The Secret; Hereje [2] | Damon Salvatore [EN EDICIÓN]

Capítulo 24. - Temporada II.

Hey! Mis pequeños... lamento decirles qué se viene el capítulo final... sí, así como ven, este será el penúltimo capítulo u_u intentaré darles un final de película para que lloren conmigo:c so... disfruten el capítulo, intenté hacerlo extenso. :)

...

Claire y Den.

***Narra Abby***

- ¡Vamos, Abby! Solo un poco más... - Ordenaba Freya. – Se están asomando, no aflojes ahora. Ellos te necesitan. –

No creo resistir más...

No, no puedes decir eso... Eres una Devereaux, aunque eso no me tranquilice mucho. Una de ellas intentó asesinarnos hoy...

- ¡Ah...! – Grité fuerte. –

- Hey... Ya salió el primero... - Anunció Freya. Y Damon apretó mi mano más fuerte, estaba nervioso y ansioso. –

Asomé la cabeza hacia arriba, y Freya le pasó a uno de mis bebés a Davina junto a Bonnie, que estaban ayudando en el procedimiento.

- Respira profundo, Abby. Vamos por el segundo. –

Como si fuera tan fácil decirlo.

Las contracciones no cesaban, y creo que el ser un vampiro aumenta en un mil porciento el dolor agudo.

- Princesa, el último esfuerzo. Hazlo por nosotros. –

Asentí con dificultad, y pujé lo que mis fuerzas daban.

Este sería el primer cambio de muchos más en nuestras vidas... ya no tendríamos que protegernos entre nosotros, sino, que ahora hay más vidas a las cuales cuidar.

*

- ¿Cómo te sientes? – Preguntó mi mejor amiga apareciendo en la habitación. –

- ¿Yo? Fenomenal. – Dije dichosa y ya en pie. – ¿Olvidas que soy un vampiro? -

Si hubiese tenido a los bebés siendo humana, hubiese sufrido el doble, y aun estaría aburrida en cama... pero ahora es todo lo contrario.

- Estoy lista para conocer a Claire y Den. – Señalé. –

¿Lo estaba?

Claro que sí, son mis hijos... y futuros descendientes a ser líderes del Aquelarre.

Damon se encontraba con ellos en la habitación, uno en cada brazo... pero se mantuvo sentado en el sillón con ambos.

Me apoyé en la puerta y me dediqué a sonreír como una tonta. No pensé jamás que vería esta escena tan conmovedora y linda. Damon siendo tierno y demostrando cariño a otras personas que no sea él mismo.

Me estaba por acercar, pero algo me detuvo. De pronto, la vista se nubló y veía puntos grises esparcirse en donde mirara, la respiración empezaba a fallar, y lo último que dije antes que todo se volviera oscuro fue el nombre de mi amado, - Damon... -

*

Minutos más tarde creí despertar en la misma habitación en donde me había desvanecido. Lentamente abrí los ojos y parpadee un par de veces para observar más claro.

Era la misma habitación, pero no estaba con Damon ni los bebés.

Todo se encontraba desordenado y roto, como si hubiese pasado un huracán dentro de la casa.