De pájaros, abejas, Alfas y Omegas [Kyman]

2

Tuvo sospechas en un inicio. Contrario al resto de las instituciones académicas de grados menores, la preparatoria de South Park se encuentra en las afueras del pueblo, rodeada por una gran barda perimetral de ladrillos, con un vigilante en la entrada principal y otro haciendo rondas alrededor del terreno.

Por lo que Kyle ha podido averiguar, es porque aquella escuela parece ser la mejor opción entre las preparatorias públicas de Colorado, al punto que incluso estudiantes de Middle Park y North Park, optan por tomar largos viajes en autobús para asistir a ella cada mañana. Así que claro, Sheila y Gerald fueron particularmente insistentes con inscribirlo en ella.

Lo primero que llamó la atención de Kyle cuando revisó su sitio web fue la estructura del plantel, la cual consiste en tres edificios, posicionados como vértices de un triángulo equilátero, con un gran campo abierto en su centro, que a su vez cuenta con mesas, sillas y bancas. Si bien inusual, lo atribuyó al posiblemente considerable número de estudiantes, con cada edificio de tres plantas representando una mezcla de algunos de los cuatro grados académicos.

La segunda cosa que llamó su atención, fueron los chalecos. Habiendo asistido a escuelas públicas toda su vida, el uso de uniformes supone una experiencia nueva para él que no le emociona en demasía; sin embargo, lo realmente extraño, es que en las fotos que acompañan la Misión, Visión y Valores de la preparatoria, los estudiantes que posan con sonrisas falsas en las fotos visten chalecos de cuatro colores: Rojo, azul, verde y blanco. Si bien esto podría reforzar su teoría de la división acorde a grados, algo, inexplicablemente, parecía desencajar.

Al final, terminó por arrojar cualquier inquietud por la ventana, pues, con sus padres tan obsesionados por hacerlo ingresar allí, no es como si sus objeciones fuesen a ser escuchadas. Además, la siguiente preparatoria pública decente se encuentra en North Park, y Kyle no tiene intenciones de viajar por una hora cada mañana solo para recibir una educación que le queda a unos cuantos kilómetros de su casa.

Días después, con su ingreso confirmado y su documentación aceptada, Kyle recibe un correo electrónico por parte de la preparatoria dictándole que debe, forzosamente, vestir con alguna prenda completamente gris la primera semana de clases. Le parece otra pasiva manera más de reafirmar la autoridad por parte de la mesa directiva, así que obedece sin chistar. Pero desde el momento en que se sube al autobús, hasta que finalmente accede a las instalaciones, descubre que no hay un solo chaleco de color a la vista: Los únicos estudiantes son, claramente, de nuevo ingreso, y todos ellos ataviados en ropas de colores grisáceos.

Se les dan instrucciones de entrar al edificio norte, aquel que conforma la punta de la pirámide en la imagen aérea del sitio que había visto en la página web, y comienza a notar ciertas diferencias entre aquellas imágenes y la realidad: Los edificios, si bien poseen el mismo tono neutral beige, poseen también grandes placas plateadas junto a sus puertas: Letras del alfabeto. Y aquel al que ahora se dirige, con la letra B, cuenta con cuatro plantas, en lugar de dos, como los otros edificios.

Es así es como ahora se encuentra en la enfermería escolar, con una mujer en uniforme blanco (claramente una enfermera), informándole que tomarle una prueba de sangre es un requisito obligatorio al que sus padres habían dado su autorización, pese a no haberle dado un previo aviso a él, mostrándole el documento con sus respectivas firmas para corroborar su afirmación y apaciguar su creciente inquietud.

"El mismo procedimiento se lleva a cabo en todos los estudiantes" Le asegura el doctor, antes de revelar la piel de su brazo bajo su camisa, limpiando la zona con un algodón humedecido en alcohol, "Es de rutina en todas las escuelas", agrega, mientras Kyle observa la jeringa llenarse poco a poco con su sangre.

Grupos de niños continúan entrando al edificio, igualmente confusos, pero acatando órdenes como ovejas nerviosas dejándose guiar por un perro pastor, mirando a su alrededor, sin tampoco haber sospechado que aquella sería su primer experiencia como estudiantes de preparatoria. Stan, a quien afortunadamente encontró momentos después de entrar al edificio, hace una mueca cuando la aguja lo penetra, y Kenny, a quien encontraron en el grupo de estudiantes formados detrás de ellos, solo maldice entre dientes, mirando en dirección al escote de la enfermera para abstraerse del dolor. De entre sus conocidos de infancia, solo ha logrado atisbar a Craig y Tweek, inseparables como siempre, aún haciendo fila, junto a otros estudiantes desconocidos. No ha visto a Cartman aún y Kyle puede solo imaginar la titánica tarea que supondrá para la enfermera y el doctor convencerlo de ceder, mientras se acercaban a él con la filosa aguja de la jeringa en mano. Cae en la cuenta que le hubiese gustado atestiguarlo. Un poco de su familiar caos hubiese ayudado a extinguir el ambiente incómodo y misterioso de la situación.