➳ Humano ◂JongKey▸

45

XLV

Poder

*

Mi primer pecado fue amarte

El segundo fue desearte

Y el tercero, tenerte

*

Los labios de Jonghyun fueron ansiosos contra su boca. Parecían querer quitar el sabor inexistente de los besos de cualquier otra persona. A veces, cuando lo besaba de esa manera, tan desesperada, sentía ganas de explicarle que sus labios jamás dejarían de preferirlo a él, sin importar con cuantas personas se metieran.

En un pequeño momento de lucidez, comenzó a caminar en dirección a su cuarto. Kyungsoo podría llegar en cualquier momento de la Universidad y realmente no sentía ganas de ser interrumpido. Empujó a Jonghyun contra la cama apenas estuvieron en la seguridad de su habitación. Cerró la puerta detrás y no tardó en subirse ahorcajadas de él.

—¿Alguna vez te acostaste con Minho? —preguntó Jonghyun disfrutando de tener a Kibum sentado sobre su pelvis.

—Fue mi primera vez... —Apoyó las manos sobre su pecho. No sabía a qué venía esa pregunta si ya estaban juntos en la cama—, y muchas otras veces luego... Fuimos pareja.

—Fueron. ¿Por qué lo besaste ahora?

—Fue un favor... ¿Son demasiados los celos que sientes? —Kibum se recostó en el pecho de Jonghyun, escondiendo el rostro en su cuello—. Porque no hace falta que los sientas —susurró para después dejar un beso allí. Dejó otro cuando sintió su pulso acelerado—. Estoy aquí contigo.

El mayor lo agarró del pelo y con un tirón fuerte lo alejó de su cuello. Quería disfrutar de toda esa confusión y ese miedo que ahora Jonghyun estaba sintiendo mientras él mantenía su calma. Pero al parecer él no pensaba de la misma manera; se estaba irritando cada vez que dejaba salir alguna frase que pusiera aún más en evidencia lo que estaba sintiendo. Sin embargo, Kibum seguiría haciéndolo hasta doblar su orgullo y admitiera que había dejado que los celos lo consuman cuando lo vio besándose con Minho.

Ya lo sabía. Sus dones le permitían saber lo que estaba sintiendo Jonghyun en este momento. Incluso así, quería escucharlo verbalizar sus pensamientos.

Quiso acercarse a besarlo, pero él lo mantenía bien agarrado del cabello, lo cual solo sirvió para quejarse de dolor. No sabía si empezar a molestarse o pedirle que lo soltara, porque seguramente su celoso estaba demasiado molesto para ceder el control, pero no lo suficiente como para irse sin hacerle nada a Kibum.

—Suéltame.

—Jura que no lo volverás a ver.

—Es mi mejor amigo, Jonghyun —se quejó. Le golpeó el brazo para poder recuperar su libertad. Se sentó de nuevo justo sobre la pelvis del mayor y se cruzó de brazos—. Al que dejaré de ver es a ti si sigues de esta manera.

Jonghyun le tomó el rostro con ambas manos y se sentó de la misma manera que él. —Y tú deja de decir eso. Porque al fin de cuentas estamos otra vez en una cama, aunque insistas en que podrías dejarme.

—Es verdad, me gusta acostarme contigo, Jonghyun. Pero no por eso dejaré a mi amigo o te permitiré traerme de un lado para otro. Lamento no ser como las putas con las que solías acostarte. A mí me respetas —gruñó—. Y así te gusto. Así que cállate y bésame.