CAPÍTULO 31

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Tardé más o menos unos cinco minutos en darme una ducha rápida.

¡Qué placer sentir el agua caliente caer sobre mi cabeza!

Salí de la bañera y me envolví en una toalla blanca, todavía sintiendo los gritos de los hermanos Hard que discutían al otro lado de la puerta.

Sequé mi cuerpo y me puse a usar el secador de pelo para secar la ropa interior que había lavado recién bajo la ducha.

Mi top deportivo negro aún estaba un poco húmedo, pero solo lo iba a usar para tener algo de ropa apta para caminar hacia el armario que estaba en la otra punta de la habitación y buscar mi pijama, luego me lo sacaría para dormir.

Con el cabello aún húmedo y despeinado, la ropa interior puesta y la toalla envuelta en la parte baja de mi cintura, me dispuse a salir.

Agarré la perilla entre mis manos, a punto de abrir la puerta, pero me detuve al oír mi nombre involucrado en la conversación.

Quería averiguar qué era lo que estaban diciendo.

Usé mis rayos x y me dediqué a ver a través de la puerta. Por fin tenía la oportunidad de darle un buen uso a mis ojos violetas.

—¡Ya te dije que no te involucres en nuestra relación! —dijo Ares entre dientes, quien ya tenía la vena del cuello hinchada.

—¡No me estoy involucrando! ¡Solo te estoy diciendo que nada de acostarse con Scarlett mientras yo esté en este cuarto! —contestó su hermano.

Observé que ellos eran los únicos en la habitación. Matt debía de seguir afuera.

Ares se paseó por el cuarto, agarrándose la cabeza, intentando tranquilizarse para no gritar.

—¡¿Y quién ha dicho algo de acostarse juntos?! ¿Eso es en lo único que piensas cuando nos ves juntos? ¿No puedes dejarnos en paz?

—¡No, no puedo, Ares! Scarlett me importa y mucho, incluso creo que más de lo que debería. Y si hasta ahora no te has dado cuenta... debo de decir que eres un poco tonto —confesó Colin con amargura en su tono de voz.

No estaba muy sorprendida con lo que acababa de escuchar. Pero si sentía algo de culpa al saberlo y restarle importancia, teniendo que ver a Colin sufrir y sonreírme como si todo estuviera bien. Yo era un poco distraída pero no estaba ciega.

El rostro del mayor mostraba un verdadero dolor y quizá arrepentimiento de haberlo dicho en voz alta. Definitivamente ese último detalle se había escapado de la boca de Colin.

—¡Eres la persona más desgraciada que conozco, Colin, no puedo creer que aun insistas con ello! ¡Se supone que los hermanos mayores te apoyan, tú solo sabes traicionarme! ¿De veras crees que no me he dado cuenta de cómo la miras? Pareciera que quisieras devorarla.

—Tú entiendes que no es mi culpa, ¿verdad? No puedo evitar sentir algo por ella. Tú lo sabes mejor que nadie. Scarlett es dulce, fuerte, de una sonrisa hermosa y un espíritu inquebrantable. Leal a la gente que ama, súper habilidosa y una excelente persona, ¿de veras puedes culparme?

Cada palabra, seguida de cada gesto que Colin hacía al describirme, caía en mi interior como bombas. Confesiones que de seguro él nunca sería capaz de decirme a la cara, pero que estaban allí.

—Pero ahora tú estás con Matt. No puedes ir pasando de persona en persona como si fuesen objetos que te van aburriendo —alegó Ares con ferviente enojo.

—Matthew no es nada para mí. No me gustan los hombres, Ares. Solo buscaba distraerme y él parecía tan sumiso... me pareció la mejor para llamar la atención de ella.

No Soy una Falla ||LIBRO 1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora