Capítulo 5

66.7K 5K 1.7K
                                    

Con una venda elástica rodeando su rodilla, Marinette se encontraba descansando en su cama. Había faltado ya dos días a la escuela y aún le faltaba un día más. Se le había aconsejado permanecer en cama hasta que mejorara un poco. Debía permanacer recostada y no podía caminar sin la ayuda de un par de muletas.

-Pst... Mi Lady...- escuchó decir a alguien desde la ventaa. Levantó su vista y sonrió al ver allí a Cat Noir.

Por sus ausencias en la esucela y su incapacitación de Ladybug, el chico no había tenido oportunidad de verla desde el accidente. Presentarse a su habitación como Cat Noir había sido tan solo una idea que se le había ocurrido para verla.

Sonriente, Marinette se incorporó y se acercó cojeando a la ventana.

-¿Qué haces aquí?- le preguntó al abrirla.

-No te he visto en deber de patrullaje en dos días y me pareció extraño. Me preguntaba que había pasado contigo.- respondió él mientras entraba en su alcoba.

-Tuve un accidente en la escuela...- aclaró ella volteando hacia su rodilla lastimada.

-En ese caso, mi Lady no debería forzar su lesión.- dijo con una sonrisa antes de levantarla y llevarla de vuelta a su cama. Ella rió un poco.

-¿Has tenido muchos problemas allá afuera tú solo?- le preguntó una vez que él se sentó a su lado.

-Nah, tan solo he perseguido a un par de malhechores menores.

-Bien.- dijo ella aliviada.- No te preocupes, mañana estaré de vuelta para ayudarte.

-¿Mañana?- preguntó él sorprendido.- Pero la enferm... es decir, creo que este tipo de cosas tardan más de una semana en sanar.

-No lo dudo, pero tengo un deber que cumplir. Si ya puedo voler a la escuela, Ladybug puede volver a la acción.- dijo ella con determinación. Cat la miró preocupado.

-Marinette, ¿confías en mí?- preguntó un poco más serio.

-¿Disculpa?

-Que si confías en mí.

-Pues, claro.- afirmó ella confundida por el brusco cambio de tema.

-Bien, dame tus miraculous.- pidió extendiendo su mano recubierta por el cuero negro.

-Je, je. No es gracioso, Cat.- respondió ella con una sonrisa forzada.

-Escucha, tan solo no quiero que te lastimes.- la tranquilizó.- Sé quién eres. Estaré atento a tu progreso y te las devolveré una vez que estés mejor.

-Cat, yo confió en tí. ¿No confías tú en mí para saber cuando es el momento de volver a ser Ladybug? La ciudad nos necesita a los dos.

-Y yo te necesito a tí.- aseguró él.- Soy tu compañero y haré lo que sea para mantenerte a salvo.

Marinette bajó su mirada. Podía ver que hablaba en serio. Sabía que él cuidaría de ella y era testigo de lo lejos que podía llegar para hacer esto. Él conocía su secreto y lo había guardado. Ahora, ella sabía que podía confiarle su vida.

Ella estaba dispuesta a cuidarlo de la misma manera y mantenerlo a salvo de los peligros que enfrentaban como héroes. No solo era su compañero, era su amigo. Levantó su vista de nuevo hacia él y le dedicó una sonrisa juguetona.

-¿Sabes? No eres el primero en venir por mis miraculous. Si las quieres, tendrás que enfrentarte a mí al igual que todos los otros sujetos que han querido tomarlos.- le retó.

-¿Estás segura?- preguntó él tomando la posición de una gato a punto de saltar sobre su presa con una gran sonrisa en su rostro.- No querrás enfrentarme.

-Pruébame.- dijo ella.

Cat acercó su mano hacia ella, intentando tomar su rostro. Pero Marinette fue más rápida y logró inclinarse a un lado antes de que la atrapara. Lo mismo sucedió cuando él intentó por el otro lado. Trató se mantenerla quieta, pero era inútil. Era solo un juego y no podía forzarla a hacer movimientos bruscos, pero comenzaba a tomarse las cosas en serio.

Finalmente saltó sobre ella, empujándola hacia atrás. Marinette calló de espaldas sobre su cama y el tomó sus hombros para sujetarla. Entre risas, él tomó su mentón para hacerla ver hacia él.

-Te tengo.- dijo Cat con una mirada triunfante. Marinette había cerrado sus ojos tras el empujón y al abrirlos su sonrisa se desvaneció lentamente.

Sus rostro estaban realmente cerca. A él no le importaba. Había conocido la parte juguetona de Marinette, una cualidad de ella que nunca había visto antes, y le parecía divertida. Se dió cuenta de que en realidad no era tan distinta a su alter ego y se preguntaba como es que nunca lo había visto antes.

Por su parte, las mejillas de ella comenzaban a tornarse coloradas. Poco a poco de percataba de que comenzaba a sentir afecto por él. Se habían vuelto más cercanos desde que él había descubierto su identidad secreta y no había sido tan malo como pensaba.

De pronto se dió cuenta de que Cat se inclinaba más y más hacia ella. Sus labios se acercaban peligrosamente a los suyos. No había que ser un genio para avergiguar que era lo que quería.

Rápidamente, Marinette se coló por un lado y se incorporó. Él la miró confundido y con sus labios extendidos aún. La chica retiró sus pendientes de sus orejas, los colocó a ambos en una de sus manos y la extendió hacia él sin decir más.

Cat Noir los tomó con culpabilidad. Realmente no se había dado cuenta de lo que le estaba haciendo. La estaba confundiendo.

Para él era perfecto, claro. Ahora conocía la identidad civil de la chica que le había robado el corazón, y esta comenzaba a gustarle también. Pero ella gustaba de un chico sin saber que el alter ego de este estaba perdidamente enamorado de ella e intentaba diariamente ganarse su afecto. En la mente de ella, estaba entre la espada y la pared, incapaz de tomar una decisión.

-Creo... que es hora de irme.- dijo Cat tomando los pendientes y guardándolos en uno de los compartimentos de su traje.

-Claro.- respondió ella. El muchacho se puso de pie y se dirigió de regreso a la ventana.- ¿Cat?- llamó ella antes de que saliera.

-¿Sí, mi Lady?

-Gracias por cuidarme.- dijo ella con una pequeña sonrisa.

-No debes agradecerme, Marinette. Yo debo disculparme contigo.- aseguró él cabizbajo.

-¿Por qué?- preguntó ella confundida.

-Por cuidarte de un modo y lastimarte de otro.- contestó él antes de irse sin más. Marinette se dejó caer en su cama.

Cuidaré de tí Where stories live. Discover now