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VII

Rosas blancas

Kibum tenía muchas cosas para hacer hoy. Primero debía hablar con Woohyun, porque había recibido un par de ofertas por la misma obra y no sabía qué hacer... Claro que sería incómodo hablar con Woohyun luego de lo que había pasado hacía un par de días. También debía organizar una entrevista para una de sus autoras que acababa de publicar un nuevo libro... Los temas con la prensa son en verdad cansadores.

Además, en las cosas que debía hacer en el día era programarse a sí mismo una entrevista con la Directora del Hospital Psiquiátrico para arreglar los últimos detalles de la donación. Y todavía debía hablar con Minho, porque seguía muy preocupado por un Taemin que había estado toda una tarde llorando en su hombro sin explicar qué había pasado.

Claro... Todo intentando olvidar el desafortunado deja vu que había tenido el domingo en la Galería. Aun daba vueltas en su cabeza la imagen de ese padre con su hija. Se sentía avergonzado por haber sido tan débil, pero lo asustaba la manera en que ese hombre se parecía demasiado a Jonghyun. Se le venían tantas cosas a la cabeza que no era capaz de pesar con claridad.

Todo desembocaba en aplastarse contra su escritorio y no hacer nada. Porque dentro del caos, quería al menos un orden, pero no lo conseguía y su cabeza amenazaba con explotar... siendo recién Miércoles. Aún le quedaban un par de días para poder tirarse en su cama y dormir más de doce horas seguidas.

—Papi, ¿qué le ocurre...?

—Lo... lo siento. Tuve un ataque de pánico. Ya estoy bien, muchas gracias.

—¿De verdad? Papá, creo que deberíamos llamar a un paramédicos.

—Estoy bien, gracias. No se preocupen.

—Tenga ¿Está mejor? De verdad no hay problema, mi papá lo puede llevar hasta la Guardia si lo necesita ¿no, papi?

—Sí, seguro.

Tenía esa estúpida conversación en la cabeza aún. No podía entender cómo había dejado que algo así le ocurriera. Era un completo idiota. ¿Un ataque de nervios? Largarse a llorar en plena Galería de Arte no era un ataque de nervios... Pero no podía decir «oh, me choqué con tu padre y es igual al amor de mi vida».

Ya basta, debía dejar de pensar en eso por un momento.

Prefirió centrarse en su celular, que justo comenzaba a sonar culpa de un mensaje de texto de Woohyun. Lo abrió con cierto miedo de que renunciara a ser su agente o algo así, no podría culparlo si tomaba esa decisión.

«Hay un comprador que quiere discutir contigo los precios. Quiere comprar dos cuadros...»

Sonrió aliviado, no le hubiera gustado recibir despedidas o reclamos por mensajes de texto. Pero sí podía ver el tono cortante de Woohyun al ni siquiera poner un hola al comienzo. No se quejó y contestó del mismo modo.

«¿Debe ser conmigo?»

«A veces es bueno hablar con los clientes»

Luego le pasó la hora y el lugar donde se encontrarían ambos con el posible comprador. Es decir, lo que Woohyun dijera estaba bien, porque aún no terminaba de saber el «valor de mercado» de sus dibujos ni mucho menos sobre negocios. Sabía valores de libro según el autor, el tratado y la editorial... ¿Pero cómo le poner un precio al talento de alguien? Porque en una pintura no hay una edición, encuadernación ni nada de eso. Puro talento...

➳ Humano ◂JongKey▸Where stories live. Discover now