Capítulo 04. - Temporada II.

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Fantasmas.

***Narra Abby***

... solo quiero al Damon de antes de vuelta, sentir su apoyo y su cariño, ser felices los tres. Los tres... Pero siento que cada vez se aleja más de mí.

Sin muchas ganas volví a mi habitación para conciliar el sueño, pero como cada noche esas malditas voces no me dejan en paz, parecen fantasmas.

Desperté por un estruendo, pensé que había botado algún objeto, me asomé para mirar por debajo de la cama, pero no había nada. Intenté volver a dormir pero me era imposible, sin darme cuenta tenía mi mano sobre mi vientre mientras miraba el techo.

- Damon... - Susurré sin dejar de acariciar mi vientre.

¿Podré ser capaz de sobre llevar un embarazo sobrenatural sola? No lo sé, no conozco a nadie como para averiguar. Ni siquiera tengo a mi madre biológica a mi lado para preguntar de cómo cambiar un pañal. Soy un asco, pero nadie nació sabiendo cómo ser padres, de eso estaba segura.

- Abby, baja a desayunar. – Golpeó despacio la puerta de mi habitación, Caroline. –

- ¡Ya voy! – Grité para levantarme con velocidad. –

Al terminar de arreglarme, bajé calmada la escaleras, Stefan me esperaba apoyado en la parte baja de esta, al verme me sonríe.

- Vamos. – Extiende su brazo. –

- ¿Dónde? – Pregunté curiosa. –

- Al comedor. – Tomé de su brazo para no dejarlo así. –

- Stefan. – Reí. – No es necesario todo esto, en serio. No estoy enferma. -

- Pero sí, embarazada. – Aparece Caroline desde la otra habitación. –

- Vamos, Caro. – Le entrecerré los ojos. – No moriré por bajar solas las escaleras. Exagerados. –

- Sin peros. – Dijo tan sonriente como siempre mi amiga. Me cuida, la entiendo... pero creo que a veces exagera un poco las cosas. –

Stefan ayudó a sentarme en la silla, no era que me costase, pero insistió. Ahora toda la atención se centraba en mí. La mesa estaba repleta de comida deliciosa, Elijah se había encargado de pedirla, no era necesario, pero al parecer exagerarán todo. Estoy embarazada, no inválida. Rebekah llega al rato después de haber comenzado a desayunar, dijo que había tenido que ir hacer unas cosas a la ciudad, pero me pasó un pequeño detalle. Al abrir el regalo, contuve mis lágrimas de emoción, eran unos pequeños zapatitos de bebé. Rebekah, puede ser la persona más odiada del mundo, pero cuando se trata de niños, es totalmente diferente. Como una vez me dijo ella "Debemos unir la fuerza femenina y apoyarnos mutuamente". A esto se refería, no es mi amiga, pero sí sé que puedo confiar en ella plenamente. Bonnie sonreía cada vez que me miraba, cosa que también me causaba risa.

- Gracias, pero no quiero más. Quedé satisfecha. –

- No, señorita. Debes comer por dos, alimenta a tu bebé. – Decía Caroline tomando mi cuchara y untándola en la comida para darme en la boca. Está completamente loca, pero la quiero. –

- Déjala, Caro. Comió lo suficiente como para sobrevivir una semana. – Bonnie asiente. –

- Por cierto, no es verdad eso de comer por dos, es solo para subir de peso. – Habló por fin, Bonnie. - ¡Oh! Abby, antes que se me olvide, te tengo una sorpresa. –

- ¿Una sorpresa? Últimamente estoy recibiendo bastantes sorpresas. – Todos reímos. –

- ¿Terminaste? – Afirmé con la cabeza. – Acompáñame entonces. –

The Secret; Hereje [2] | Damon Salvatore [EN EDICIÓN]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang