Capítulo cuatro

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Se despertó ni bien entrada la mañana. Emily le ayudó a ponerse el vestido para el viaje. Uno de color vino con bobos en las mangas y el cabello atado en media cola.

Esta vez había dormido como un bebé y sí que lo necesitaba. Llegar a Londres significaba que sus noches tranquilas acababan.

Bajó las escaleras mientras veía cómo llevaban sus maletas. Ya hacía su madre esperándola en la entrada con su padre.

—Padre, madre — hizo una reverencia

Ellos correspondieron al saludo y Heather salió hasta el carruaje.

Su hermano estaba esperándola junto a Emily. El Sol estaba haciendo la aparición matutina de siempre.

— Heather

— Andrew

— Hace poco he llegado, pero ahora te vas tú. Aún no hemos paseado como se debe todo el paraíso.

— Quizás cuando regrese puede que me apetezca cabalgar contigo

— Ouch , eso dolió. No puedes ofender de tal manera a tu hermano mayor — enfatizó tocándose el lado izquierdo sobre donde de situaba su corazón

Comenzaron a reír y a bromear, Andrew Chamberlain no iba a desperdiciar alguna oportunidad para pasar tiempo con su hermana. Ella iba a tomar un rumbo diferente y realmente iba a extrañar a su castaña de ojos verdosos.

Se montó al carruaje renegando. No había querido hacer la despedida más larga, pero lo veía cómo una oportunidad para poder librarse, incluso le salieron un par de lágrimas y terminó con un fuerte abrazo para su hermano. Aunque realmente no fue actuación , si que lo iba a extrañar

El camino cada vez se tornaba más aburrido para Heather. Por el contrario para Sarah era algo muy peculiar viajar y sobretodo con el fin de coordinar todo sobre la boda de su hija con un Duque. Había conseguido que al final Lady Beckford convenciera a su esposo el Duque de Beckford en que Heather era la candidata perfecta para ser quien los reemplazara.

Heather se quejó todo el camino por lo tedioso que era para ella viajar. Sin embargo no se pudo quejar del espléndido paisaje que observó antes de anochecer. Poco después encontraron una posada en dónde al fin pudieron descansar.

El dueño de la posada era un hombre bajito y con calvicie. Le hubiese encantado reírse en su cara pero se reprimió las ganas, de ese hombre dependía no pasar la noche sentada en ese estruendoso carruaje.

Lo primero que hizo al quedar sola en la habitación de la posada, fue recostarse sobre la cama. Emily no podía dejar de reírse recordando al posadero. Hasta que un molesto ruido las interrumpió.

La barriga de Heather rugía. Le pedía a gritos comida y bueno eso solucionó rápido Emily. Bajó hacia el dueño de la posada y le dio un par de monedas por comida.

Al acabar con toda la comida, Heather pudo dormir tranquila en compañía de su criada.

Un ostentoso ruido proveniente de la puerta las levanto. Su madre; Sarah Chamberlain, había venido a despertarla. El semblante de Heather demostraba que no le agradaba la idea. Solo habían dos razones porque odiaba la idea de viajar a Londres: Steven y las habladurías que había soportado a causa de Steven.Todas iban dirigidas a él.

Al subir nuevamente al carruaje su madre le había informado que faltaban pocas horas para llegar.


Ingresando a Londres puedo ver las casas de los citadinos. Tal como lo recordaba, Londres seguía igual. Las calles concurridas, los carruajes esperando por sus señores y su casa situada en Mayfair ; el lugar de las residencias de la mayoría de aristócratas , estaba cada vez más cerca.

Con el Corazón #1 [Saga "Las Herederas de Premboke"]Where stories live. Discover now