Despertar y ver la realidad

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Llega un momento en el que te das cuenta de que las rosas eran de papel y los poemas que tanta ilusión te hacían estaban copiados. De que las canciones, no eran mas que ruidos dedicados por otros para sus amores, y palabras sin sentimiento alguno por ti. Y ni hablemos de sus palabras. Sus palabras nunca fueron especiales, ni únicas contigo. Sólo vivió para contarle las mismas historias a todas las idiotas, como tú, que se atrevieran a sostenerle la mirada por más de tres segundos consecutivos. Ese era él, y lo sigue siendo, esperando a alguien a quien engañar con palabras bonitas. Y esa era yo, o tú, una chica inocente por no decir gilipollas, que se creía todas sus mentiras y contaba las horas para volverlas a escuchar, creyéndolas ciertas, sin saber el daño que podrían llegar a hacer. Hasta que un día, la realidad te da un golpe en el estómago. Y a su paso, asesina a todas las mariposas, que bailan como estúpidas cada vez que te mira así.
Así,
Casi sin pestañear.
Como esperando respuestas.
A lo que tú contestas con movimientos torpes y una risita de imbécil que se te escapa de vez en cuando.

De vez en cuando lo echo de menos, pero no lo digo.
De vez en cuando me gustaría que fuera verdad cada cosa que me dijo, pero sé que esto es lo mejor, que me ha hecho más fuerte. De vez en cuando quiero hacerme otra vez la estúpida, y seguir con él, como si nunca me hubiera mentido. O volver a empezar de cero.
Pero me callo.
Lo pienso.
Y prefiero quedarme con mi dignidad que con él y un corazón roto.

Manual de desahogo.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz