Capítulo 2

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Con una última estocada, Adrien derrotó a su oponente justo a tiempo antes de sus clases de esgrima terminaran. Retiró su casco y estrechó su mano con el chico antes de dirigirse hacia los casilleros.

-Vamos, Marinette.- animó Tikki desde la cartera de la chica que observaba desde las graderías.- Él está por irse.

-Ya sé, ya sé.- dijo ella.

Se puso de pie con un portafolio color gris en sus manos e intentó acercarse a Adrien con sigilo, más uno de sus compañeros que hablaba con él le señaló que ella venía hacia él. Adrien volteó, sonrió al verla y la saludó con su mano. Ella respondió rápidamente.

-Adiós a la discreción...- dijo entre dientes.

-H-Hola, Marinette.- saludó él al acercarse.

-Hey, Adrien. T-Tú... dejaste esto en clase.- balbuceó entregándole su portafolio.

-Vaya, ¡gracias!- respondió él tomándolo.- ¿Viste la práctica?

-Eh, sí. Creo que estuviste genial... ¡No es que no lo seas siempre! Siempre eres genial. Es decir, no como para exagerar y yo... Creo que se te ve muy bien el traje de esgrima.- dijo para finaizar con sus frases al azar. Adrien se sonrojó un poco.- Yo... creo que mejor me voy ahora. Tengo algo que hacer.- agregó antes de decir alguna otra tontería.

-Claro. Nos vemos.- dijo él con una sonrisa antes de ella comenzara a caminar con paso rápido hacia la salida del gimnasio. Al voltearse, Tikki se asomó de su mochila y lo saludó efusivamente con su manita. Adrien respondió al saludo con una lijera risa.

Ambos chicos tuvieron un período libre aquella tarde en la escuela, el cual aprovecharon para patrullar la ciudad. Ladybug sonrió ligeramente al ver a su compañero sobre uno de los edificios y darse cuenta de que ambos habían tenido la misma idea.

-Hola, gatito.- saludó al acercarse a él.

-¿Cómo estás, Marinette?- respondió él con una encantadora sonrisa.

-Así que aún no olvidamos lo del otro día, ¿no es así?- preguntó ella de brazos cruzados.

-¿Cómo podría olvidar el bello rostro y el hermoso nombre de mi Lady?- preguntó antes de acercarse más hacia ella e inclinarse para besar rápidamente su mejilla.

-¿Y eso que ha sido?- preguntó Ladybug extrañada una vez que se separó.

-Bueno, luego de lo del otro día, pensé que ya habíamos comenzado con los cariños.- justificó él con una traviesa expresión.

-Oh, no. Eso fue cosa de un día.- dijo ella golpeando lijeramente la punta de su naríz con su dedo índice.

-Y dime, ¿no te intriga a tí saber quien soy yo?- preguntó.

-Mentiría si dijera que no me lo he preguntado un par de veces, pero ya es bastante peligroso que tú conozcas mi identidad.- aseguró la chica. Cat Noir iba a decir algo, cuando una alarma que había colocado en su bastón para recordarle regresar a clases a tiempo comenzó a sonar.

-Parece que tengo que irme. ¿Nos vemos luego?- dijo.

-Seguro.

-¿No crees que Ladybug haría una linda pareja con Cat Noir?- escuchó Adrien decir a Marinette una vez en clases. Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.- Creo que ella debería darle una oportunidad.

-Jaja. ¿Acaso bromeas? Eso no pasará.- aseguró su amiga. La sonrisa de Adrien se desvaneció.

-¿Por qué lo dices?- preguntó Alya. El chico volteó lijeramente a cabeza para escuchar su respuesta.

-Pues... Ladybug podría estar interesada en alguien más.- aseguró la chica.

-¿En quien? ¿En Copycat?- teorizó Alya con una sonrisa. Adrien sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar eso. No se imaginaba a su chica ni en un millón de años en los brazos de ese sujeto. Marinette comenzó a reir.

-Por su puesto que no..- El timbre de salida sonó y todo el mundo salió de las aulas. Adrien tomó rápido sus cosas y corrió para alcanzar a Marinette. La encontró casi afuera del lugar.

-¡Oye, Marinette!- llamó.- Tú... ¿en quién crees que podría estar interesada Ladybug?- preguntó al alcanzarla.

-Yo... no tengo idea.- respondió ella mirándolo con sus ojos bien abiertos al tenerle tan cerca.


Cuidaré de tí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora