Capítulo 4

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La clase de educación física, la clase más odiada por todos. ¿Y cómo no lo iba a ser esta vez, cuando el profesor había designado como trabajo correr al rededor de la pista? Tras unos minutos la clase se dividió en tres secciones: los atléticos, los término medio y los que no tenían tan buena conición física.

Entre los segundos se encontraba Marinette. Pese a que su rutina diaria de super héroe le permitiría ser una de los más rápidos de la clase, Tikki le había aconsejado permanecer con perfil bajo.

No era tan malo. Así podría apreciar mejor a Adrien cuando pasara a su lado. Marinette volteó en ambas direcciones, buscándolo. No podía verlo. De pronto una mano le saludó afusivamente. Sus mejillas se tornaron rojas al percatarse de que era él.

Tímidamente levantó su mano para responderle al saludo, mas ninguno de ellos se habían dado cuenta de que eran observados. Con el fin de ser vista por Adrien también, Chloe empujó a Marinette a un lado al alcanzarla y le sonrió al chico.

Aunque no corría a todo vapor, Marinette tampoco iba demasiado lento. El empujón la dejó en el suelo y en un segundo se dió cuenta de que era incapaz de levantarse.

-¡Marinette!- exclamó Alya corriendo hacia su amiga. El entrenador hizo sonar su silbato al escuchar esto. Todo el mundo se detuvo.

-Oh, por favor. ¡Están exagerando!- reclamó Chloe.

-Hey, ¿estás bien?- escuchó preguntar a Adrien. Este se había acercado a ayudar. De inmediato, la pesada chica rubia comenzó todo un drama acerca de como se había lastimado su hombro al "chocar accidentalmente" contra Marinette, cosa que tan solo Sabrina le creyó.

-¿Puedes ponerte de pie?- le preguntó el profesor a la muchacha de cabello oscuro. Asistida por Alya, quien la sujetada por los antebrazos, intentó levantarse. Mas un fuerte dolor en su rodilla la hizo desplomarse de nuevo.- Esto no se ve bien. Necesito que alguien le ayude a llegar a la enfermería.

-Yo lo haré.- se ofreció Adrien.

El dolor era demasiado insoportable como para que Marinette pudiera comenzar soltar alguna de sus tontas risillas de enamorada como cada vez que estaba cerca de él, así que simplemente se limitó a mirarle con ojos de cachorro minetras él la tomaba en sus brazos.

-¿Te duele mucho?- preguntó él de camino, antes de morderse a lengua. "Acaba de estrellarse contra el suelo y es incapaz de caminar. ¡Claro que le duele" se regañó mentalmente.

-Un poco...- respondió Marinette tras asentir con su cabeza.

-No te preocupes, cariño. No es nada serio.- aseguró la enfermera tras revisarla.- Sanará en poco tiempo, pero no puedes hacer esfuerzo físico durante a menos una semana. Eso podría empeorar las cosas.- le advirtió.

Adrien no se había ido. Se quedó a esperarla recostado al marco de la puerta y había escuchado todo. Estaba preocupado. Sabía que eso significaba una semana sin Ladybug. Miró a Marinette y supo que a ella también le preocupaba.

-¿Podrías quedarte con ella un minuto? Debo hablar con el entrenador.- le pidió la enfermera a Adrien. Este asintió y se acercó a la camilla mientras ella se iba.

-Hey, no te preocupes.- le dijo tras agacharse para mirarla, pues estaba cabizbaja.- Sanará antes de que lo sepas.

-No es mi rodilla lo que me preocupa.- dijo ella pensando en el asunto de su alter ego.

-¿Y qué es?

-No lo entenderías...- contestó. Adrien sintió un poco ruda su respuesta hasta que recordó que ella no sabía que él era Cat Noir. No sabía que él si entendía.

En ese momento nada deseaba más que decirle. Confesar que él era ese alocado compañero que peleaba a su lado contra el mal. Quería tener la confianza que tenía Cat Noir para poder abrazarla y consolarla sin que ella se sintiera extraña. Luego recordó que ella gustaba de Adrien, es decir, de él. Quizás podía beneficiarse de eso para animarla un poco.

Con una ligera sonrisa, inclinó su cabeza hacia abajo y depositó un sueve beso sobre su rodilla, cosa que sonrojó a la chica en un momento.

-¿Qué...? ¿Qué ha sido eso?- tartamudeó ella.

-Pues, dicen por ahí que un beso lo cura todo.- aseguró.- Tal vez te ayude a reponerte más rápido.

Marinette lo miró con sus ojos bien abiertos y sonrió algo apenada. Adrien estaba fascinado. Le parecía adorable poder hacer sonrojar a su Ladybug.

-G-Gracias.- respondió la chica.


Cuidaré de tí Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang