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XXII

Mal chico

«Así que definitivamente no eres humano. Eres un Ángel Caído, un chico malo»

-Hush, Hush; Becca Fitzpatrick

Taemin intentó fingir una sonrisa, pero la mamá de Minho no se lo hacía bastante fácil. Se sentía incómodo de estar allí, sentado frente a una mujer que no hacía más que mirarlo de arriba hacia abajo, preguntándole de qué trabajaba, qué estudiaba, si sabía cocinar y lavar, si pretendía casarse con su hijito, si buscaba quitarle el dinero.

Pues Taemin quería estar con Minho, besarse y hacer las cosas que hacen los novios. Pero ella no aceptaría esa respuesta, solo quería escuchar babosadas como «sí, sé cocinar y adoro hacerle la cena a Minho», como si fuera una mujer o, peor, una sirvienta. Se preguntaba si Kibum había tenido que pasar por esto también en algún momento. Y sí así había sido, pobre de su amigo.

Minho le había prometido que su madre sería amable. Pero nada de eso estaba pasando, y empezaba a sentirse frustrado. Porque Taemin detestaba todas las tareas del hogar, no quería ni pensar en casamiento y odiaba, sobre todas las cosas, que desestimaran su trabajo de bailarín. Era horrible. Y esa mujer, estaba metiéndose en todo lo que él odiaba. Parecía que eran incompatibles como nadie nunca jamás podría serlo.

(Eso debería asustarle demasiado, porque era la mamá de Minho, no cualquier mujer. No puedes querer llevarte mal con tu suegra, debe haber alguna regla contra eso)

—¿Estás bien? —preguntó Minho cuando ambos se refugiaron en la cocina, con la excusa de ir a buscar el postre.

—No. Bueno, con tu padre sí... Pero tu madre no me está haciendo fácil las cosas, creo que está esperando que me ponga un vestido, unos tacos y le diga que todo había sido una broma, que soy mujer... Y eso es asqueroso —se quejó. Se apoyó sobre la heladera, pensando que sería una buena idea meterse allí dentro y bajar su temperatura corporal alta debido a aquella situación.

—Lo sé, lo siento bebé, me gustaría que fuera más delicada y todo eso...

—Te juro que lo último que falta es que me pregunte si puedo tener hijos.

—Eso es ridículo.

—Tu madre es ridícula.

Minho lo miró de mala manera, reprobando que ese adjetivo acompañara a su madre.

—¿Qué? Es verdad. Me estoy volviendo loco y... —Taemin cerró la boca luego de suspirar—, no quiero discutir, así que supongo que debo callarme ¿No?

—Así es, —Minho le dejó un pequeño beso en los labios antes de tomar la bandeja con el postre—, sabes que te amo, soporta esto unos cuantos minutos. No tardarán en decir que tienen sueño, yo podré llevarte hasta tu casa y seremos felices.

—¿Y te quedarás conmigo en casa?

—Eso suena bien... Después de todo, ellos han usurpado mi departamento.

Taemin le quitó la bandeja de las manos y las llevó hasta el comedor, intentando ser un buen novio.

Estaba feliz, sabía que estar lejos de Minho por tantos días había sido malo para ambos. Y también sabía que era Minho quien más lo había sufrido, porque fue él el que en ningún momento tuvo dudas sobre su noviazgo. Taemin se arrepentía de haberse comportado como un tonto y haber lastimado a Minho, quien es la persona más buena que jamás haya conocido.

➳ Humano ◂JongKey▸Where stories live. Discover now