La Isla

8.

En el momento en el que llego a la verja que rodea a la mansión, me doy cuenta de que se me ha roto el collar. Posiblemente se dañó cuando me caí.

De todas formas, no es el momento adecuado para preocuparme por algo así. Ante mis ojos, veo a toda la mansión en un estado de confusión extremo. Todo el mundo está fuera de sus tiendas y sus cabañas, mientras algunos jóvenes no paran de dar vueltas alrededor con antorchas en las manos, entrando en cada una de ellas.

Salto la verja y me escabullo acercándome a la cabaña más cercana. Gracias a Luke, resulta ser la de Ami. Tengo cuidado de no hacer demasiado ruido cuando llamo a su puerta.

—¿Quién es? —oigo a Colin a través de la puerta.

—¿Colin? —susurro llena de sorpresa—. ¿Qué estás haciendo tú aquí?

La puerta se abre con un chirrido y Colin me arrastra al interior. La cabaña está iluminada por una sola vela en la esquina más alejada de la puerta. En la semi oscuridad, puedo apreciar la expresión preocupada de su cara.

—He venido a hacerle compañía a Ami. Está muy asustada —dice sin alzar demasiado la voz—. Saúl se ha vuelto loco. Nos ha despertado a todos a gritos y maldiciendo. Dice que hay un ladrón entre nosotros, pero no nos quiere decir qué es lo que se supone que ha perdido.

—Un tornillo, probablemente —bromea Ami.

—Dime algo que no sepa. ¿Pero por qué monta todo este escándalo ahora?

—Sé lo que Saúl ha perdido —digo.

El silencio domina la cabaña un momento.

—¿Lo sabes? —y después Colin sisea —¿Qué es?

—He robado El Libro —respondo, con la voz compungida.

—No. Dime que no lo has hecho.

—Sí que lo he hecho —de repente sueno tan petulante como Walt.

—Pero... ¿por qué?

—Porque hay cosas escritas en él que Saúl nos está ocultando. Lo ha dicho Andy. Si supiéramos lo que es, Saúl no podría ser el líder que es hoy en día.

Colin deja escapar todo el aire de sus pulmones, sorprendido.

—Vale —farfulla—. Si lo dice Andy...

—¿Qué has hecho con él? —pregunta Ami llena de asombro.

—Lo he escondido muy lejos de aquí, en un lugar en el que Saúl jamás lo podrá encontrar. No lo podía esconder cerca de la mansión —dejando escapar un largo suspiro, tomo asiento—. ¿Han registrado ya esta cabaña?

—Dos veces —Colin asiente con tristeza—. A Saúl le hubiera gustado pillarme a mí con El Libro, te lo aseguro. No me soporta.

Sin palabras, sacudo la cabeza.

—Colin, esto es una locura. ¿Por qué seguimos aún a Saúl? A casi nadie le gusta. Todos sabemos que es un asqueroso sin honor. Y aún así, dejamos que tenga el poder.

Puedo ver el enfrentamiento que se está librando en los ojos de mi hermano.

—Porque él es el más fuerte. Y ya sabes lo que dice El Libro. Necesitamos a un líder fuerte. Alguien que nos enseñe cómo sobrevivir.

—No, eso no es lo que dice El Libro. Al menos eso es lo que me dijo Mara. Y Andy se lo dijo a ella.

Ami no se lo cree y no para de negar con la cabeza.