude darme cuenta de lo que había adentro. Bolas de cristal, candelabros, frascos con grandes cantidades de líquidos que desconocía completamente, entre otras cosas. Sentí un nudo en el estómago.

-Usted e-es una...

-No -interrumpió- práctico esto por que me gusta. No soy el diablo.

Respire profundo aunque sabía que sí ella era mala, por supuesto, no me lo diría.

-Y bien, ¿de qué estaba hablando usted?

Avanzó hacia el estante de objetos extraños que había visto, sacando una caja color café. La colocó en la mesa donde estaba sentada para después ella, tomar asiento justo frente a mí. Abrió la caja con sumo cuidado tomando entre sus manos una bola de cristal de un tamaño promedio para después colocarla con delicadeza en el centro de la mesa.

-¿Crees en la magia y leyendas? -preguntó mirándome fijamente.

Miré la bola. Transparente. Insignificante. Sin señales de hacer algo. Negué con la cabeza.

-No creo en esos cuentos.

Ella río.

-Oh cariño, todos los cuentos son reales.

Y entonces la bola destello con una luz parpadeante, tornandose color morado.

¡Él destrozó mis sueños! [M.C]Where stories live. Discover now