Prólogo.

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Abby.


Los años habían pasado, Claire y Den cada vez estaban más grandes y querían saber más sobre la 'vida de sus padres'. Cada vez que Damon les contaba anécdotas sobre su infancia, los niños no hacían más que ponerse felices y ansiosos por escuchar las travesuras de su padre cuando pequeño junto a su tío preferido, Stefan.

Hacía cinco años que no volvíamos a Mystic Falls, y personalmente me sentía satisfecha y cómoda al estar lejos de todo lo sobrenatural, alejando a mis hijos del peligro existente todo el tiempo rondándolos. Fue una decisión difícil, para ambos... pero fue Damon quién lo sugirió como forma de demostrar lo mucho que nos ama.

Intentamos por todos los medios que en nuestro hogar no se mencione la palabra 'vampiros' o cualquier otro sinónimo a él. Mis pequeños con tan solo 4 años de edad no entenderían a lo que nos referimos, si a mí me costó asimilar todo lo que eso conllevaba, no quiero ni pensar lo que les podría suceder a ellos.

Pasado mañana es el cumpleaños número cinco de Clare y Den, por lo que decidimos junto a Damon, darles un regalo... escogido por ellos, obviamente.

- ¿Y bien, qué pedirás campeón? – Damon cogió en brazos a Den y lo sentó en su regazo, mientras Claire buscaba sus juguetes en su habitación. –

- Yo... ¿Puedo pedir lo que sea papi? – Preguntó con voz dulce y tierna. –

Oí los pequeños pero rápidos pasos de mi hija acercarse a nosotros, y se asomó con dos muñecas en sus brazos sonriendo ampliamente.

- Oh... ¿qué hablan? – Curiosamente habló la menor. – Yo también quiero saber. – Se cruzó de brazos, lo que me hizo reír. –

Damon les sonrió y volvió a reiterar su pregunta.

- ¿Qué pedirán de regalo? – Esta vez los miró a ambos. –

Claire y Den siempre han tenido una 'conexión única' desde que puedo recordar. Cuando eran bebés solían cogerse de las manos o tan solo mirarse sin saber hablar, y mitigaban su llanto. Siento mitad brujos y vampiros, no me extraña en absoluto que tenga que ver con lo místico y sobrenatural, pero aquí en Los Ángeles no hay nada relacionado aquello, por lo que no corren peligro alguno. Y esta vez no era la excepción, ambos se miraron cómplices y sonrieron a la vez, pero fue Den quién respondió.

- Queremos ver al tío Stefan... - Señaló con vergüenza. –

- Claro que sí, lo verán por acá muy pronto. –

Pero de pronto, Claire negó con la cabeza y enfado.

- No... queremos conocer el lugar donde nacieron, ver a los abuelos... mami, por favor. – Suplicó con pucheros, imposibles de resistir. –

Con Damon nos miramos, y con la respuesta en la boca, preferimos hacer otra cosa.

Volver a Mystic Falls.

*

Después de haber pasado por tanto, y queriéndonos alejar de todo, aquí estábamos una vez más. Leyendo el cartel que decía 'Welcome Mystic Falls', mentiría si negara que no estaba feliz por volver, pero también tenía miedo de que los niños descubrieran verdades que para ellos era difícil de asimilar. Tan solo el hecho de saber que volveríamos me hizo estremecer, pero la felicidad de ellos, es impagable.

Nos demoramos un par de minutos más en estacionarnos en la que alguna vez fue nuestro hogar, la mansión Salvatore.

Stefan sabía perfectamente que iríamos para el cumpleaños de los gemelos, lo teníamos que conversar con él primero, para no que hubiera nada fuera de lugar mientras nos hospedábamos allí.

The Secret; Hereje [2] | Damon Salvatore [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now